1. Jeon Jungkook

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Los Ángeles, California.
Martes 17 de enero del 2017.
1.42 am.

Con la respiración aún agitada y entrecortada, después de haber llegado al clímax por segunda vez esa misma noche, Jeon Jungkook se encontraba desnudo echado sobre su espalda, en esa amplia, suave pero desconocida cama.

Su pecho aún ardía en latidos sintiendo el respingo del fabuloso orgasmo que acababa de tener.
Mirando al techo observaba los pequeños destellos de luz que lograban colarse entre las persianas de la enorme ventana de cristal que se ubicaba al costado de la cama donde reposaba.

Cerrando los ojos con fuerza e inhalando oxígeno con intensidad, soltó un audible y largo suspiro como tratando de sacarse todo el peso y frustración que llevaba en su interior. Mientras lo hacía, pequeñas y brillantes perlas de sudor resbalaban por su barbilla, viajando a través de su cuello para finalmente desaparecer en su fornido, plano y bien marcado pecho. Al sentirlo, Jeon bajó la mirada arqueando la comisura izquierda de sus delgados, rojos y humedecidos labios en una mueca que pareciera ser una sonrisa desganada y un poco retorcida.

Con los ojos apagados observó como un delgado, tal vez delicado pero masculino brazo rodeaba su cintura. Desvió su mirada expectante y se encontró con un delgado y pequeño cuerpo que se aferraba a él con timidez.

De pronto se sintió incómodo.

No podía ver su rostro, pero era un chico joven, no tendría más de 20, quizás menos o eso pensaba.
No tuvo tiempo de preguntarle esa noche mientras lo arrastraba hacia fuera de aquel concurrido y ruidoso club nocturno.

Seguía observando aquel cuerpo desnudo que se encontraba yaciendo a su costado. El chico sin nombre tenía el cabello rubio y esponjoso.
Y Jeon no se detuvo mucho tiempo en ello antes de que sintiera en su pecho un impulso de tocarlo.

Sin pensarlo demasiado, retiró su mano derecha de la nuca y de entre su oscuro cabello, y la llevó curiosamente hacia la melena del chico. Pasó sus dedos entre las hebras de pelo, quizá un poco demasiado rápido y brusco debido a la ansiedad del cual él mismo no era consciente. Esperando sentir con todas sus fuerzas la suavidad que estaba buscando. -Sintió un jadeo en sus costillas.

En lo que fue una fracción de segundo su rostro se oscureció, y su cuerpo se tensó.. y a pesar de que lucía imperturbable como de costumbre, su visión quedó clavada compulsivamente en algún punto cualquiera de la blanca pared que tenía enfrente.

Su mente misma quedó en blanco, o se fue lo suficientemente lejos de ese lugar como para que no pudiera ser consciente de sus acciones. Estaba jalando con más fuerza de aquellos cabellos que sostenía entre sus dedos.

La textura estaba mal. Demasiado dura y áspera.

— ¿Qué está mal? — oyó decir a una voz chillona. Lejana. Como quejándose de dolor.

Su vista se agudizó en aquel punto en la pared.

La voz también estaba mal. Jodidamente mal.

Mientras lo apretaba con fuerza, también pudo sentir que el cabello no era lo suficientemente largo.
Inmóvil como estaba y con un rostro en aparente calma. Bajo la mirada y cuando lo hizo se encontró con unos ojos vidriosos y oscuros que lo miraban suplicantes.

Jeon apretó su mandíbula.

Bajó un poco más la vista hacia aquel cuerpo y observó los labios de aquel pobre chico. Era muy guapo, sin duda alguna. Estaba haciendo una extraña expresión en el rostro. Pero Jeon no se molestó en interpretarlo. El pequeño a su lado lucía preocupado, quizás un poco asustado.

Perfect Love - G.C.F - ☆KOOKMIN☆Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum