Capitulo 28

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Lugh estaba seguro de donde se encontraban, había reconocido los grabados en las paredes al otro lado de la puerta de su calabozo, como también reconoció los sellos mágicos dispuestos en el suelo que creaban una barrera psíquica que obstaculizaba las habilidades de Una, debilitaba a Quinn y limitaba la magia de Dika.

_ Los sellos no nos dejaran salir con vida._ Enid se sentó al lado de Lugh._ incluso si alguien viene de afuera no podrá romperlos.

Un extraño escalofrió recorrió el cuerpo de Lugh en cuanto el brazo de Enid lo rozo, eso nunca había sucedido. Jamás había sentido aprensión hacia ella, usualmente irradiaba alegría y energía positiva que abrazaba a todo el que estuviera a su lado. Esta Enid simplemente no era la que él conocía.

_ Tiene que existir una manera.

Alejo sus malos presentimientos relacionados con Enid y se concentró en lo verdaderamente importante. No se dejaría vencer por unos estúpidos sellos mágicos, si algo había aprendido de su padre era que jamás se renunciaba. Darse por vencido no era válido, no existía lo imposible únicamente personas que no se esforzaban.

_ Toda magia tiene un punto de ruptura._ Lugh miraba la puerta fijamente._ La magia no es indestructible.

_ La única que podría romper esos sellos es Dika, y mírala._ Enid señalo hacia Dika que yacía acostada en el suelo muy débil y cansada._ Esa magia la está consumiendo, haberte sanado y realizado el hechizo de visibilidad la agoto completamente.

Lugh miro a Dika, estaba muy débil y en esas condiciones no podrían salir de ese lugar con vida, las necesitaba a todas fuertes y capaces de luchar contra lo que fuera que les esperara detrás de esa puerta que los mantenía cautivos. Pero con Dika tan debilitada e incapaz de usar su magia no llegarían lejos.

_ No se preocupen por mí._ Dijo de pronto Dika._ No soy tan débil como parezco en este momento.

_ Podrías morir si intentas romper esos sellos, no tienes la fuerza.

Enid deseaba tanto como los demás salir de ese encierro pero no se arriesgaría a perder la oportunidad de recuperar lo que le correspondía por derecho. Era su gran oportunidad y no la dejaría pasar.

_ Enid tiene razón._ Intervino Arwen._ Aunque también creo que debe existir alguna otra opción.

La mirada de Dika se cruzó con la de Lugh, él no decía mucho pero pensaba demasiado y Dika estaba completamente segura de que en su cabeza estaban moviéndose miles de ideas para sacarlos de ahí a todos con vida. Pero existía algo más en su mirada que a ella le gustaba, era una mezcla de ferocidad y coraje, una convicción inamovible que ella comenzaba a admirar.

Para Lugh poner la vida de Dika en riesgo no era exactamente una opción, se sacrificaría él de ser necesario pero jamás le permitiría eso a la joven Zíngara o cualquiera de esas chicas.

_ ¡Una! ¿Qué tienes?_ Quinn la sostenía entre sus brazos y le hablaba una y otra vez pero Una simplemente no reaccionaba.

Los ojos de Lugh se inundaron de preocupación, ella había estado bien poco tiempo antes y ahora estaba completamente desfallecida, su pulso era débil y su calor corporal había caído demasiado, tanto que sus labios perdieron el color.

_ ¡Una, por favor reacciona!

_ Los sellos._ Balbuceo con mucha debilidad.

_ La magia negra la está matando._ Dijo apresuradamente Enid._ Los Fuath son creaciones de la Fuente y la magia negra los consume.

Lugh maldijo en voz alta, Una estaba a punto de morir en sus brazos y él no estaba dispuesto a dejarlo pasar. Miro a Arwen, a Quinn y finalmente miro a Dika, situaciones desesperadas requerían de medidas igualmente desesperadas.

Los Hijos de Anac - Las Marcas SagradasWhere stories live. Discover now