10-. Enterarse de cosas lindas y otras no tan lindas.

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SI HAY FALTAS DE ORTOGRAFÍA O INCOHERENCIAS INCOHERENTES FELICIDADES POR NOTARLAS.

AARON

—Permiso—murmuró entrando lo más silenciosamente posible el sábado por la mañana, a la enfermería—. Te traje el desayuno, Will.

Will Solace soltó rápidamente la cintura de Nico, que ordenaba unos papeles, para recibir la bandeja de comida que le ofrecía su hermano. 

En otra situación Aaron se habría emocionado más al ver dicha escena, pero en esos momentos le urgía salir de ahí e ir a hacerle una visita a...alguien. Tanto así que no advirtió la cara de decepción de Will al ver sus ansiadas tostadas con mermelada de apio humedecidas por el jugo de frambuesa, que había salpicado todo. 

—Voy a dejar de pedírselo a Aaron—dijo apenas su hermano menor se fue. Nico soltó una carcajada:

—Te pasa por no acompañarme a desayunar en la mañana—el rubio rodó los ojos, dejando el alimento de lado y volviendo a aplastar a su novio:

—Para el almuerzo sí, lo prometo—susurró en su cuello, dando pequeños besos. El hijo de Hades rodó los ojos. 


El enano hijo de Apolo no sabía de qué forma cruzar las cortinas y saludar a Marcus sin parecer un acosador.

"¿Cómo debería empezar...?" se llevó la mano al mentón "¡Hola, Marcus!" "¡Buenos días, Marcus!" "¡Vamos a romper huesos, Schlacht!" "Lamento haberte besado ayer, Marcus..." ¡Mi mamá te manda saludos y yo también!" "¡Lizzi cree que me gustas, pero yo pienso que no! En realidad, me siento muy nervioso cuando-"

—¿Vas a moverte?—la abrupta forma de salir de sus pensamientos descolocó un poco a Aaron. A su derecha había un chico de cabello violeta y mechas azules, un poco más alto y delgado que él. Le sonaba de algo...

—Eh... Sí, sí—el peli-violeta iba a correr la cortina—. ¡¿Vienes a ver a Marcus?! 

Los ojos verdes del otro lo analizaron de pies a cabeza, incomodándolo. Luego, para su sorpresa, arrugó la nariz con disgusto. El rubio se sonrojó un poco apenado, pues había elegido su atuendo pensando en Marcus. ¿Se veía mal?

—Sí. Iba a preguntarle si el miércoles habría clases de jabalina. Así como lo dejaron...

—¿T-Tan mal está?—preguntó alterado. Había oído un poco de la paliza que le había dado Clarisse, pero ellos eran hermanos, ¿no? Seguramente solo había sido una bofetada. 

Como respuesta, él corrió la cortina. El ojiazul se asustó, pues ni había decidido cómo saludaría al castaño. Marcus estaba tendido en la cama, con una pierna enyesada y múltiples vendas. El brazo estaba entablado.

Marcus estaba despierto y, por su expresión, parecía saber que el hijo de Apolo había estado allí todo el tiempo.

—Hola M-Marcus—vomitó las palabras, que se atropellaron entre sí. Intentó acercarse, mas el pelilila se le adelantó.

—Schlac-

Marcus lo interrumpió:—me dan de alta el lunes, así que sí habrá clases. De mí no se escapan. Puedes irte, eh... 

—Hariddie.

—Eso, Jaridí. 

—Hariddie. Con H, se acenta en-

—Solo vete, Jardín.

Las mejillas de Hariddie se colorearon. Aaron creyó que era porque estaba molesto.

Qué equivocado estaba...

Al contrario de lo que ordenó Marcus, el ojiverde se mantuvo allí observando, consiguiendo poner más de los nervios al rubio.

Aaron, el semidiós [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora