45. ¿Eris o Iris?

165 38 10
                                    

Iris apareció completamente envuelta en llamas. Su cuerpo desprendía un calor insoportable, pero las llamas no tocaban a la jovencita.

—¡Aléjate de mi madre!

Jason se había quedado petrificado al contemplar la asombrosa aparición. Aún sujetaba el arma, pero ni siquiera se daba cuenta de lo que sucedía.

Iris se había acercado hasta Jason. En realidad el fuego sólo existía en su mente, pero eso nunca podría averiguarlo porque la alucinación era muy real para él.

Jason la miraba con auténtico pavor. Una niña envuelta en llamas que se acercaba hasta él salida del mismísimo infierno.

Cuando Iris le agarró del brazo, Jason gritó con todas sus fuerzas al sentir un calor que le abrasaba . Presa del pánico, alzó la pistola y disparó.

El estampido resonó en la habitación. Parecía no haber sucedido nada, pensó Hannah, hasta que vio como Iris se doblaba por la cintura y se agarraba el estomago.

¡Estaba herida! ¡La bala la había alcanzado!

Iris gritó de dolor y de rabia. Sus ojos se transformaron en dos ascuas incandescentes y creció de tamaño hasta llegar a superar en estatura a Jason.

—¿Te acuerdas de mí? —Dijo con una voz pavorosa.

—¿E...Eris...? —Jason estaba lívido de terror.

—He venido a llevarte al infierno conmigo.

Eris agarró a Jason del cuello como ya lo hizo en otra ocasión y lo levantó en el aire. La mascara que cubría el rostro de Jason cayó al suelo. Ella se dio cuenta de que en realidad no estaba desfigurado, tan sólo había fingido. 

Muy típico de esa rata de Jason, siempre con sus truquitos, pensó la jovencita.

—Esta vez terminaré lo que empecé —gritó Eris.

Jason que aún sujetaba la pistola volvió a disparar y sonaron tres explosiones simultáneas, las balas rozaron a Hannah, pero ninguna la llegó a alcanzar.

Eris le miró con un odio terrible en sus ojos. Su mano convertida en una afilada garra desgarró el rostro del hombre que aulló de dolor. Ahora ya no necesitaría mascara.

"Iris, no lo hagas, no te condenes por él ".

Hannah trataba de impedir que lo asesinara, aunque tampoco ella entendía por qué se lo impedia.

"No, Hannah, ya no hay vuelta atrás".

Jason disparó de nuevo y un gritó de dolor hizo que Iris mirara hacia atrás. Él aprovechó ese momento de confusión para soltarse y cayó al suelo con un golpe secó.

Hannah estaba herida. Iris trató de acercarse a ella y Jason disparó una última vez a la espalda de la muchacha.

La jovencita se derrumbó en el suelo. Tenía el vestido empapado de sangre.

Hannah no podía moverse, aún seguía atada a la silla, mientras que Iris en el suelo no se movía. Jason no estaba, había desaparecido.

Haciendo un esfuerzo sobrehumano nacido de su miedo, de su dolor y de su rabia, Hannah logró liberar una mano. Poco después conseguía soltarse de sus ligaduras.

Hannah se arrodilló junto a Iris. La niña no respiraba o por lo menos eso parecía.

—¡Iris! ¡Despierta!...¡No puedes dejarme ahora!

La jovencita abrió los ojos.

—Perdóname, mamá...no pude detenerle ¿estás herida?

—No pasa nada, mi amor, no ha sido nada —la bala solo le había rozado el brazo. Tenía la manga del vestido empapada de sangre pero ella apenas lo notaba.

—Quería matarlo, te estaba haciendo daño y me volví loca... No quería volver a ser Eris, Iris es un nombre mucho más bonito.

—Para mí siempre serás Iris, mi niña. Te llevaré al hospital.

Hannah sacó el teléfono móvil y rápidamente llamó al servicio de emergencias.

—No me queda mucho tiempo, mamá. Me gustaría quedarme contigo hasta el final...

Hannah lloraba desconsolada mientras acunaba a su hija entre sus brazos.

—Me gustaría...que te despidieras por mí de papá, dile que ha sido el mejor... padre del mundo y a Anissa dile que fue una hermana maravillosa...y que nunca los...olv...idaré...

—Se lo dirás tu misma, Iris, sólo aguanta un poco.

—Y a ti, mamá...tú has sido lo mejor...lo mejor que me ha pasado en mi vida...

—Tú también Iris...

—No llores, sabes que la muerte...no existe...Nos en...encontraremos de nuevo...

Los ojos se le cerraron y pareció dormirse con una dulce sonrisa en los labios. Había sido feliz. Durante unos días, Iris pudo tener lo que siempre había deseado. Una familia, alguien que la quisiera y había dado su vida por proteger a Hannah, como siempre había hecho.

Eran más que hermanas, eran más que una madre y una hija...Eran una misma persona y Hannah no sabía como iba a poder soportar su ausencia.

Hannah la besó. Sabía que no había muerto. La muerte no existía como bien dijo ella, pero extrañaría a esa dulce niña que se había convertido en algo tan importante para ella.

—Te echaré de menos, Iris. Ahora tan sólo espero tu regreso. Sé que despertarás, no sé cuándo, ni dónde, pero también sé que volveremos a vernos no dentro de mucho. Adiós mi niña...

El sonido distante de una sirena despertó ecos en la solitaria calle, pero Hannah no le prestó atención.

Su alma estaba en paz, recogida en sí misma mientras acunaba el cuerpo de su hija y suavemente le cantaba una nana para que pudiera dormir tranquila por toda la eternidad.

Su alma estaba en paz, recogida en sí misma mientras acunaba el cuerpo de su hija y suavemente le cantaba una nana para que pudiera dormir tranquila por toda la eternidad

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Hannah. El despertar. (Terminada)Where stories live. Discover now