Capitulo 24

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_ Tienes que calmarte._ Gritaba Gideon detrás de su hermano.

Alaric no se podía calmar ¿Cómo podría? Tenía una pista de donde podría encontrarse Quinn y los demás, al principio estaba tan frustrado cuando el vínculo cayo entre ellos que no consiguió pensar con claridad pero después de un rato comprendió que en lo poco que ella consiguió describirle estaba lo necesario para encontrarlos.

_ ¡Alaric, detente! _ Continuaba Gritando Gideon mientras intentaba alcanzar a su hermano que parecía correr por los pasillos.

Entonces apareció Aria en el otro extremo del pasillo, a su lado se encontraba Owen y ambos se detuvieron al ver a Alaric caminando por el pasillo mientras era perseguido por su hermano que gritaba para detenerlo pero su hermano lo ignoraba completamente.

_ ¿Pero qué sucede?_ Pregunto Aria en cuanto Alaric estuvo cerca de ellos.

_ Conseguí comunicarme con Quinn y tengo una pista._ La mirada de Alaric y Aria se conectó en segundos._ Necesito ir al salón de la ciencia.

Aria asintió.

_ Vamos, yo te llevo.

El gran salón de la ciencia era una gran biblioteca llena de mapas, libros con la historia de la humanidad, los secretos detrás da las leyendas de los hijos de Adán, la verdad sobre la guerra en el cielo y los orígenes de los hijos de Anac. El salón de la ciencia guardaba miles de secretos que por siglos fueron la motivación para muchos aventureros en busca de poder y gloria, estos eran secretos que jamás se encontraron porque desde siempre fueron resguardados por los Arcángeles.

_ ¿Qué necesitas?_ Pregunto Aria.

_ El libro de la isla.

Owen miro a un lado y luego al otro como tratando de recordar donde había visto la última vez aquel viejo libro. Gideon les prestaba atención mientras intentaba recuperar el aire por haber corrido sin éxito detrás de su hermano.

_ Por aquí._ Indico Owen llevándolos a la parte más oculta de la biblioteca.

Los cuatro buscaron en los estantes más altos donde la mayoría del tiempo eran colocados los libros menos utilizados.

_ ¡Lo tengo! _ Grito Gideon.

Tomo el libro y se lo entrego a su hermano quien lo coloco en la primera superficie plana que encontró a su alcance, abrió el libro y busco el mapa de la isla.

_ Quinn me dijo que no sabía dónde estaban._ Comenzó a explicar Alaric._ Dijo que estaban seguros de no estar en la isla, que los tenían encerrados en un calabozo oscuro, húmedo y que no había ninguna entrada de luz pero que podían escuchar el mar. _ Todos le prestaban atención, Alaric señalo el mapa._ Cuando solo era un niño recuerdo que mi padre me conto como fue que llegamos a la isla, lo que me llamo la atención de la historia fue que en un principio había otra isla._ Todos levantaron la vista del mapa para ver a los ojos a Alaric._ Una isla gemela, la réplica casi exacta de Duranki. Su castillo se encuentra cercano al mar._ Alaric coloco su dedo sobre el mapa señalando la gran isla Muraki.

Muraki era una isla exactamente igual a la isla Duranki, en un principio se destinó para mantener alejados a los curiosos ojos de los hijos de Adán y de los demonios de la verdadera isla que resguardaba a los protectores anónimos de la humanidad. La única diferencia entre ambas islas era el castillo, en Muraki la fortaleza estaba erguida sobre una gran saliente de rocas al lado del mar.

_ El castillo esta sobre el despeñadero, las olas golpean las rocas todo el tiempo._ Dijo Owen con una sonrisa.

_ Lo tenemos. _ Aria estaba emocionada porque al menos ahora sabían dónde buscar.

_ Tenemos que salir cuanto antes._ Agrego de inmediato Alaric, todos asintieron.

_ Ve y pon al corriente a los demás._ Le indico Aria a su amigo Gurki._ Prepara todo mientras yo voy con Raziel para pedirle que abra un portal de luz que nos lleve a la isla.

Los jóvenes se pusieron en acción de inmediato, la búsqueda debía comenzar cuanto antes, su prioridad era recuperar a sus amigos antes de la luna azul y evitar a toda costa que la puerta del purgatorio fuera abierta.

Los Hijos de Anac - Las Marcas SagradasWhere stories live. Discover now