Capítulo 10: mudanza

486 32 12
                                    


-Jesús: *suspiro, bueno, creo que mejor me voy a dormir, mañana tengo que acompañara aiko de su casa al consultorio.

Al día siguiente, espero en frente de la casa de aiko, ya he tocado el timbre, pero me dice que espere a que termine de arreglarse.
No me importaba esperar, de todas maneras ya era mi consultorio, por lo que podía abrir un poco más tarde.

Me quede esperando sentado en una banca que estaba al lado de la casa de aiko, pensando en lo que le daré a aiko para san Valentín, ya estamos en estas fechas, tengo que impresionarla, aunque sea con un detallito.
Ya le había regalado varias cosas desde que nos hicimos novios, no sabía que otro regalo darle.

Pensé en varias opciones, en un ramo de flores, unos chocolates, una blusa, una bolsa, o talvez unos aretes?
Tenía tantas cosas que pensar, pero no tengo dinero suficiente para esto, después de invertir mi dinero en este consultorio, se me ha dificultado para esto, afortunadamente solo para este tipo de cosas, ya que he hecho cuentas antes de comprar el consultorio, por lo que estoy seguro de que al menos no tendré que recurrir a préstamos bancarios u otras cosas.

-aiko: eh, hola?
-Jesús: uh?

No me fije que aiko estaba parada en frente mío, me había perdido en mis pensamientos que me había olvidado por completo del propósito del día.
-aiko; nos vamos?
-Jesús: s-sí, claro, perdón, creo que me perdí en mis pensamientos
-aiko: n-no hay problema.
...

A la hora de comer, le sirvo un poco de café con algunos refrigerios a aiko.
Ese momento de tranquilidad era el mejor para ponerme a pensar en un buen regalo,
En ese momento recordé que aiko me había comentado una vez que quisiera vivir conmigo, en ese instante no supe que contestar por la presión, pero ahora estoy seguro de que quiero vivir con aiko.
Ya está decidido, creo que el mejor regalo seria darle una copia de la llave de mi casa para que pueda mudarse a mi humilde hogar, tengo espacio de sobra para que pudiera transportar todas sus cosas a mi casa como su cuadro, su ropa, sus objetos especiales y demás cosas de valor
-aiko: uh... amor... ¿te pasa algo?, te noto más callado de lo habitual
-Jesús: no es nada, solo me puse a pensar en algunos gastos, sabes, estoy pensando en comprar otro ropero
-aiko: ¿otro?, el que tienes se dañó o algo así?
-Jesús: para nada, es solo que creo que ocupare otro porque en el que tengo ya no le cabe más ropa, por eso creo que es una buena inversión, aparte, tengo mucho espacio en mi cuarto, por lo que no sería ningún problema en comprarlo.
-aiko: supongo que tienes razón, tu casa no ha cambiado nada desde la primera vez que te visite, eso fue ya hace mucho tiempo, creo que sería una buena idea.

La alarma nos interrumpe dando señal a que la hora del descanso acabo, teníamos que seguir trabajando.

Esta vez no se nos puso la cosa muy fácil que digamos, tuvimos varios enfermos que tratar hoy, aiko tuvo que interferir en una discusión que tenían dos tipos para ver a quien atendía primero.
La cosa se estaba poniendo estúpidamente infantil, tuve que darles un poco de tranquilizante para que se calmaran por lo menos unas horas.

Hoy definitivamente fue el día más difícil en todos mis años como doctor, tal vez sea por el hecho de que ya no cuento con ayuda de nadie, hablando como doctor claro, aiko me apoya mucho en esto, pero ella no tiene ni idea de lo que es ser doctor.
Sabía que esto no iba a ser fácil, pero no me imagine que agotara tanto esto...

Hoy tuve que cerrar temprano para poder darle el regalo de san Valentín a aiko.

-aiko: porque cerramos temprano hoy?
-Jesús: veras, la cosa es que ya no podía atender más, ya estaba agotado
-aiko: supongo que tienes razón, yo también he terminado cansada, creo que me bañare llegando a mi casa
-Jesús: si,...bueno, nos vemos luego

Veo como aiko se va alejando de mí sin ni siquiera voltear para atrás...

En cuanto la pierdo de vista, cierro el consultorio y me dirijo lo más rápido posible a sacarle copia a mi llave.
Esto no debía de tardar, conozco a alguien que vive cercas del mercado que me podía hacer una copia sin cobrarme tanto.

.........
Ya era san Valentín, y decido cerrar hoy para pasar el día con aiko.

-aiko: oye, sabes, no tienes por qué darme hoy algo, sé que te has esforzado mucho en tu trabajo últimamente, aparte pasas mucho tiempo conmigo, por lo cual no me extrañaría en que no tuvieras tiempo en comprar algo
Antes de que digiera otra cosa, le digo que de hecho, si le compre un detallito hoy, por unos instantes se queda impresionada aiko por escuchar eso.

le pido que extienda la palma de su mano para darle el presente que le eh comprado.

Al principio me da las gracias por pensar en ella y comprarle esto, en eso se crea un silencio por escasos segundos.
-aiko: espera, e-esto es una réplica de la llave de tu casa?, p-p-pero
-Jesús: sabes, últimamente he pensado, y creo que ya es hora de que vivamos juntos, no te parece
-aiko: s-sí, p-pero está seguro, puedo esperar más si lo deseas
-Jesús: te digo que está bien, no hay problema, puedes mudarte cuando quieras
-aiko: entonces... s-si no es molestia, me gustaría mudarme hoy, de todas maneras no tengo gran cosa, lo único que traería seria mi ropa y mis objetos apreciados.
-Jesús: bien.

Nos dirigimos a la casa de aiko para empacar todas sus cosas, traje algunas cajas para facilitar las cosas.
Nuestras casas no quedaban lejos, por lo cual no era ningún inconveniente en llevar sus cosas a pie, en realidad esto no está nada mal, así puedo estar más tiempo al lado de aiko, aunque sea solo cargando sus cosas, este tipo de cosas significa mucho para aiko.
-aiko: entonces el ropero en realidad era para mí
-Jesús: claro, como compartiremos habitación, creo que no vendría nada mal en comprar algo para que pongas tus cosas
-aiko: muchas gracias por pensar en mi Jesús

Ya estando acomodado las cosas de aiko, lo primero que hace después de agradecerme es estrenar el baño para darse una ducha, antes nos bañábamos juntos, pero esta era la primera vez que aiko se baña sola en mí... nuestra casa.

Mientras aiko se aseaba, yo me puse a acomodar nuestro cuarto para que se viera más decente, ahora que viviré con aiko, creo que debo de cambiar algunas cosas que hacia diariamente.
Al terminar, aiko sale del baño limpia, por lo que decido en meterme a bañar también.
Al lado de aiko

Empiezo a dar cabeceadas mientras abrazo una almohada.
Trato de mantenerme despierta, incluso intento pensar en cosas que podría hacer con Jesús más tarde cuando apaguemos las luces, no puedo dejar que me vea dormida, solo tengo que esperar un poco más.

A mi lado.

Al salir del baño, aiko se hallaba dormida en mi cama abrazando una almohada.
La ropa que tenía puesta nunca la había visto, supuse que se la había comprado por mí, la verdad si se ve bastante atractiva con esa ropa, que lastima que se haya quedado dormida, pero esto ya era normal para mí.

Saco una cobija, me acuesto en la cama y cobijo a aiko
Le doy las buenas noches y le doy un beso en la frente, aiko inconscientemente sonríe mientras se sonroja

Saco una cobija, me acuesto en la cama y cobijo a aikoLe doy las buenas noches y le doy un beso en la frente, aiko inconscientemente sonríe mientras se sonroja

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
la locura del amorWhere stories live. Discover now