No soy otra típica rubia

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¿Es en serio? ¿Las vacaciones tienen que pasar tan rápido?

Así es como nuevamente volvemos a la rutina. En tan solo 1 día estaremos de regreso a la famosa cárcel juvenil, más conocida como...

Secundaria. 

Sí, ya lo sé, tal vez fui un poco exagerada, pero estarían completamente de acuerdo conmigo si su hermano fuera el famoso "capitán del equipo de fútbol" con el cual todas las chicas de la escuela anhelan de tener como novio, o para las más fáciles, un buen polvo.

No es que esté celosa, el puede hacer lo que quiera con su vida de chico popular. Simplemente, me aburre y odio a la gente así,  tan preocupadas de aparentar hacia los demás, la mayoría actuando de una manera falsa solo para agradar al resto, como Max Williams, mi querido hermano.

Hoy era mi último día de verano, y no pensaba desaprovecharlo. Tomé desayuno y me levanté rápidamente para disfrutar el día.

-Hey hija, ¿Por qué tanto apuro amor? -preguntó cariñosamente mi amada madre- A penas comiste, Clara.

-Mamá, es mi último día de verano, tengo que disfrutarlo- dije

-Ok, pero no estés tanto rato en la calle, pareciera que vivieras en ella, no me gusta.  -dijo con tono aprensivo.

-Estaré bien mamá- le respondí tierna y con un beso en su mejilla.

Me paré de la mesa y fui corriendo a mi habitación. Unos shorts y una camiseta sencilla, acompañados de mis vans favoritas, fueron mi elección para hoy. Con mi traje de baño ya puesto,  agarre mi mochila y  baje las escaleras en busca de mi tabla de surf. Sí, unas buenas olas californianas en la mañana eran perfectas para mí.

-¡Mamá! ¡Me llevo el Jeep! - digo mientras salgo corriendo, pero me quedo paralizada al ver que no está. -Mamá,  ¿Y el Jeep? ¿Dónde está? -repliqué enfadada.

-Oh cariño, se me olvidó decirte que Max se lo llevó- contestó- Al parecer iba a organizar una fiesta en la playa con los chicos y necesitaba llegar temprano y cargar cosas. -rodeé los ojos ante su respuesta y solté un bufido- Cariño,  lo siento, de haber sabido que ibas a surfear, no hubiera accedido a que se lo llevará. - confesó con un tono que delataba culpabilidad.

-No te preocupes mamá- di unas caricias en su hombro- Llamaré a Lia, seguramente quiere surfear también. -sonreí y me retire de la habitación.

Lia Mckenzie es mi mejor amiga desde que tengo 9 años. Es como una hermana para mí y compartimos mucho de gustos e intereses. Ella es una chica muy guapa, pero de rasgos exóticos. Tiene una piel tostada,  se podría decir que es morena, pero su largo y castaño cabellos con bizos rubios se lo impiden. Tiene unos ojos grandes de color pardo con pestañas muy largas que sostienen una mirada fuerte. De figura normal pero curvelínea y sonrisa de labios gruesos que muestran una dentadura casi perfecta. Definitivamente, Lia era una chica muy atractiva.

Tomé el teléfono y marqué el número de mi mejor amiga. Como si me estuviera leyendo la mente, al primer pitido, ella contestó.

-¡Clara! Te paso a buscar en 10 minutos, ¡Me enteré de que hoy habrán unas olas asombrosas! Pónte tu mejor bikini, que como es último día los chicos estarán ardiendo en la playa, grr. -dijo apresurada,  mientras yo pensaba si de verdad tenía un poder mental esta chica. -¿Clara? ¿Estás ahí? ¡Dime que irás a surfear conmigo! - replicó.

- Hey Lia, relájate nena, obvio que iré contigo- dije con una risa entre dientes- ¿En cuánto vienes?

De pronto, un bocinazo se escuchó afuera de mi casa. Me asomé por la ventana y era efectivamente lo que crei que era. Sonreí, colgué el teléfono y me dirigí hacia el Jeep descapotable en el que me esperaba mi querida amiga con una sonrisa emocionada en su rostro. Negué con la cabeza mientras me acercaba hacia ella.

- Eres rápida, ¿eh? -dije- ¡Veo que te prestaron el descapotable! ¿Qué hiciste Lia? -pregunté asombrada, este Jeep era muy difícil de conseguir, ya que era el "bebé"de la hermana de Lia.

- Pues, como verás,  aparte de ser una mejor amiga fantástica, soy buena negociadora, linda. -dijo moviendo las cejas de una forma que indicaba su orgullo hacia ella misma.

La miré incrédula.

-Lia... ¿No la sobornaste, cierto? -dije enarcando una ceja.

-¡Clara Williams! ¡Me sorprende que no te fíes de mis negocios! - contestó con un suave grito y cara de asombro-ofendida. - Lia Mckenzie, NUNCA soborna en sus trámites,  sólo le oculté sus escapadas nocturnas, aparte ella se fue a la universidad en Londres y dejó el Jeep acá, prácticamente querida, es mío.

Sólo me limité a soltar una carcajada. Esta chica está loca.

- Okey, okey- dije- Menos charla, más surf, vamos andando chica.

Lia asintió riendo entre dientes y le dio al acelerador, provocando un ronroneo de su "nuevo Jeep" .

-Chicos, prepárense,  que aquí vienen dos chicas mas ardientes que el mismo verano- anunció Lia mientras partimos en el coche. Ambas, tras su comentario, soltamos una gran carcajada.


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