8-. "El sol lo hace de oro y la luna de plata"

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SI HAY FALTAS DE ORTOGRAFÍA O INCOHERENCIAS INCOHERENTES FELICIDADES POR NOTARLAS.

AARON

—Hace un calor del asco—masculló Mylene, dejándose deslizar en la banca junto a Clovis—. Joder, papá, ¿por qué eres tan brillante?—miró al sol con odio.

Aaron sonrió de lado sin ganas.

—Con sol no da gusto dormir—sollozó el hijo de Hipnos, rodando sobre su cuerpo—. Pero sin sol da mucho frío... Así nadie puede-...—en un segundo ya estaba roncando de nuevo.

El hijo de Apolo se pasó la mano sobre la frente. No se sentía con ánimo. Últimamente nunca se sentía con ánimo. En las dos semanas que habían pasado, no intercambió ninguna palabra con Marcus. El castaño siempre andaba ocupado y con un aura de "te acercas a hablarme y te pego un puñetazo". Aaron, por su parte, cuando decidía saludar a Marcus se ponía nervioso y dejaba escapar la oportunidad. 

Lo que más irritaba al rubio era que el hijo de Ares nunca lo miraba, cuando él sí que lo hacía.

—Es que eres un despistado—le había dicho Lizzi cuando él le había preguntado—. Y, si de todos modos no te gusta Marcus, ¿para qué te preocupas tanto?

Sí, ¿para qué se preocupaba tanto?

Quiero hablar con él...

—Estoy más aburrida que Perséfone en invierno... ¿y si hacemos algo divertido?—propuso su hermana—. Podríamos dar una vuelta por el campamento. En la noche, porque ahora mismo me derrito. Por la playa, quizás... 

El corazón de Aaron dio un salto—. ¡Podría invitar a Marcus!—luego se sonrojó de vergüenza—. Y a Lorely y a Lizzi...

Clovis se talló un ojo, medianamente despierto—. Yo también quiero invitar a alguien...

"¡Voy a invitar a Marcus! ¡Voy a hablar con Marcus! ¡Voy a pasear con Marcus!" 

—Y si, de todos modos no te gusta...—resonó la voz de la hija de Afrodita en su cabeza.

—Esto... Myle, ¿por qué no invitas a Marcus por mí?—balbuceó nervioso. No quería que al hijo de Ares le gustara Mylene, y enviaba a Mylene a hablar con él... Menudo imbécil que era. Igual era muy tarde para arrepentirse—. ¿Por favor?

Mylene sonrió extrañada—. ¿Por qué no vas tú?

—Es que quizá me rechace... 

—Marcus jamás haría eso contigo—afirmó. Aaron se sintió bien por la seguridad con la que lo decía—. Pero igual puedo. Déjamelo a mí. 

—Gracias—murmuró. 

"¿Qué debería ponerme? ¿Cómo debería peinarme?" empezó a tantear opciones. "Le pediré ayuda a Lizzi..."


Lizzi sonrió pícara—. Ay, pero si a ti no te gusta nadie, ¿no? Entonces, ¿por qué te quieres ver bien?

Aaron frunció el ceño y apretó los labios. ¿Por qué siempre Lizzi tenía que molestarle con ese tema...?

—¿Qué tiene? Quizás me gusta una ninfa...—mintió.

—Mentiroso. Siempre haces caras raras cuando mientes. Desventajas de ser hijo de la verdad, supongo—se carcajeó—. Bueno, voy a detenerme con el bullying. Entonces, ¿te quieres ver lindo?

—Sí.

—¿Lindo tipo sexy o lindo tipo adorable?

—Lo que le guste a Marc-... lo que creas mejor—forzó una sonrisa para disimular su error.

Aaron, el semidiós [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora