parte 1: una chica bastante peculiar

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Bueno, otro día, otro dólar para los gastos, si sigo con esta rutina, por fin podre comprarle algo bonito a mi novia aiko, esa chica si es todo un caso, pero aun así la quiero.
Vaya, ahora que lo pienso, en estos cuatro meses que hemos salido, ha hecho varias cosas que jamás lo hubiera creído de ella, me ha defendido de otras mujerzuelas, me ha cuidado ese día cuando estaba muy enfermo por una infección estomacal, me ha dado detalles innecesario y variedad de cosas.

He estado trabajando varios días, hasta con horas extra solo para poder darle un detalle a aiko, tal vez unas vacaciones, una cena a un restaurante de cinco estrellas... ya se me ocurrirá algo

Me tomo muchas horas, más de lo que esperaba, por una emergencia médica.
-gracias doctor, se lo agradezco mucho
-Jesús: si, como sea, cuídese para la próxima

Después de la operación de último minuto, me fui de inmediato a mi casa, esta vez me tendrá que disculpar aiko, pero estoy hecho un caos, estoy cansado, tendré que compensar este día, pero ahora solo quiero estar en mi cama mientras escucho música.
Todo iba a salir como lo planee, pero... aiko me estaba esperando en frente de mi puerta, me sorprendió bastante, ya que jamás había hecho algo así.
Aiko vino corriendo hacia mí, se balancea sobre mí y empieza a darme besos por toda la cara.
-aiko: te extrañe (x3)
-Jesús: je, yo también, pero porque te quedaste en mi puerta?
-aiko: es que pensé que estarías muy cansado como para visitarme, así que decidí visitarte yo.

Esta chica me sorprende bastante, primero sus celos y ahora esto, espero que no llegue a otros extremos.

Ambos entramos a mi casa, le pido que espere en la sala en lo que yo me daba un baño, en eso, aiko empieza a quitarse la ropa, era la primera vez que la veía desnuda, me excite mucho.

Me pidió que fuéramos juntos a bañarnos, en eso, se acerca hacia mí y me acaricia el miembro, estaba muy erecto porque hace varios años que no hago el amor con nadie, rápidamente le di el sí.
La cargue hasta la ducha, cierro la puerta, abro la llave del agua tibia para darle algo más al ambiente.
Aiko toma la iniciativa trepándose sobre mí, abrazándome con sus piernas y brazos, empieza a darme besos muy largos y apasionados en mi bosa, cuello y pecho.

Rápidamente la pego en la pared para atar yo con mis besos, la beso en los labios, el las mejillas, en el pecho y en los senos.
Antes de penetrarla, la siento en un banco que tenía en el baño, pongo sus piernas en mus hombros y meto mis medos en su vagina.
Daba pequeños gritos de placer.
Se veía bastante hermosa desde la altura que estaba, de verla como dios la trajo al mundo mientras el agua recorría todo su cuerpo, vaya, ya quiero hacer eso, pero voy al ritmo de aiko, por lo que sigo explorando su vagina con mis dedos.

-aiko: no, UF, ...s-sí Je-Je... *gritos de placer*

Mis medos ya estaban mojados por los jugos amorosos de aiko, estaba demasiado excitado como para parar, por l que meto un poco más profundo mis dedos.
Aiko da un fuerte grito de placer al a vez que se venía, me manche de su jugo amoroso.
La cara de aiko estaba roja, sus ojos tenían pupilas en forma de corazón y temblaba un poco por venirse.

Ya estaba listo para penetrar a aiko, pero desafortunadamente aiko me pidió que are, estaba muy exhausta por eso

-aiko: *suspiro* por favor amor, HAAA, ya no puedo seguir, creo que
Empieza a dar cabeceadas, se durmió en ese instante, me había dejado con las ganas de hacerlo, pero bueno, será para la otra.
Como seguíamos en el baño, decidí cargar a aiko con un brazo mientras que con el otro la enjabonaba, quería que al menos estuviera limpia, no podía dejarla así.
Obviamente aproveche para acariciar sus senos, no eran muy grandes, pero para mí eran muy jugosos y deseados.

No pude saciar mis deseo de penetrarla, pero al menos si pude recorrer mi mano por todo su cuerpo.

Terminando de bañarla, la envuelvo en una toalla, la seo y le pongo ropa mía en lo que lavaba la suya.
Se veía bastante adorable con esa camisa mía, ya que le quedaba grande.

Como seguía cansado por el trabajo y aiko me quito las ganas, no tenía nada más que hacer que dormir junto con ella.

A la mañana siguiente, aiko me despierta para darme los mejores buenos días que me han dado por mucho tiempo.
Estábamos en frente mirándonos el uno al otro, acaricio la cara de aiko, ella hace lo mismo.

En eso, aiko suelta una lagrima de felicidad, ya que era la primera vez que hemos tenido intimidad en mi casa, y también de dormir juntos por primera vez.

Se disculpa por haberme dejado con las ganas, le digo que no se preocupe, que podíamos hacerlo en otro día.

En fin, hubiera querido estar así todo el día, pero tengo que trabajar, lo bueno es que mañana es fin de semana y tengo dos días de descanso por semana, decidí el fin de semana.

Le digo a aiko que puede quedarse en mi casa, pero yo tenía que cambiarme para ir al trabajo,

Me cambio, desayuno algo ligero, me arreglo y me voy a la puerta principal.
Antes de irme, aiko aparece para darme un beso de buena suerte
-aiko: *beso* suerte amor
-Jesús: gracias... te encargo la casa, si sales cierra la puerta ok
-aiko: pierde cuidado amor, yo estaré esperándote... HA

Le pregunto qué pasa, ella me dice que no ha hecho los deberes de su hogar, que no podía quedarse en mi casa, yo entiendo, de todas maneras la invito a quedarse si quiere.

Me despido y voy a mi trabajo.

en cuanto llegue, rápidamente las enfermeras me arrastraron hasta la sala de operación, ya que hubo un accidente automovilístico y el paciente estaba perdiendo mucha sangre.
Mis inútiles compañeros estaban desayunando y no sabían dónde estaban, de verdad que algunos doctores de aquí son unos buenos para nada, pero por fortuna, más de la mitad de los doctores si cumplen con su trabajo como es debido.

-cielos amigo, te vez de la mierda
-Jesús. Hag, lo sé, he tenido una operación de último minuto, estoy estresado y tengo que quedarme todo el día, lo único que quiero ahora es una taza de café mientras a lado de aiko.
-te entiendo, debes de extrañar a tu chica verdad?
-Jesús: si, pero eso cambiara pronto, por lo tanto tengo que chingarle aquí, que a todo esto ya acabo mi descanso.

la locura del amorWhere stories live. Discover now