CAPÍTULO 14 (Primera Parte)

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(DOS SEMANAS DESPUÉS)

Manhattan.

Las terapias de rehabilitación de Stear, comenzaron tres días después de que asistió́ a la cita con el doctor Hanks. Aunque el joven Cornwell, esperaba iniciar de inmediato con las sesiones, el experimentado médico le aconsejó tomarse con calma los días de descanso, y presentarse en el hospital, hasta el lunes por la mañana. Hanks, creía que comenzar la semana con el tan ansiado procedimiento, era lo mejor para el joven, pues trabajar cinco días seguidos y sin interrupciones, era la opción más viable. Stear comprendió́ y entonces aceptó presentarse en la fecha pactada.

Aquel lunes de agosto, no solo inició una vida diferente para Stear, sino que también, comenzó una nueva etapa para Candy, ya que, gracias a una recomendación muy especial, ella tuvo la oportunidad de ayudar al doctor Hanks y ejercer el papel de enfermera durante la terapia del joven inventor

. . .

Ha sido un año muy difícil para nosotros, los cambios que ha sufrido el hospital, nos han dejado sin el personal suficiente —explicó el galeno—. Y dado que mi área no es prioritaria en este momento, preciso de ayuda extra... —El doctor miró a la rubia, lleno de esperanza y luego cuestionó—. Candy, ¿no te gustaría estar presente en la terapia de tu primo? Stear me ha dicho que eres una enfermera titulada.

Los ojos de Candy brillaron con emoción, pero, a pesar de la euforia que sintió dentro de su corazón, se tomó las cosas con calma y respondió con cautela:

—Me encantaría, ¿necesito una especie de constancia de mis estudios o alguna recomendación?

—Un amigo y compañero mío me ha dicho que estudiaste en la escuela de Mary Jane en Illinois y también me comentó que te titulaste en el Hospital Santa Juana de Chicago. Me tomé la libertad de contactar dichos lugares y todo está listo para que trabajes con nosotros.

—¿Un amigo suyo? —preguntó ella sintiendo curiosidad por conocer la identidad de dicho hombre, ya que, quizás era un médico de su antigua escuela.

—En realidad, mi amigo es un conocido tuyo, su nombre es Michael Joubert... —mencionó el médico—. Es nuestro jefe en el área de cirugía.

—¿Michael? —preguntó Candy con emoción, mientras Hanks afirmaba—. ¡Michael regresó de la guerra! ¿Y trabaja aquí?

—Así es.

—¡Yo estaría encantada de colaborar con usted! —exclamó ella con emoción—. Es una excelente oportunidad para mí... ¡Santo cielo! Me gustaría darle las gracias a Michael, ¿puedo verlo?

—Sí claro. Supongo que podrás verlo en cuanto termine con su consulta —anunció Hanks—. Pero, por lo pronto, quiero que pases a la recepción para que proporciones tus datos, ya que, te van a pagar por tu labor y los encargados deben tener tu nombre completo.

—¿Pagarme? —la rubia negó—. Oh no, yo no necesito dinero —dijo convencida—. No tienen que pagarme.

—Entiendo, no obstante, tendrás que arreglarlo con el director del hospital. Estarás aquí por varias horas, de lunes a viernes... Y las políticas de la institución, dicen que debes recibir un salario.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora