Capítulo 9

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N/A: Me cuesta mucho sentarme y ponerme a escribir. Lo siento. Intento hacerlo lo más rápido posible y buscando el mejor resultado... Es complicado y el tiempo escaso, anyway, muchas gracias por vuestros comentarios, vuestras opiniones y vuestra paciencia siguiendo esta historia.

Gracias!
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Habían pasado casi dos semanas y aunque Rick no había avanzado en su recuperación, a pesar de su ayuda y la de un especialista, Kate se había acostumbrado a su presencia.

Daba igual que fuera rudo o silencioso.

Kate empezaba a apreciar los momentos que compartía con él después del trabajo.

Y le divertía ver las trifulcas que tenía con Chris, incluso cuando Rick gruñía su nombre intentado que ella mediera entre él y el gato.

Le hacía reír cuando todavía se alteraba por cualquier ruido o como se sorprendía con nuevas canciones o con series de televisión.

Por otro lado, aun le daba pena ver como apenas dormía y se pasaba las noches en vela en el suelo o sufriendo alguna pesadilla que la despertaba alarmada.

Bostezó sin poder evitarlo. Era media tarde y estaba agotada. La noche anterior había dormido poco trabajando en un caso y como en todas las horas libres que tenía trabajando en el caso de Rick…

-Deberías tomarte lo que queda de día libre-dijo Espo detrás suyo.

Kate se giró y le miró desde su silla.

-En serio, esto está más que hecho, podemos seguir sin ti… Y Gates no dirá nada. Y si no, te cubrimos.

-Parece que tienes ganas de que me vaya Javi…

-No, pero… ¿Te has visto? ¡Tienes ojeras!

Beckett alzó una ceja. Suspiró.

-Anoche no dormí bien…

Su amigo y compañero alzó las cejas repetidamente haciendo una mueca.

-No es eso-le golpeó sonrojada.

-Bueno, ahora no vives sola…

-No me interesa-Kate se levantó- Y no seas cotilla.

-Claro, jefa.-Espo sonrió y agarró los archivos que su amiga le tendió-Nos vemos mañana.

Kate asintió y se colocó su cazadora tejana y cruzó su bolso donde llevaba todo lo necesario cada día.

Sin mirar atrás se dirigió al ascensor bostezando de nuevo y bajó hasta llegar a la calle. Todavía era de día a pesar que cada vez oscurecía antes y empezaba a hacer más fresco debido a la llegada del otoño.

Sonrió y decidió caminar un rato hasta la siguiente parada de metro y dirigirse a su casa.

Cuando llegó a su edificio, hacía rato que algunas gotas habían comenzado a caer y la lluvia comenzaba a incrementar.

Bufó y entró al edificio con el cabello levemente húmedo, subiendo las escaleras lo más rápido posible.

Cuando fue a meter la llave en la cerradura comprobó que la puerta no estaba cerrada. Bastó con girar la manilla para abrir.

Frunció el ceño confundida y guardó sus llaves en su vaquero al mismo tiempo que desenfundaba su arma y se ponía en alerta.

Miró todo alrededor dejando su bolsa y su chaqueta a un lado de la entrada y comprobó que todo estaba en orden… Por lo que nadie había entrado a robar.

-¿Rick?

Se movió por su pequeñísimo y silencioso salón. Se preocupó. ¿Él se había escapado? ¿Le habían obligado a huir? Se mordió el labio sin saber que hacer… Y un ruido la alertó.

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