Servamp One Shots ★Servamp x Lectora★.

-Belkia-

—No me gustan los espectáculos de magia... —le murmuraste a tu amiga mientras insistía que la acompañaras a donde estaba la bolita de personas.

Tuviste que aceptar ya que no te dejaría de otra ni mucho menos te dejaría volver a tu casa si decías que no. Realmente no podías negarte sí o sí irías con ella, después de todo; ella era súper insistente hasta que lograba su cometido.
Después de todo no sería tan malo, de vez en cuando salir y ver algo fuera de tu rutina no estaba mal ya que sólo salías cuando tu mamá te lo pedía o incluso tu amiga te obligaba.

—¡Uh! —dijo en un murmuro fuerte tu amiga al ver al "chico" el cual estaba haciendo él espectáculo —¡Es muy atractivo, _____!

Sonreíste un poco asintiendo.

—No lo niego~ —ella te miró con una sonrisa pícara y después de murmuró en él oído "perfecto para ti".

El "show" comenzó y con ello tu amiga haciendo mil burlas con relación al Belkia (Había mencionado su nombre antes así que realmente fue sencillo aprenderlo en poco tiempo.
De repente Belkia pidió a alguien del público, por un momento sentiste que fijó su mirada sobre ti, pero sin dejarte pensarlo tu amiga te empujó tan fuerte que hizo que casi cayeras. En lugar de eso te estampaste contra él pecho del de cabello rosa.

—L-lo lamento... —te disculpaste mientras desviabas la mirada evitando observarlo.

—No te preocupes ~ pero deberías tener más cuidado... ¿Te parece ayudarme? —él sonrió mirándote.

Antes de responder cosa alguna buscaste con la mirada a tu amiga la cual ya no se encontraba en él mismo lugar si no que en él otro lado de la multitud.
Te alejaste (un poco) bruscamente de Belkia al ver que aún seguías pegada a su pecho, y para que no pensara que eras una maleducada tuviste que aceptar.

—Necesito que... —dijo barajeando un par de cartas —agarres una y la mires.

Obedeciste y cuando viste la carta casi abres la boca de la sorpresa al ver que en la carta aparecía él tipo de flores que más te gustaba, negaste mentalmente "una coincidencia" pensaste para no alarmarte. El hecho de que eso estuviera en la carta era sorprendente ya que la única persona que lo sabía era tu amiga y sólo ella.
Para las demás personas eras alguien tímida la cual sólo hacía lo que tenía que hacer y ya, alguien que no tenía gusto alguno por algo.

—¿Sorprendida? —preguntó con una sonrisa socarrona, para después quitarse el sombrero y de el sacar las flores y entregartelas —las mereces.

Tú las aceptaste sonriendo tímidamente, no sabías si sentir miedo o estar feliz por él detalle.
De cualquier forma las aceptaste sonriendo.

Todos aplaudieron y él dio por terminado él show, entonces tu celular sonó; lo sacaste para leerlo y te quedaste atónita.

—Maldita... —murmuraste guardando el celular mientras comenzabas a temblar un poco por el frío y veías por donde irte para regresar a tu casa.

Te paraste un momento al sentir que alguien estaba detrás de ti, sentiste un peso y bajaste la mirada viendo que era un saco blanco, el cual era algo cálido.
Te diste la vuelta encontrándote con la mirada del mismo hombre de hace unos momentos.

—Me parece que debería acompañarte ~ una linda dama como tu corre peligro... ¿no has escuchado de los rumores sobre vampiros?

—Eh... Sí, pero... Supongo que sólo son rumores... Pero si usted se ofrece a acompañarme, está bien... —reíste nerviosamente.

—¡No me hables de "usted"! No soy tan viejo —dijo mientras comenzaba a caminar a tu lado.

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No soy de adelantar él tiempo pero ewe... ¿Qué tal va?

Negaste rápidamente al escuchar las palabras de tu amiga, ella había notado tu "pequeño" cambio, y le pareció raro ya que había sido desde aquel día.

—¡Vamos! Ahora eres más segura... Oh... ¿ese muñeco? —miro algo que sobresalía de tu bolsa.

—¿Ese muñeco?... —miraste tu bolsa y reiste.

Tu celular vibró dándote un excusa, lo sacaste y te diste cuenta que sólo eran las noticias.

—¡Mi mamá me necesita! —guardaste todo bien —lo lamento, nos vemos mañana —te despediste mientras salias corriendo.

Cuando te alejaste lo suficiente Belkia apareció riendo mientras tú lo mirabas con él ceño fruncido junto a un puchero.

—Oh no te enojes —Belkia agarró tu cara para después acercarse y darte un beso.

Reíste levemente al ver su acción para después suspirar.

—Bien... ¿qué sucede?

—Quiero ir a presentarte con alguien ~

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Ahí se termina :'v