· Final Gu-En ·

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Se deja caer de rodillas y al intentar tocar su propio sarcófago, sus dedos lo atraviesan. Comienza a temblar y a hiperventilar, no se lo podía creer.

Había ocurrido todo tan rápido que su mente no podía aceptarlo, hasta hacía nada había estado hablando con Yoon y acariciando a la adorable Ao, ¿por qué había sido todo tan repentino?

Las palabras "misión cumplida" pasan por su cabeza y sonriendo de lado se sujeta la cara con ambas manos, mientras varias lágrimas escapan de sus ahora ojos verdes.

- Claro... Todo fue un pacto con la Loba... No me dijo nada de que terminase, pero era obvio... No iba a ser inmortal toda mi vida... Que ilusa he sido, si lo hubiera sabido habría aprovechado para decirles a la cara lo que sentía y habría hecho más cosas por ellos... Aun así, ella ha sido muy generosa, me había dejado más tiempo para que conviviese con todos, aunque lo he aprovechado mal...

- Llevaste mi palabra hasta el final de tus días y después de todo lo que has pasado... también necesitas un descanso – dice alguien poniéndole una mano sobre su hombro.

Se da la vuelta poco a poco y al divisar a su hermano mayor fallecido, no puede evitar saltar a sus brazos y seguir llorando como una niña pequeña.

- Hiryuu... – lo nombra entre sollozos.

- Está bien – la estrecha contra él con cariño –, puedes desahogarte.

Y eso hizo, no sabía por cuanto tiempo estuvieron así pues el tiempo del más allá es distinto al de los vivos, pero fue muy reconfortante ser consolada por alguien tan querido y que tanto había echado de menos.

El pelirrojo seca las últimas gotas segregadas de una Mio más calmada, aunque tenga los ojos hinchados y rojos. Le da un beso en la frente y la ayuda a levantarse.

- Ven, supongo que tendrás ganas de ver a algunas personas.

Ella asiente con una pequeña sonrisa y agarrada del brazo se encaminan.

· · ·

Estaban en palacio, con la diferencia de que vivían como hacia miles de años, es decir, las mismas personas que vivieron con ella en aquella época se encontraban allí y su apariencia era la misma que en ese entonces.

De vez en cuando unas sombras aparecían a lo que Hiryuu les explicaba que de vez en cuando notaban las presencias de los humanos.

- El más allá es un mundo compartido pero alternativo, esto quiere decir que nosotros somos conscientes de que convivimos con los vivos, sin embargo, ellos no lo saben.

- Eso quiere decir que... ¿podemos contactar con Zeno y los demás? – Pregunta ilusionada.

- Me temo que no pequeña – le responde entristecido –, lo que ocurrió cuando ganasteis la batalla fue un momento puntual, no podemos mantener contactos con ellos pues podemos llevarlos a la muerte.

Mio agacha la mirada, por unos instantes creyó que podría seguir estando con el resto, aunque fuese solo hablando.

- Por eso mismo, desde aquí les entregamos nuestras fuerzas para que les vaya lo mejor posible.

- ¿Cómo ángeles de la guarda?

- Exacto – sonríe.

Quedándose pensativa por lo que había dicho, le iba a resultar duro verles y no poder abrazarles o conversar con ellos, no obstante, podría seguir protegiéndoles desde aquí arriba. Estaba decidido, los tutelaría eternamente con cada generación que viniese y ayudaría a Zeno para que no se sintiese solo, ya buscaría alguna forma posible.

ℓα ℓσвα ףυє αмαвα α ℓσѕ ∂яαgσиєѕ · AKATSUKI NO YONADove le storie prendono vita. Scoprilo ora