The One. 1

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Ahren llevaba casi una hora dentro de la sala de mujeres. No hablaba con ninguna y ninguna de las chicas sabían que hacer, algunas llevaban todo el rato mirándolo, otras intentaban hacer lo de siempre con normalidad y otras no paraban quietas.

Yo, era una dentro del último grupo; es cierto que estaba hablando con Aqua y Candela con normalidad pero no podía estar sentada sintiendo ese silencio sepulcral en mi espalda. Ahren estaba sentado en la silla de la reina, con la mirada perdida entre las chicas.

-No puedo más-canturreé en voz baja mientras me balanceaba en los talones.

-Tranquila-Aqua rió y extendió la mano.

Se la apreté y se la solté casi al instante. Solté un suspiro y me giré a ver al príncipe, ya no podía más. Pero antes de que diera un paso, Séphora casi se abalanza a él. Sonreí y tomé asiento.

-Séphora quita-pidió en un susurro, Séphora se levantó y se hizo la indignada-. Chicas, lo he estado pensando y creo que vamos a adelantar La Élite, ya sabéis como está el estado de nuestra reina y creo que sería una tranquilidad para el pueblo saber que pase lo que pasa-tragó saliva-, tendrán una reina en la que confiar.

Todas se miraron entre ellas. No puede evitar soltar una risa que intenté ocultar tosiendo.

-¿Ditte?-preguntó Candela, moví la mano quitándole importancia.

-Lady Séphora, Lady Alexandra, Lady Queti, Lady Judith, Lady Aqua y...-su mirada recorrió toda la sala y se posó en mi, suspiró. Séphora sonreía con superioridad y hablaba en voz baja con Judith- Lady Aphrodite, bienvenidas a la élite y a las demás, gracias por todo este tiempo junto a vosotras, ya pasó un mes desde que entrasteis. Puede que al principio no estuviera de acuerdo, pero ahora, sin duda, es una de las mejores cosas que me han pasado.

>>Pensar que ya no podré seguir jugando a las cartas con Rosa y Dania o hacer las escapadas a la cocina con Raiza y Diana-suspiró y miró a todas-. He tenido momentos muy especiales con cada una de vosotras-casi se me sale una risa otra vez, que acabó siendo un gruñido y tuve que ocultarla tosiendo. Aqua y Candela se rieron discretamente-. Aún no sé quien será la reina y aunque lo supiera, no sé si ella estaría dispuesta a serlo-rió y negó con la cabeza-. Ignorarme, no es nada. Saben que aquí tendrán un hogar para lo que sea y espero que podamos seguir el contacto.

Un murmullo generalizado se extendió por la habitación, Ahren no hizo nada por acallarlo o creo que tampoco quería hacerlo.

-Las que aún seguís en la selección... ¿Me dejaríais un rato a solas con la demás?-todas asentimos y salimos de la estancia.

-Pues a mi no me parece bien que quiera seguir manteniendo el contacto con ellas-se quejó Queti y se cruzó de brazos, haciendo un puchero.

-¿Cuántos años tienes?-le pregunté.

-Veinte, ¿Algún problema?-me encogí de hombros.

-Para tener veinte, ¿No crees que estás siendo un poco inmadura?

-¿Inmadura?, ¿Por qué razón?, ¿Por no querer que el chico que me gusta siga en contacto con chicas que una vez fueron detrás de él?-cerró los puños.

-¿Te gusta él o su corona?-alcé una ceja y la miré de forma inquisitiva. Queti abrió la boca pero luego la volvió a cerrar, formando una línea violentamente.

-¿Cuántos años tienes tú?-intervino Lexa, viré mi mirada para verla.

-Ditte cumplió diecisiete hace casi un mes-intervino Aqua, poniéndose por delante de mi.

-¿Fuiste tú la que entró con dieciséis años?-casi gritó Séphora.

-¿A caso tanto te importa mi edad?-me encogí de hombros, no hacía ni una semana de mi última pelea con Séphora y no quería dejarme llevar.

-En la Selección puedes entrar de los dieciséis a los veinte años, por lo que, da igual cuantos años tuviera Ditte, entra dentro del censo. No creo que su edad importe de algo ya que ha demostrado que puede ser tan madura o tan cría como cualquiera de nosotras- Aqua la miró desafiante.

Suspiré y me apoyé en la pared, se suponía que era madura, no debía dejarme llevar por peleas absurdas; si es cierto que estar casi dos meses encerrada en un mismo sitio, por más palacio que fuera, me estaba pasando factura y más aguantando y soportando a las mismas chicas durante veinticuatro horas, pero no podía quejarme, le daban una buena subvención a mi familia por que yo estuviera aquí.

Me llevé la mano al cuello en un acto reflejo y por un momento me sentí vacía al no notar el colgante, pero decidí no darle importancia. No me iba a arrepentir a estas alturas de mi decisión.

Esa noche había Report para presentar a las últimas concursantes y no creo que siguiera colando haber llegado a la Élite sin tener una cita, suspiro y me paso una mano por el cabello. No tenía muchas ganas de contar mi vida, sabía que era lo que debía hacer, era un concurso donde no sirves si no tienes popularidad, al fin y al cabo ¿Cómo una reina no iba a ser popular entre su pueblo?

The Selection  [2da parte en proceso]Where stories live. Discover now