Lo peor de trabajar el turno de noche no era despertarse junto a Jinyoung. Todo lo que quería hacer era estar en su hogar en su cálida y suave cama, enterrada bajo una montaña de mantas, envuelta en los fuertes brazos de su prometido y su gentil toque.
Los momentos que tiene para compartir con él en su cama, en las mañanas cuando se levanta y en las noches cuando se va a dormir, eran sus favoritos. Eran solo él y ella, envueltos en la cabeza del otro sin preocuparse del mundo.
—Pero ese no es el caso más.—murmuró en voz baja, sacando su bolsa del casillero y cerrándola de golpe.
Con un rápido chequeo de Jinyoung en la parte posterior de su cabeza, se mordió el labio para luchar contra su sonrisa. Él todavía estaba dormido. Si corriera a casa, podría llegar a casa antes de que despertara. Chaeyoung cerró su casillero al lado de Minhee, peinando sus dedos a través de su cabello rubio.
—Entonces, ¿dónde quieres ir a desayunar?—le preguntó, pasando un brazo por sus hombros y llevándola fuera del vestuario. Minhee se estremece un poco, inmediatamente sintiéndose mal.—¿Tal vez almorzar?—por más egoísta que pareciera, la idea de llegar a casa con Jinyoung estaba monopolizando su atención.—¡Oh, me olvido de que tienes a un guapo prometido esperándote en casa!—replicó Chaeyoung con sarcasmo, seguido de un suave suspiro de anhelo.
Habían pasado semanas desde que su mejor amiga había roto con su novio de un año, pero el dolor aún era demasiado crudo para ella. Presionando el timbre para que ambas salieran por la puerta trasera, pasó el brazo por la cintura de Chaeyoung y apoyó la cabeza en su hombro.
—Él no era para ti, Rosé, pero eso no significa que alguien no esté allí afuera.—trató de consolarla, presionando un pequeño beso en su brazo. Su mejor amiga rodó sus ojos y soltó su agarre sobre ella.
—Bien.—suspiró exasperada, se alejó un paso y sacudió dramáticamente su cabello sobre su hombro.—ve a casa, ve con Jinyoung, toma una siesta...y luego nos encontraremos para almorzar.
—Bien, porque apenas pude verte todo el turno.—respondió, inclinándose para presionar su mejilla contra la de ella y besar el aire.—te enviaré un mensaje de texto cuando me haya despertado.—yendo en dirección a su automóvil, hurga en su bolso por sus llaves.
—Nos vemos luego.—llamó Chaeyoung, dándole una pequeña ovación mientras desaparecía a la vuelta de la esquina. Ahora para llegar a casa antes de que Jinyoung se haya despertado. Tuvo una pequeña sorpresa para él.
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Todo el viaje a casa, estaba revisando a Jinyoung en la parte posterior de su cabeza. Por algún milagro, se quedó dormido pacíficamente. Al llegar a su nuevo apartamento, dejó todo en su automóvil y lo colocó sobre su hombro, prácticamente corriendo hacia el edificio. Estaba tan emocionada de llegar a casa, rebotando sobre las puntas de sus pies en el ascensor. Sus retiros no fueron tan malos como lo fueron cuando conoció a Jinyoung.
