Estréname /Yoonmin (Omegaverse)

Aunque tiemble

Jimin miro desde su cómoda posición a su Alfa, quien miraba totalmente concentrado unos documentos. Se movió despacio por el colchón, como una pluma posiciono su cabecita en el regazo de Yoongi -¿Qué miras?- Pregunto en un susurro, después de ser cruelmente ignorado.

-Informes, Tae y Sunny están...interesados en nuestra visita a la electrificadora, hicieron una solicitud para acompañarnos- El Hámster abrió sorprendido sus ojos, quien imaginaria que todos esos interrogatorios serían por esa causa. Mientras para él era toda una odisea, un recordatorio tortuoso para esos Lobos parecía ser muy divertido. El roedor quería tener esa valentía, de verlo como un deber, para investigar a profundidad la manera de liberar a su especie.

-Si quieren ir deberían dejarlos, que estén tan entusiasmados es bueno porque seguro su vibrante aura le dará coraje a todos. Les hablara de un exterior hermoso, lleno de posibilidades- Susurro como si estuviera cantando una canción de cuna, con notas suaves y de forma armoniosa, mientras su pequeña mano trazaba una que otra caricia esporádica en el fibroso muslo del alfa, no un lugar tan cómodo para descansar.

Yoongi cerró la carpeta, dejando los papeles a un lado –Se los diré mañana entonces- El Alfa hizo gala de su fuerza para arrastrar el cuerpo de Jimin, posicionándolo completamente encima de él, envolviendo la pequeña cintura –Ya en dos días volverás a ver ese lugar que te esclavizo por tanto años ¿nervioso?

El Omega frunció el ceño, refunfuñando –Nervioso es poco, estoy aterrado, cuando pienso en ello siento que me voy a paralizar...Yoongi, ese lugar siempre ha estado en mi cabeza, sus limitaciones, reglas y rejas no me han dejado aun cuando soy libre, si vuelvo allí será más real, mi encierro, mi rol como esclavo y prisionero...- La gran palma del Lobo cubrió con facilidad la totalidad del regordete moflete, acercando con suavidad sus rostros, para trasmitirle seguridad por medio de un pequeño beso.

-Jimin, desde que estamos juntos ¿no ha sido todo diferente? Yo he visto el cambio, tu progreso, no eres el prisionero que seguía encadenado a ese lugar, has cambiado tanto que se te nota físicamente, eres completamente libre, aunque vuelvas a estar encerrado, ellos no podrán volver a poner cadenas en tu corazón u alma- Los pequeños ojos negros brillaron en expectativa, podía sentir contra su pecho el alocado corazoncito del roedor -¿Sabes por qué?- Susurro de forma intima, solo milímetros separando los labios de ambos, con sus narices rozándose en caricias cariñosas.

-Porque te pertenecen, oh gran Líder- La melodiosa risa produjo que Jimin expulsara su aliento cálido en la cara contraria, produciendo cosquillas, contagiando a su pareja.

-Respuesta correcta, te felicitaría pero era obvio- Atrapo entre sus labios el belfo superior de su omega, acariciándolo a la par que era imitado, con el Hámster enfocándose en el belfo inferior –Eres mi mota de pelos- Gimió ronco contra el beso que compartían, que aumentaba de nivel con los minutos, involucrando en el juego la traviesa lengua del Lobo, que invadía y devoraba sin piedad.

-¿Tu también?- Jimin logro separarse del demandante contacto. Ofuscado pregunto aquello que siempre lo tenía preocupado, aun cuando Yoongi no le diera espacio a dudas, él quería oírlo, adoraba que la ronca voz del Alfa lo llenara de palabras de amor.

Yoongi se pasó la lengua varias veces por sus hinchados labios, dificultándole concretar las palabras adecuadas –Un Líder no puede pertenecerle ni a su pareja o hijos, lo primero es la Manada, por eso todos te recompensa cuidando con mayor énfasis a mi descendencia y a la persona que incondicionalmente está a mi lado- El Omega asintió algo desanimado, lo entendía pero no dejaba de sentirse doloroso, como un peso en el pecho.