Capítulo 24: Soporte y unión.

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—Es estúpido, Giulian aún no tiene edad para eso, —volvió a negar con la cabeza. Sinceramente Clarissa estaba loca, si pensaba que su inocente hermanito podría estar pensando en sexo.

Por otra parte estaba su amistad con Clarissa, ellos dos se habían hecho mucho más unidos desde que pasaban por lo menos unas cuatro horas al día juntos. Al principio le incomodaba un poco toda esa cercanía, sin embargo con el tiempo comenzó a sentirse cada vez más a gusto. Clarissa le tenía mucha confianza, tanto así que hasta le había pedido consejos para enderezar a su hijo. ¡Si Clarissa tenía un hijo! Castiel no cabía de su propia impresión cuando la mujer de fina estampa le había contado que hacía unos siete años atrás ella había pasado por un galante embarazo, e incluso había estado casada con el hombre que actualmente no era más que el padre de su hijo, un director hollywoodense de alto renombre, pero con muy bajas expectativas, si de parejas estamos hablando.

Ella le había mostrado una imágenes de su teléfono móvil, y Castiel quedo aún más asombrado, era un nene sin muchas preocupaciones, en la fotografía se le veía sucio y desarreglado, parecía sudado también, y a sus espalda un gran parque de atracciones. El niño tenía siete hermosas primaveras, se llamaba Mateo Collins Owen, y, ¡por Dios, había sacado el carácter de su madre!

Castiel, quien nunca se había separado de su hermano no pudo evitar preguntar por la ausencia del niño y Clarissa en respuesta solo había hecho un gesto despreocupado con la mano, para luego responder: "Está recorriendo el Asia con su padre y su nueva esposa". Sin duda toda esa información le había dejado sorprendido.

¿Qué más había pasado en ese tiempo? ¡Claro, ya tenía diez tiernas semanas de "dulce espera"! Christopher había pasado toda la semana anterior de viaje en viaje y de empresa en empresa, por lo que había escuchado uno de los arquitectos se había retrasado en el proyecto de remodelación para uno de sus hoteles, y eso implicaba millones de pérdidas en citas que ya estaban concertadas desde hacía meses. Por supuesto Christopher no solo se había enfurecido por las pérdidas monetarias, si no que, para él, era inconcebible que el prestigio de sus empresas decayera por un error tan estúpido y la incompetencia de sus trabajadores. Así era la cosa, el mismo debió poner manos a la obra y finalmente, a punta de esfuerzo había conseguido sacar la obra adelante, era solo cosa de semanas para que su hotel estuviera completamente listo. Cumpliria con las fechas, asi tuviera que desembolzar un par mas de millones.

También se enteró de porque el entrometido hermano Arthur, no había asomado su nariz en dias. Resulta que el muy afamado doctor, estaba en esos momentos tomándose unas merecidas vacaciones en compañía de su esposa, por lo que le conto Clarissa habían viajado dentro del país, y se fueron lugares muy retirados, y dejaron su celulares dentro de las maletas, solo serían tres semanas de pura relajación. A Castiel claro que le cayó bien la noticia, después de todo, debía reconocer la presencia de Arthur le intimidaba un poco, en especial lo confianzudo que era.

Y eso era todo, al otro día tendría cita con su médico, quien también había salido de viaje, aunque en su caso fue por asuntos laborales. Acababa de regresar, e inmediatamente Christopher despejo su agenda y programo una visita, para ver como andaba su hijo en esos aproximadamente dos meses y medio de gestación.

—¿Todo listo? —Consulto el mayor observándoles desde la cocina, tenía una taza de café a medio beber sobre la mesa y el periódico electrónico en ese aparato extraño que revisaba todos los dias.

—Sí, acabo de desayunar y llevo todo lo que me pidió mi hermano también, —contesto Castiel tranquilo. Christopher solo levanto la vista e instantáneamente se bebió el resto del café en un solo trago.

—Excelente, entonces ya nos vamos. —Dejo todo tal cual sobre la mesa, y se levantó con su porte elegante, caminado frente a Castiel. El doncel no dejaba de preguntarse: "¿Cómo diablso hacia ese hombre para verse tan bien?" Apenas había dormido un par de horas la semana pasada, ni se hable de sus hábitos alimenticios, y aun así lucia tan fresco en la mañana, como si acabara de llegar de una extensas vacaciones. —¿Quieres pasar antes por la clínica para ver a tu hermano, o prefieres que te deje allí de regreso? —Consulto, sacando a Castiel de sus divagaciones.

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