Carabanchel

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Que me canso de falsos poetas y amores amargos,
de sentir este hastío pudiendo sentir alivio.
De los amores de barra, y de la amarga trampa del día siguiente.
Que me quiero, [o lo intento] como no lo ha conseguido hacer nadie.
Y no trato de hundirme cuando me canso de esta ciudad de desmadre.
Que tengo amigos pero aún así sobrevivo,
[aunque a veces duela],
mejor yo sola.
Me sé sacar las castañas del fuego, y los problemas de la cueva en la que se encerró mi alma.
Trato de liberarme, por viento y marea, a pesar de que la corriente sea más grande que mis ganas de llegar a tierra.
A tierra, a casa, a abrazar a mi madre y verla descalza caminado sobre las cuchillas que le impone la soledad de haber perdido a su figura paterna,
tan pequeña
Y a la vez tan vulnerable, aunque siendo sinceros, supo desatarse de las ataduras de la tristeza.
Lo mismo que mi abuela, matriarcado, mujer al cargo de toda una casa, una familia y seis hijos a la carga.
Sin llantos, ni tristezas, Carabanchel era su bandera, y la mía seguirá siendo mi madre,
la única familia que siempre estará allí para apoyarme.

Lady Madrid

Moi-même ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora