The Selection. 9

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-Majestad, no. Le digo que no puede entrar-escuché la voz de Alexa-, lo siento, pero no le voy a dejar.

Abrí un poco los ojos y vi a Alexa en la puerta, tapaba a quien quiera que estuviera en la puerta, parecía a punto de explotar, en las dos semanas que llevaba aquí, jamás la había visto así.

-Alex-Greta se aproximó a su lado intentando calmarla-, alteza, la señorita Aphrodite está durmiendo. Ha pasado muy mala noche y son las nueve de la mañana, déjela dormir un poco más.

Abrí completamente los ojos, seguía sin saber quien estaba en la puerta, aunque podía suponerlo. Me llevé una mano a la cabeza y no pude evitar soltar un gruñido, me dolía todo. Maldita bañera.

-Señorita-al momento, Greta estaba sentada en la cama, preocupada.

-Recuérdame-abrí los ojos y la miré fijamente- que nunca vuelva a dormir en la bañera.

Su cara se descompuso, le sonreí y le di una palmadita en la mano, volví a cerrar los ojos y me di la vuelta.

-Es la última vez que duerme sola-informó, no sé si me lo decía a mi o a Alexa, pero había quedado claro.

-¿Qué duerme sola?-pues si, era Ahren-, eso es de ser incom...

-¿Puedes callarte un poco por favor?, hay gente a la que le duele la cabeza-exclamé, y me eché el brazo por encima de los ojos, noté como Greta intentaba evitar la risa-, no es culpa suya, aparte que solo fueron dos días, ¿Cómo crees que fui a la biblioteca?

Hubo silencio, no lo había pensado. Esbocé una pequeña sonrisa, Greta suspiró, ¿Qué estaría pensando esta ahora?

-Bueno, ya hemos visto que está despierta, ¿Puedo entrar ahora?-se oía bastante molesto.

Volví a abrir los ojos, Greta y Alexa me miraban, afirmé con la cabeza, hicieron una reverencia y se fueron.

Me levanté de la cama y me di cuenta de que tenía puesto el camisón, ¿Desde cuándo?

-¿Qué quieres?-me crucé de brazos-, ¿Vas a hablar?

Entró en la habitación y cerró la puerta tras de él, se me quedó mirando fijamente sin hablar.

-Tierra llamando a Ahren-me mordí el labio inferior, me estaba poniendo de los nervios-, ¿Hola?

Moví la mano de un lado para otro, me froté los brazos nerviosa.

-¿Vas a echarme?, si es así hazlo ya-Ahren negó con la cabeza-, ¿Entonces?, me estás dando miedo, Ahren.

Se quedó en silencio, y empezó a andar hacia mi, di un paso hacia atrás. En dos zancadas se situó delante de mi.

-No era mi intención-alargó la mano y cogió la mía-, solo quiero comprobar algo.

-¿Qué?-alcé ambas cejas.

-No me odies-susurró-, prométeme que no me odiarás.

-Depende-le solté la mano y me volví a cruzar de brazos-, soy una persona que odia muy facilmente.

-Por favor-su voz me suplicaba y sus ojos me suplicaban.

-No, no te voy a prometer nada y menos si saber de que se trata.

Suspiró y se dio la vuelta, parecía estar valorando los pros y los contras de la situación, se pasó una mano temblorosa por el cabello.

-Quiero pasar un día entero contigo-no se giró, yo me encogí de hombros.

-¿Y por eso te voy a odiar?-me reí- sé lo fantástica que es mi compañía.

-Ja, no-suspiró-. No tiene importancia.

Se giró y me sonrió levemente. Me quedé estática.

-¿Perdona?-parpadeé un par de veces-, me escondes algo.

-Posiblemente, pero aún no viene al caso. Prepárate que nos vamos-dio una palmada.

-¿A dónde?

-Ya lo verás y ponte pantalones, ¿Trajiste pantalones?-asentí.

Cogí lo primero que encontré en el armario y me metí en el baño; me puse unos pantalones pitillos de color lima, una camiseta azul oscuro que las mangas me llegaban a los codos y mis Mustang negras.

-¿Así voy bien?-me miró de arriba a bajo y asintió.

Fue ahí cuando me di cuenta que él no llevaba su traje, llevaba una camisa blanca remangada, unos vaqueros y unos zapatos de vestir normalitos.

-Te sienta muy bien-solté, cuando me di cuenta, tragué saliva y me mordí el labio superior-, ¿No nos íbamos?

-Jaja, si.

Se acercó a mi y me tendió el brazo. Se lo cogí a regañadientes y salimos al pasillo.

Nos encontramos con Karina, Judith y Queti, Ahren les saludó con la mano y yo les guiñé el ojo. Me estaba cansando de ser la niña perfecta como me dijo ayer Séphora. Me estaba cansando de intentar llevarme bien con todas.

La Selección era algo que me estaba pasando a mí, no a Gin ni a Rose, solo a mí y a tiempo completo.

Y como había dicho hace dos semanas, si Ahren no me quería aquí, iba a hacer que quisiera que estuviera aquí. Pero, a diferencia, no me iría; conseguiría lo que mi familia nunca consiguió, conseguir que el príncipe me eligiera.

-¿Cuál es tu género favorito?-me preguntó.

-Fantasía y ciencia ficción, pero suelo leer los libros que se escribieron mucho antes de la TGM, al entender español y francés es fácil conseguir libros, allí se han conservado muy bien-sonreí-, también he intentado leer algunos como Viktoria decide morir de Paulo Coelho o Cumbres Borrascosas, pero nunca puedo terminarlos...-me quedé callada-. Perdona, lo he vuelto a hacer.

-¿Quién?-salimos al jardín.

-¿Eh?

-¿Quién fue esa persona a la qué tanto querías que te dijo que no importaba?-se paró y me miró-, ¿Quién fue el que te dijo que te callaras, que nadie quería oirte hablar sobre eso?, no soy tonto Aphroditte.

-No sé de que hablas-le miré fijamente a los ojos-, ¿Crees que soy tan estúpida para dejar que alguien me influya tanto?

-No eres estúpida, eres humana y sí, lo creo-suspiró-. Ayer hiciste lo mismo, cuando me hablabas sobre Destellos Demoníacos y en el Report cuando Gavril te preguntó sobre la piedra que más te gustaba, algo te pasó por la mente-me cogió de los brazos-, tus ojos brillaban a más no poder y de repente, se apagaron, tu cara tomó una expresión seria y no volviste a sonreir, y cuando te reiste ¿Acaso pensaste que nadie se daría cuenta?

-¿Y tu qué sabes?-parpadeé un par de veces-, ¡¿Qué mierda sabes sobre mí?!

-Puede que sepa poco sobre ti-me secó las lágrimas que empezaban a caer-, pero sé que la lectura y la escritura te apasionan; aún siendo una de las pequeñas te tienes que comportar como la mayor; que guardar el secreto de quien eres no te resulta nada fácil; y sobre todo sé, que alguien te ha roto el corazón.

The Selection  [2da parte en proceso]Where stories live. Discover now