¤♡Dulce Venganza♥*《Justin Bieber y tu》

Capítulo 36

Él estaba tecleando como la secretaria; en su computadora portátil, de color gris. La típica marca profesional. Me quede perpleja al notar la gran agilidad de mover sus dedos rápidamente sin equivocarse,  escribiendo quien sabe que.

-Tomen asiento. -indico y señaló unos asientos negros muy acolchonados para mi gusto-¿Que se les ofrece señoritas? -preguntó Louis al vernos ya sentadas como el lo ordenó y paro de escribir letras y letras en la hoja electronica-

Aún estaba asombrada de cuanto guapo podía ser el tal Louis. Yo me esperaba un señor mucho mas grande, tal vez obeso y feo; no un hombre de unos 22 años, muy atractivo sentado en una silla giratoria profesional.

Era el mismísimo dios griego

-Wow es tan guapo, y esta....tan bueno -susurre muy bajo-

Pero no lo suficiente, no obstante,  Perrie me escuchó y me dio un codazo bajo con su brazo y Louis fingió una tos falsa - ¿Que? Pero si es la verdad -confesé. Louis se movio incomodo en su silla y siguió tecleando y tecleando sin producirse ningún ruido mas que nuestras respiraciones - Bueno -me incorporé- Quiero que la señorita Edwards salga hoy, ahora mismo- aclaré-

-Eso es imposible señorita. Ella esta en horas de trabajo. -respondió tosco aun con su mirada en la pantalla del computador y sus dedos sin despegar del teclado-

Bufe. Y después solte un gran suspiro pesado y después un gran resoplo que movió algunas hojas que estaban al costado de Louis, rozando un poco su brazo

Ese tipo se veía hosco

-Perrie sal -ordene de imprevisto-

-¿Qué? Pero....

-Dije que salieras -ordene de nuevo fría,  sin tener la mínima atención de Louis. Bufe de nuevo. 《Que mal educado- pensé-》- Espera afuera, que no tardo mucho-notifique-

Perrie se encogió de hombros, se levantó de la silla acolchonada y salió algo intimidada. Escuché la puerta cerrarse y los pasos de ella alejarse.

《Que empiece la función- pensé para mi misma-》

Di unos cuantos pasos para acercarme a la ventana y cerrar las persianas de toda el área donde nos encontrabamos los dos solos.

A él no le daba mucha importancia lo que hacía,  le valía se decia en pocas palabras. 

Al cerrar la última, vi a Perrie fruncirme el ceño; yo solo le dije adios con mi mano moviendola de un lado a otro hasta que la persiana por fin respondio bajandose completamente cubriendo todo, como si fuera una cascada metafórica. Caminé de nuevo hacia la silla y volví a sentarme con una gran sonrisa.

Mire a toda la oficina y estaba oscura, solo entraba poca luz de afuera por los entreabiertos que tenian la persianas . Pero a Louis pareció no molestarle, al contrario esbozó una sonrisa y se mordió su labio inferior, mirando la deslumbrante pantalla de la portátil "concentrado".

-Bien. Señor Tomlinson, no le quita nada con dejar a Perrie salir y dejarle un día libre ¿o sí? -pregunté seductora, mientras jugaba un poco el cabello que sobraba de mi coleta con coquetería-

Él siguió sin prestarme un poco de atención,  bufe molesta. Me paré de la silla y la corrí a un lado del escritorio, caminé moviendo mis caderas a propósito para llegar al frente de el y sentarme encima del escritorio mire mis piernas casi cubiertas y las crucé. Luego, hice que separara la vista de la pantalla y que me mirara, tuve oportunidad y cerré su portátil. Subi mi mano hacia la cinta que amarraba mi cabello y la quité; sacudi mi cabello y a causa alborote mi cabello y lo moví para que callera en mis hombros en unas perfectas ondas.