III

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- Ehm. ¿A mí? Nadie – respondió Camila, respirando aliviada al escuchar sonar el timbre que indicaba la finalización de la hora.

- ¿Quién lo diría? "Te salvó la campana", como en las películas – rió Lucía, mientras se levantaba del suelo.

- En el receso nos contarás, estoy segura que alguien te gusta – sonrió acusadoramente Kathrina.

- Está bien, está bien – dijo Camila, resignada -, hablaremos luego del tema.

Mientras se dirigían al salón, Camila comenzó a preguntarse si sería buena idea contarles a aquellas niñas quién le gustaba en realidad. – Me joderán todo el año – pensó. Pero tal vez sea buena idea, podríamos ser amigas, entablar una linda amistad...

La siguiente hora pasó tan rápido que, cuando se dieron cuenta, ya todos los alumnos del colegio estaban a empujones en el Buffet para comprarse algo para comer en el receso.

Camila intentaba evadir a sus, casi, nuevas amigas. Hablar de aquel tema, para ella era como meter el dedo en la llaga, la cual nunca había curado del todo, ni lo haría hasta quién sabe cuándo. Trató de pasar disimuladamente por detrás de las chicas pero, para su mala suerte, ellas la vieron.

- Hey, hey, ¿a dónde crees que vas chiquilla? – dijo Kathrina. Tenemos un tema que finalizar – sonrió algo perturbadora.

- Iba a comprar algo para comer, ¡muero de hambre! – dijo Camila, maldiciendo dentro suyo.

- ¡Claro que sí, campeona! – ironizó Lucía. Yo sé que quieres escapar, pero no lo harás, lalala – bromeó, señalándola con el dedo, tal cual lo haría una chiquilla de ocho años.

- Está bien, qué va – respondió Camila, rindiéndose.

- Venga, cuéntanos – dijo Ka, caminando hacia el patio del colegio -, ¿quién es aquel niño que te ha robado el corazón?

- Okay, yo se los contaré – suspiró Camila -, pero NI UNA PALABRA A NADIE – resaltó-, ¿de acuerdo?

- ¡Obvio que no! – aseguró Kathrina.

- Soy una tumba – dijo Lucía, mientras alzaba una mano como señal de juramento.

- O sea que puedo confiar plenamente en ustedes, ¿verdad? – insistió Camila, insegura.

- ¡Que sí, Jesus! – exclamó Ka.

- Ya, cuéntanos antes de que a ésta le dé un ataque de nervios por chismosa – dijo Lu, señalando a Kathrina.

- De acuerdo, lo haré. Me gusta Nick – dijo rápidamente Camila. Tan rápido que ninguna de sus amigas llegó a entenderle.

- ¿Qué? ¿Quién? – preguntaron al unísono.

- ¡Dios! ¡Nick! – exclamó más relajada, Cami. ¡Es que no puedo gritarlo!

- ¡OH MY GOD! – gritó Lu.

- ¡NO TE LO CREO! – dijo Ka.

- ¿Really nigga? – preguntó Cami riendo junto con sus amigas, ya que nuevamente el timbre interrumpió su charla, solo que esta vez indicaba la finalización del receso.

- Okay, en serio, hablemos rápido – dijo Lu, dejando de reír -, ¿eso es cierto?

- Espera, fueron compañeros de primaria, ¿verdad? – afirmó Ka, mientras emprendían su camino hacia el salón.

- Sí a todo – respondió Camila con una sonrisa de oreja a oreja, a lo que sus amigas respondieron con una carcajada.

- Es muy feo... - agregó Lu en un susurro, haciendo un gesto de asco y mirando al famoso chico que justo pasaba por su lado.

- Bueno, a mí me gusta, déjame – se defendió Cami, ruborizada.

- No es feo, pero tampoco es wow, qué galan – dijo Ka-. ¿Y qué tal él?

- ¡Eso, eso! – insistió ansiosa, Lu. ¿Él sabe que le gustas?

- Nada. Sí, lo sabe, pero nada, nunca ha pasado de una simple amistad. Aunque todo fue empeorando con el tiempo... - respondió melancólicamente la pelirroja.

- Pero, ¿cómo se lo has dicho? – preguntó intrigada Ka.

- Sinceramente no lo recuerdo- respondió a la brevedad Camila-, pero lo que sí recuerdo es que antes éramos muy amigos, solíamos llamarnos mejores amigos entre nosotros, hasta que todo cambió cuando le confesé que me gustaba... - suspiró con tristeza.

- Oh, eso no es para nada lindo, creo que le dicen Friend Zone – agregó Lu, acotando con su perfecta pronunciación del Inglés.

- ¿Friend qué? – preguntó Ka.

- ¡Friend Zone! – exclamó Lu, obvia. Es como la zona de amigos, una vez que caes dentro (o te tiran), nunca logras salir. Sólo las personas más valientes lo consiguen.

- ¡Ay, qué dramática! – reprendió Ka a su amiga, mientras Camila intentaba sonreír ante el momento. No siempre es así, de seguro hay mucha gente que ha logrado salir y tú no te enteras.

- Puede ser, puede ser... - respondió Lu.

- Tal vez, pero éste no creo que sea el caso – acotó Cami. Entré en la "Friend Zone" –dijo haciendo comillas con sus dedos-, hace como cinco años y aún no logro salir, no lo haré, moriré ahí, ya lo creo – finalizó mientras se sentaba en su respectivo banco.

- ¿Por qué eres tan negativa, Camila? – la reprendió Ka, sentándose al lado de su amiga hasta que entrara el profesor, pues sus bancos estaban ubicados lejos uno del otro.

- ¡No lo soy! – se defendió Camila, cruzándose de brazos. Sólo soy realista, eso es diferente.

- Sí lo eres, admítelo – pidió Lu-, tal vez tengas que acercártele un poquito más, intenta hacer que la relación funcione como cuando eran "mejores amigos" – finalizó haciendo comillas con sus dedos.

Las chicas comenzaron a sentir una mirada sobre ellas, el sentirse observadas hizo que Camila se estremeciera y comenzara a ponerse nerviosa.

- ¿Quieres que esté más cerca de él? – preguntó Camila, incrédula. Pues yo diría que no, ya que eso sería acoso, por si no se han dado cuenta, él se sienta a mi lado – susurró inquieta.

El sonido de la puerta al abrirse hizo que todos los alumnos regresaran a su lugar, tal como cuando alguien pisa un hormiguero, todos comenzaron a moverse rápidamente del lugar en el que se encontraban, pues nadie estaba en su pupitre exceptuando, claro, Camila y Nick.

La niña sintió una mirada sobre ella nuevamente, pero decidió olvidarlo y prestarle atención a la clase ya que no llevaba muy bien esa materia. Odiaba las matemáticas y, para su suerte, el profesor era muy estricto.

Todo transcurría con normalidad, la última hora de esa clase para Camila resultó ser igual que las anteriores, tediosa, así que comenzó a dejar de prestar atención. Se encontraba en su mundo hasta que alguien la sacó de un golpe de allí:

- ¡Hey! ¡Camila! – escuchó que alguien le susurraba.

Flicker {Editando}Where stories live. Discover now