2. Sub presidente del asiento de atrás.

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Si no aparecía antes de que llegue su padre se metería grandes problemas.

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Por otro lado Ana estaba paseando por Alacante bajo la identidad de otra persona.

A medida que Ana fue creciendo también lo hicieron sus poderes.
Puede cambiar de forma de cualquier persona viva o muerta, sentir lo que ellos sienten y recordar lo que ellos vivieron.

Un poder un tanto enfermizo, pero muy útil en esos momentos.

Ahora mismo era una cazadora de sombras de londres con la que se cruzó alguna vez.

Fijo la vista en el reloj que se encontraba en lo alto del Gard.

<<Vaya, se me está haciendo tarde>> Pensó mirando el reloj

Ya era hora de volver, se alejó de los cazadores de sombras que transitaban por ahí.
Ella no podía desaparecer en medio de la gente, le causaría problemas con su padre.

Fue a parar a un callejón atrás de una tienda de armas y de ahí a su habitación en segundos.

Entró a su baño y dejó que se llenara la bañera hasta que ella se desvistiera.

Una vez lista se sumergió en el agua hirviendo, así le gustaba a ella. La sensación como del fuego quemando su piel la relajaba y le brindaba calor.

La puerta se abrió de repente y Ana se puso en alerta casi al instante. Se dejo relajar entre las espesas burbujas que la cubrían cuando lo vio que era Jonathan quien estaba en la puerta de su baño.

-Lo siento, sea lo que sea que haya hecho lo siento.-comenzo a avanzar- Por favor perdoname por lo que hize, te necesito en mi vida para que no pierda la cabeza y me vuelva un loco sin juicio ¿Me perdonas hermanita?

Jon estaba arrodillado junto a la bañera con los cabellos esponjados por el vapor y la humedad del baño.

-Ven aquí idiota ¡Claro que te perdono! -Ella extendió sus brazos mojados y con espuma hacia él.-Ven que te doy un abrazo

El se abalanzó a los brazos de su hermana pero luego retrocedió rápidamente.

-¡Por Raziel Ana! Esto esta hirviendo ¿Como puedes estar ahí dentro? ¡Sal ahora mismo que te quemaras!

Corrió a buscar toallas para socorrer a su hermana

-Ya tranquilizante -dijo ella tomando la toalla que le dio su hermano saliendo de la bañera cubriendose- estoy bien, el calor no me hace daño.

Fue hacia su closet seguida de su hermano y busco algo que ponerse

-Esta bien te creo -Jonathan se acostó en la cama de su hermana y vio como ella se frustraba al no encontrar algo que ponerse.- Ponte algo mundi ¿Tu no tienes ropa así? Estarás en las calles siguiendo a una mundana, no necesitas un equipo de combate para ello Ana.

Ana cogió unos jeans y un top negro.

La mayoría de su ropa era de ese color ya que hacia resaltar su cabello plateado y su piel pálida.

-¿Y que harás tu, Jon?-pregunto ella dirigiéndose a el cambiador

-Estaré con nuestro padre secuestrando a la madre de la chica a la que seguirás - la calma en su voz no le gustó nada a Ana

-¿Qué harás que...? Jonathan Christopher Morgenstern ¡No puedes hablar de secuestrar personas tan tranquilo! ¿No te das cuenta de que eso esta mal? -dijo Ana furiosa

Odiaba cuando Jonathan actuaba de mala manera ella le reñia cuando le hacia el mal a las personas siempre quiso que su hermano sea una buena persona y tenía la esperanza de salvarlo.

Cazadores De Sombras: Anastasia Morgenstern Donde viven las historias. Descúbrelo ahora