capitulo 56

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Permanecer en silencio suele ser la mejor táctica para vigilar en la oscuridad y así poder estar alerta a cualquier movimiento extraño o enemigo. Pero el silencio que rodeaba a Kadar y Dirar no era el silencio que a ellos les gustaba, podían sentir en el frio aire que algo muy malo estaba acercándose a ellos y cerniéndose sobre sus cabezas como un velo de niebla congelante.

Los dos jóvenes eran de los mejores Jӓger que poseía el clan, entrenados personalmente por Tristán y criados por él como si fuesen sus hijos naturales. Habían depositado en ellos la tarea de mantener a salvo al pequeño grupo de hijos de Adán que habían encontrado en la ciudad y esperar a que llegaran refuerzos para ayudarlos, sin embargo; las cosas estaban empeorando muy rápido y los dos muchachos comenzaban a dudar si serian suficiente para cumplir con la misión.

_ Esto no está bien._ Dijo Dirar al tiempo que la niebla comenzaba a filtrarse por las grietas del viejo edificio en el que se encontraban refugiados._ La gente comienza a ponerse nerviosa y sabes lo que sucede cuando el miedo se apodera de las personas.

_ Estamos en peligro._ Continuo Kadar._ Esta niebla es solo un aviso de que están cerca._ Ambos jóvenes se miraron con preocupación._ No somos suficientes para enfrentar a una piara de esas criaturas.

Solo había un grupo de diez Cazadores a cargo de la protección de aquellos inocentes, eran bastantes para mantener el orden pero insuficientes para hacer frente a un ataque de criaturas sobrenaturales.

_ ¿Qué crees que los está retrasando?_ Dirar se acuclillo en el borde del edificio y miro hacia abajo, la niebla ya era tan condensa que ver el suelo resultaba imposible, reptaba sobre las paredes como si tuviese vida. El pensamiento de esa cosa poseyendo una vida lo estremeció de pies a cabeza.

_ No lo sé, quizás están preparándose para la guerra contra Metatron.

_ Vamos a morir aquí, Kadar._ La impotencia se derramaba en cada palabra dicha por Dirar._ Tenemos que hacer algo por esta gente o mañana no existirá nadie a quien proteger, ni siquiera existiremos nosotros.

Kadar lo sabía, lo sentía en todo su cuerpo. El peligro y la muerte los estaba persiguiendo y lo peor era que casi los alcanzaba. Esta ocasión el silencio no era su mejor táctica de defensa, era una maldita canción de muerte; una canción que él se negaba a tener que escuchar.

_ No moriremos aquí._ Lo dijo casi en un susurro que fue arrastrado por el viento. Miro fijamente a Dirar._ Lo entiendes, nadie va a morir hoy y tampoco mientras yo esté vivo.

Dirar no dijo nada, asintió consiente de que su amigo no hablaba por hablar. Estaba siendo serio y lanzaba un reto a lo que fuera que los asechara.

***

_ ¿Qué pasa con Metatron?

Kilian estaba completamente perplejo, no comprendía porque cuando faltaba tan poco para la gran batalla final los lideres daban un paso hacia atrás y dejaban a los hijos de Anac lidiar solos con el problema.

_ Tienen que darnos una explicación._ Puntualizo Alaric sintiéndose igual de confundido que Kilian.

_ Tienen que ser sinceros con nosotros._ Una miraba a los líderes con fuerte convicción._ Somos sus sucesores, al menos nos deben eso.

_ Una tiene razón._ Kavi apretó sus manos en puños._ Tenemos que comprender.

Eucalion miro al grupo de jóvenes frente a él, vio en sus ojos la chispa de grandes líderes pero aún tenían mucho que aprender y mucho que experimentar para llegar a obtener la sabiduría necesaria para ser un buen guía para sus pueblos. Incluso ellos que eran viejos seguían aprendiendo.

Los Hijos de Anac - Las Marcas SagradasOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz