El "Inocente" de QingDao. [TaoRis] [PAUSADA]

Capítulo 15: Si pasó, tenía que pasar. (+18)

-Duerme conmigo, Tao... 

Me sorprendió demasiado, Mary me estaba pidiendo dormir con ella. Me quedé alrededor de un minuto parado así, con ella rodeándome por la espalda, con su frente apoyada ahí y yo con los brazos inmóviles, totalmente quieto. Levemente hice la intención de girarme sobre sus brazos. Al estar completamente girado mirándole, ella me sonrió. Tenía un par de lágrimas sobre sus ojos. Levemente asentí con la cabeza, mientras secaba suavemente con mis manos sus mejillas. Ella asintió en respuesta y abrió la puerta de mi habitación, entrando  primero ella y luego yo. 

Sin decir una palabra, abrió la cama y subió en ella, para acostarse. Realmente no había notado qué llevaba puesto hasta ahora. Su pijama era en versión corta. Un pantalón chiquito, una camiseta con mangas cortas hasta más abajo del hombro, rosado el conjunto. Me sentí realmente mal por observarla y mirar lo que llevaba. Le seguí y me medio acosté a su lado, quedando apoyado en el respaldo de la cama. Ella estaba tendida totalmente sobre su espalda. Me miró y carraspeó. 

-Lo siento... ¿no te molesta? -Suspiró suavemente.

-No, tranquila... -La miré hacia abajo. Me abrazó, pasando su brazo por sobre mi vientre. Sonreí.

-Me alegra estar contigo...

-Y a mi, Mary. Como no tienes idea, te extrañé mucho. -¿Me estaba sincerando demasiado? Tal vez. Pero a estas alturas, daba igual. Kris hacía lo que quería. Y yo no podía depender toda la vida de él.

-¿En serio? -Se enderezó para quedar como yo, mientras me miraba algo asombrada.

-Por supuesto, Mary. Eres una persona muy especial para mí. -Obvio, la única persona aparte de Luhan que me da bola y no es para usarme. Y sí, tienen razón, debería dejar de pensar en Kris. Desde ahora nada más.

-Y tú para mí... es raro, llevamos tan poco de conocernos pero al llegar aquí has sido casi mi único apoyo, la única persona con quién mantengo tanta confianza. -Sonrió tras terminar de hablar, mientras miraba sus manos juntas.

-Eres una muy linda amiga, Mary... -Sonreí y le di una mano, apretándola suavemente. Le escuché suspirar.

-Tao... yo no quiero ser solo una amiga. Dame una oportunidad.

QUÉ, WHAT, OMAIGÁ, OEMEGÉEEEEE. Algo acalorado y confundido, le miré, mientras nuestras manos seguían unidas. ¿Por qué no darle una oportunidad? Las cosas podían ir lento. No significaba que yo la amaba, solo... tal vez estaba confundido. Es difícil estar confundido entre un idiota irresistible, y una muchacha tierna y amable. Sobre todo porque... bueno, son personas de distinto sexo. 

-Yo... Mary, te quiero mucho. No quiero ilusionarte con nada, no sé si realmente estoy preparado par.. -No me dejó terminar. Actuó tan rápido que me sorprendí. En un cerrar y abrir de ojos estaba sobre mis piernas a horcajadas, tan cerca que sentía su aliento sobre mi piel. Estaba a unos centímetros más arriba que yo, por lo que quedaban mis ojos frente a su mentón. Tomó mi rostro entre sus manos y se acercó rápidamente, posando sus labios sobre los míos con una suavidad nunca antes vista. Y me culpo, pero por inercia y casi instinto, llevé mis manos a la parte trasera de sus muslos, acercándola. El beso comenzó lento, seguro y tierno, pero con el pasar de los segundos la cosa comenzó a tornarse apasionada. Casi con necesidad acumulada. Una necesidad que no sabía que traía. Comenzó a frotarse sobre mí, mientras yo recorría osadamente sus muslos por detrás, recorriendo sus largas y suaves piernas. No me atrevía a más, pero el beso, sus roces y la situación estaban haciéndome reaccionar. 

-Tócame... -Susurró ella, usando sus manos para guiar las mías hacia su trasero por debajo del pijama. (Sí, ese cortito)

Fue como liberarme de algo que no sabía que tenía. De inmediato comencé a tocarla y ya saben quién (no Mary) reaccionó por completo. Estaba comenzando a recordar la tan estúpida frase de Kris, "siempre me recordarás, yo te inicié", cuando Mary se alejó.