Lo prohibido (CHENMIN)

Especial Kaisoo 2

Pov Kai

Volvíamos Satansoo y yo del encuentro que tuvimos con Channy y sus ángeles. La verdad que no me esperaba que las cosas acabasen así. Todos nos quedamos boquiabiertos cuándo Channy lanzó aquella llamarada, jamás pensé que poseía ese poder. Y no solo él nos sorprendió Xiumin también me dejó anodado, un demonio con el poder del hielo, era impresionante.

Estabamos de camino a nuestros aposentos. Satansoo estaba algo distante. La verdad es que siempre era así, pero está vez algo era distinto. Su cara mostraba preocupación y no dejaba de tocarse la mano que se le congeló.

-Amo, ¿estás bien?-dije mientras cogía su mano.

-No me toques.- me apartó la mano violentamente, pero de un momento a otro se desmayó.

Entré en pánico, ¿Qué le pasaba a mi amo? Lo cogí en brazos y lo llevé a mi habitación. Jamás lo vi desmayarse, ni enfermo, ni nada. Siempre estaba fuerte. Lo tumbe en mí cama y lo tape con las sábanas. Toqué su frente para comprobar si tenía fiebre, pero todo estaba bien. No sabía a que se debía su desmayó. Decidí tumbarme a su lado hasta que despertará.

-¿Dónde estoy?

Satansoo se despertó, lo mire a los ojos y lo abracé.

-Mi señor, estamos en mi habitación, usted se desmayó. ¿Se encuentra bien?

No me contesto, se quedó mirando a la nada.

-¿Amor te preocupa algo?- Me miro de mala gana. Supe al instante porque. Nunca le había llamado así de cariñoso porque sí lo hacía me castigaria por años, pero en ese momento no lo pude evitar, veía tan mal a mi amó. Así que puse una mano sobre mi boca, para que supiese que fue sin querer.

-Xiumin... ese demonio... su poder es muy fuerte. Jamás vi un poder así. Mira como me ha dejado.

¿Eso que asomaba por la comisura de su ojo era una lágrima? ¿Podía ser que el gran Satansoo fuese a llorar?
Sin decirle nada lo abracé, y comencé a acariciar su espalda.

-Amo, no se preocupé, todo esta bien, yo también me sorprendí bastante, pero ese chico es inofensivo, se lo aseguro. Supongo que en ese momento su poder aumento por lo que estaba ocurriendo y lo dejó salir.

-Gracias.

¿Estaba escuchando bien? De verdad que estaba sorprendido. Creo que el hielo se le coló al cerebro y por eso estaba así.

-¿Porqué me las das amo?

-Por protegerme, me cubriste con tus alas a pesar que lo odies.

Definitivamente se le helo el cerebro. Pero que podía hacer. Decidí aprovecharme de esta ocasión única y continuar siguiendole el rollo.

-Señor, yo lo amo, no dudaría nunca ni un segundo en protegerlo, usted me gusta mucho y lo es todo para mí.

-¿Porqué te gusto?

-Ya se lo dije hace tiempo, desde el primer día que lo vi me enamoré de ti, usted es perfecto, fuerte, valiente, hermoso. Usted es el gran Satansoo. -dije sonriendole.

Vi como el también mostraba una pequeña sonrisa.

-¿Amo puedo preguntarle porque le gusto yo, osea usted siente algo por mi? Nunca me lo ha dicho.

La pregunta le pilló por sorpresa, tiró la cabeza hacía un lado y me ignoró.

-Oh venga dímelo.- dije haciendo un puchero.

-Sacalas.

-¿Qué?-de verdad no le entendí.

-Saca tus alas, quiero verlas.