Capitulo 37

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El viento azotaba con gran fuerza mientras las olas chocaban contra las rocas lavándolas y desmoronándolas en pequeñas partículas que caían al mar perdiéndose en sus profundidades. Metatron observaba el espectáculo desde el borde del risco, la sensación de que podía caer en cualquier momento le hacía sentir vulnerable y aunque eso pareciera ridículo en algunas ocasiones eso era lo que necesitaba sentir.

Había dejado que el hijo de su hermano Zadquiel y sus amigas escaparan, no sentía ninguna diversión en mantenerlos cautivos y más cuando tenían un problema más grande con la descendiente de los Sidhe, eso era suficiente distracción sin que él interviniera. Pero estaba seguro que Azrael había tenido algo que ver, podía imaginar sus planes sin que se lo compartiese y esperaría el momento en que ya no le necesitara más para deshacerse de él de una buena vez y para siempre. Habían sido expulsados del cielo por traidores pero jamás permitiría que entre sus filas alguien se osara a traicionarle a él.

Recordaba el día en que los Sidhe decidieron darle la espalda, estuvo furioso con ellos durante años pues él les había creado con su propia sangre y un poco de ayuda demoniaca, pero la verdad es que también se había sentido aliviado. La magia oscura con la que los había creado los consumía y terminaba transformándolos en criaturas traicioneras, impredecibles y letales. Al final lo habrían traicionado; sin embargo no les terminaba de perdonar.

También pensaba en Danna y en como todo habría sido diferente de haberlos dejado amarse con libertad.

_ Otra vez solo._ Azrael volvía a aparecer sorpresivamente.

_ Me gusta estar solo._ Dijo Metatron con frialdad.

Azrael se acercó lentamente al borde del risco, miro a su líder con el rabillo del ojo y pensó en lo fácil que sería deshacerse de él en ese preciso momento pero entonces sus planes se verían arruinados.

_ ¿Qué harás con el Santo?

_ Nada.

_ ¿Qué harás con los que escaparon?

_ Nada.

Azrael frunció el ceño, lo miro inquisitivamente pero Metatron nunca lo volteo a mirar.

_ ¿Te estas arrepintiendo?

Metatron lo volvió a mirar, luego se alejó dejando solo a Azrael al borde del precipicio. No tenía por qué darle explicaciones a nadie de lo que planeaba hacer o de lo que dejaría de hacer, le importaba muy poco lo que Azrael pensara de él, finalmente no era su problema, se trataba de su venganza y punto.

Lo que Metatron nunca admitiría era que últimamente se estaba sintiendo asqueado con todo, ya no le importaba el ritual y mucho menos si regresaba algún día al cielo. Lo único que de verdad le gustaría hacer era dejar libre a sus hijos para que tuviera la vida que él y Danna no consiguieron vivir. Sus hijos podrían ser su redención, eran lo único que verdaderamente le importaba.

Metatron ya no tenía futuro había corrompido su alma hasta la degradación completa pero sus hijos eran otro asunto. Ellos si tenían una oportunidad, les conocían lo suficiente para saber que lo que más deseaban era alejarse de él y de su maldita guerra.

Los Hijos de Anac - Las Marcas SagradasWhere stories live. Discover now