Epilogo

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-¿Tiene todo lo que te pertenece? –Le pregunta el policía detrás del vidrio que los dividía, no pierde su tiempo en observar a Riker, su mirada estaba concentrada en unos formularios.

-Si –Toma su billetera, no comprendía para que necesitaría las llaves de su carro porque seguro su padre lo había vendido o tirado como chatarra.

En todos estos cinco años dentro de la prisión, solo una vez lo visito Mark para decirle que había perdido el derecho de tener el apellido Lynch, nunca imaginó que su propio padre lo borraría de aquella manera, pensó que podría reflexionar y comprender la situación.

Paul después de muerto, acabo con aquella familia, en lo económico consiguieron reponerse pero los lazos había sido despedazados, casi imposibilitando unirlos.

-Extienda las manos -Le ordenan, él acata la orden para poder librarse de las esposas –Puede irse.

El porto gris que lo dividía del mundo exterior se abre por primera vez, camina con lentitud para apreciar aquel momento que parecía tan lejano, puede sonarle una locura pero Riker sentía que aire era distinto al pasar por el otro lado.

Jake apoyado en su auto, da un pequeño impulso para delante y acercarse a su amigo, extiende sus brazos feliz de verlo afuera de aquellas rejas donde fue metido injustamente.

-Me alegra que seas un hombre libre – habla luego de abrazarlo.

-Tomo un tiempo, pero aquí estamos –Riker logra sonreír después de cinco años.

-Rydel nos espera en tu apartamento, organiza todo para que tengas una buena bienvenida –Le explica.

-¿Aun tengo un lugar donde vivir? – Pregunta asombrado.

-Tu hermana puede ser convincente, persuadió a tu padre.

-¿Él está ahí?

-Primero debemos dejarte presentable, aquella barba parece la de papa Noel –Jake la toca y puede sentir como sus dedos se enriendan en ella, el cabello le llegaba hasta los hombros.

-Estuve mucho tiempo encerrado en cuatro paredes, déjame ir a caminar y luego prometo ir a casa.

-¿Puedo acompañarte? – Le ofrece.

-Solo, por favor – cierra los ojos respirando profundamente para tranquilizarse.

-Ve, cuídate – Jake le entrega un teléfono – Dime donde deba buscarte.

Riker solo asiente, camina prestando atención a cada pequeño ruido, parecía una eternidad que no oía nada de las bocinas, pájaros cantando, niños llorando.

Su aspecto no era fácil de esconder, muchos se quedaban observándolo, no podía culparlos.

Lucia como un vagabundo.

Además no le importaba demostrarse desganado, porque la persona una vez amo, nunca más tuvo una noticia.

Solo se marchó.

Riker supo que lo hacía para esconderse pero él tenía esperanzas de recibir una carta para asegurarle que al menos uno de ellos pudo ser feliz.

Colin una vez existió y se robó su corazón, pero ahora ha desaparecido y sido suplantada por alguien llamada Alex.

...

Intentaba apoyar el sobre contra su pierna para escribir el nombre del destinario, se complicaba ya que no era una cómoda posición, decidió caminar dos cuadras más y acercarse a la plaza.

Debía enviar la carta lo más rápido posible si quería encontrarse con aquella persona, tenía una semana para obtener información sobre su madre, la búsqueda estaba llevando más de lo imagino.

Quería hallarla, y advertirle que el peligro para ambas había finalizado.

Un par de bancas estaban vacías, ella toma asiento en una, ahora si podía terminar escribir la dirección.

-Me sorprende lo rápido que has encontrado otro cómplice – Alex tarda en reconocer aquella voz, gira lentamente – Ruego que Colton sea más inteligente de lo que fui yo –Alex tarda en saber que se trata de Riker, no existe más una sonrisa en él, ella había borrado eso.

-Riker –Él estaba apoyado en la banca trasera de ella, se pone de pie, no sabe que palabras decirle para detenerlo porque no existía nada que fuese a funcionar.

-Dile a Colin que llegue amarla.

-Sabes que soy yo –Se enfrentan, Alex había teñido su cabello por negro lo tenía más largo que la última vez, sus pómulos más rellenos, había subido un par de kilos consiguiendo tener un aspecto más saludable.

-Para mí eres una desconocida –La mano de Riker está a milímetro del rostro de ella, contiene las ganas de acariciarla – Adiós.

Él no volvió a mirar atrás, sabe que tendrá que aprender a lidiar con el dolor de aquella traición.

Dark Side |Riker Lynch|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora