Imagina con Spencer Reid

Depresión parte 2

Le conté todo, cada detalle desde que conocí a Matt. Me sentía aliviada. No había contado jamás todo lo vivido. Pero me sentí totalmente aliviada.

- Has tenido una vida dura, realmente dura. Pero no estás sola. No debes morir.

- Sí estoy sola, Matt ya no está, era mi única familia, quiero volver a estar con él - una lágrima cayó por mi cara. Él la limpió.

- No te voy a decir que sé lo que sientes, porque no es así. Pero yo sentí algo similar alguna vez. Mi novia fue asesinada delante de mí, yo no pude hacer nada para evitarlo - hablaba con tristeza, aún le dolía.

- Lo siento tanto, por hacerte revivir eso. ¿Cómo lo superaste?

- Eso no se supera. Uno supera una cartera o reloj perdido, pero no a la persona que amas. Simplemente vives con ello. No es fácil, pero con la ayuda de los demás se puede.

- Yo no tengo a nadie más, estoy sola, Spencer, eso nos diferencia.

- No, ya no estás sola. Ahora me tienes a mí y yo no te voy a dejar sola, te lo prometo.

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Y así lo ha hecho, llevamos dos meses hablando, va todos los días a la cafetería a vernos, nos juntamos todas las noches a comer en cualquiera de los departamentos, cuando no podemos vernos en lq noches por su trabajo, me llama. Pero no me ha dejado y eso me reconforta demasiado. No le he dicho que se parece a Matt, ni le he mostrado ninguna foto de él. No le he dicho que siento cosas cada vez que está cerca de mí, que siento que Matt ha vuelto. No le he dicho que lo quiero y que me salvó la vida. No le he dicho que me he enamorado de él.

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SPENCER POV

El equipo y yo nos encontrábamos en el jet haciendo la victimología.

- Chef profesional secuestrada en el estacionamiento de su restaurante. - decía Prenttis.

Yo sólo pensaba en Rosemary en cómo estaba, había hablado con ella hace una hora. Pero estaba preocupado. Aún recuerdo cuando la vi a punto de suicidarse en el balcón. Sabía que no debía asustarla porque podría ser peor, pero no quería que muriera.
Me había encariñado mucho con ella en estos meses, tenía un cierto parecido a Maeve, eso me había atraído hacia ella en la cafetería.

- Reid, despierta - JJ estaba frente a mí tratando de hablarme. - ¿Qué es lo que te pasa? Estás muy distraído.

- Lo siento, ¿Qué pasa?

- Llegamos. Pero algo te ocurre a ti. Mira soy tu mejor amiga, te conozco bastante como para saber que has estado así hace unos meses y estoy segura que es por una chica.

- Estoy preocupado por ella.

- ¿Por qué?

- Ella no está bien, ha sufrido demasiado. Hace dos meses, cuando comezamos a hablar, la salvé de que se suicidara.

- Oh por Dios, Spence- tomó mi hombro.

- La he estado ayudando estos meses, pero aún así me preocupa. Es entendible que tenga esa depresión. Realmente ha sufrido mucho.

- Te importa

- JJ, creo que estoy enamorado de ella y no quiero perderla como a Maeve.

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Estaba en mi sillón con un libro de autoayuda en mis manos. Me había concentrado en leerlo. Sabía que necesitaba ayuda y Spencer me había abierto los ojos.
Tocan la puerta y veo a Spencer parado con una maleta en el piso. No lo veía hace 4 días y lo extrañaba demasiado.
Lo abrazo muy fuerte y el me recibe apretándome junto a él. No lo quiero soltar, lo miro fijamente a sus ojos color miel y él me ve con dulzura, Veo a Matt cads vez que lo miro a los ojos.
Lo beso, quería hacerlo hace un tiempo, pero no me había atrevido, el haberlo extrañado ayudó a que me atreviera. Él me sigue el beso y eso me hace tener más seguridad.
Caminamos hacia mi departamento, él cierra la puerta y seguimis basándonos. Nos dirijimos a mi cuarto y comenzamos a sacarnos la ropa.

- ¿Estás segura de esto? - pregunta con cierta preocupación. No quería que me viera como un cristal que en cualquier momento se rompería.

- Créeme, quiero hacerlo desde que te conocí. - y lo hicimos, me trató con tal delicadesza que me sentí protegida, había deseado volver a sentirme así, volver a sentir algo y sobre todo, ser feliz aunque fuera un momento.

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Aún no amanecía, eran las 5:57am y yo me encontraba en mi balcón fumándome un cigarrillo y mirando a la nada. Había un poco de frío, estábamos a Septiembre y ya se sentía la helada que venía. Yo estaba vestida solo con la camisa de Spencer.
Siento que me abrazan por la cintura, su caricia me hace sentir viva.

- ¿Qué haces despierta tan temprano?-tiene la voz rasposa y me encanta.

- Siempre me despierto a esta hora, me gusta ver el amanecer. - De a poco el sol iba saliendo. Los dos nos quedamos mirando la bella imagen mientras nos abarazábamos.- Quería guardar este momento por toda la eternidad.