No soy otra típica rubia

Necesito un abrazo.

No recuerdo cuánto rato he permanecido en esta misma posición camuflada en mi escondite. Lo único que sé es que no ha sido por poco. Tengo rabia, y me encuentro muy molesta. Júzgenme los que quieran, pero yo tengo bien claros mis motivos.

Lia es mi "mejor amiga", prometió no ocultarme nada más, y todavía me cuesta entender por qué no lo ha cumplido, si se supone que las cosas ya estaban habladas, arregladas y acordadas.

No me enfada que esté con Max, o bueno quizás sí, pero deben entender que no es una persona muy agradable en mi vida, es un mujeriego, superficial y estúpido hermano. Lo que más me enoja, es que no haya tenido la confianza conmigo, siendo ser mejores amigas. No sé cómo se le dio el valor de mirarme, de compartir conmigo, de mentirme, al mismo tiempo que me había jurado, prometido y hasta hace poco, tratado como una verdadera "estúpida". Me siento tomada como un verdadero juego sin importancia.

Y en el momento en el que los vi a ambos teniendo sexo en pleno camerino, fue tan impredecible y  traumante para los tres, que ni me quiero imaginar la serie de mezcolanzas de emociones que surgieron dentro de cada uno. Pero puedo destacar por mi parte, que el estado de sentirse completamente ignorada de su confianza y amistad fue desgarrador.

Y ahora no sé cómo mierda me siento.

No sé a donde ir.

<<¡No sé que hacer!>>

Quise echarme a llorar, explotar como nunca y mantenerme encerrada por siempre en esta misma posición. Pero luego te das cuenta de que no puedes pasar la vida así. Escapando, huyendo de todos los problemas que se te aparezcan.

¡No! ¡Esta mal! ¡Yo no soy así!

Las ganas de abofetearme por ser una cobarde comenzaron a florecer.

<<¿Qué me pasaba?>>

<<¡Estoy actuando como una verdadera nena!>>

Entonces me puse de pie, sacudí mis embarrados leggins y tomé todo el aire que me podría llegar a servir para aprender a enfrentar las cosas.

Tenía que enfrentar a Max.

Tenía que enfrentar a Lia.

Tenía que enfrentar a Jace.

Tenía que enfrentar a Travis.

Tenía que enfrentarme a mí misma, porque estaba cometiendo un error, estaba transformándome en lo que justo odio más de aquellas chicas.

Caminé decidida y con la frente en alto hacia el interior de la institución. Yo soy Clara Williams, y soy fuerte y capáz de poder enfrentar la realidad.

Iba apresurada, y en realidad no tenía idea por qué. Tampoco tenía idea si iba  a entrar a clases o simplemente iba a esperar a que algún porfesor refunfuñón me encontrara vagando por la escuela y me ayudara a encontrar algo más que hacer. En realidad no sabía que hacía, y luego me puse a reír tontamente al darme cuenta que  estaba actuando como en una verdadera película, solamente que mis intenciones no surgían con el fin de imitar a alguna famosa actriz de alguna película de superación personal, si no que iban en serio.

Solo exageré con mi forma de relatar las cosas y de caminar decididamente.

Ya detenida en un punto de la escuela más conocido como "escalera", me senté en uno de los escalones bajos y revisé mi celular.

Nada.

Al menos esperaba alguna llamada, pero bueno, si ellos quieren hablar, ellos tendrán que buscarme.