Morir para estar en la mafia (en edición)

FINAL (parte 1)

Despertar en esta habitación luego de haber sufrido un desmayo se estaba haciendo costumbre en mí, la habitación se encontraba igual que siempre no había cambiado nada, excepto yo. No era al hecho que había recuperado por fin la audición, ni tampoco que aquel dolor de cabeza había desaparecido, es mas hubiera preferido mil veces que este siga, con tal de no haberme enterado de la verdad, o tal vez no. Tal vez el haber recuperado la audición, había hecho que también abra los ojos, que todos y cada uno de mis sentidos estén alerta. Hace aproximadamente media hora que había despertado y mi cerebro no paraba de pensar en todas y cada una de las cosas que había vivió desde mi secuestro. Desde aquel día en donde todo comenzó, cuando los Herzig fueron los primeros en aparecer en mi vida, arruinándola, pero no me voy a engañar, no mas, ellos no fueron los únicos que contribuyeron a que sienta que cada parte de mi alma se desvanecía con el tiempo. Ellos, a los que les habían confiado mi seguridad, la de mi familia, a los que había acudido en este último tiempo, hasta el punto de creer que eran mi familia, pero todo era una mentira, los Kresing. Aunque pensándolo bien, tampoco los puedo culpar a ellos por completo, después de todo yo fui la ingenua, la idiota que creyó todas y cada una de sus palabras, después de todo son la mafia.

Pero algo les tenia que agradecer, el pasar tiempo con ellos me di cuenta, que no hay que ser impulsiva en la vida y que la venganza es un plato que se sirve frio.

Había dos cosas de las que me tenía que encargar:

1 Los Herzig.

2 Los Kresing.

Como era de esperarse Stefano, acompañado de sus hermanos y Drake, interrumpieron mis pensamientos, cuando entraron a la habitación, no pensaba fingir que seguía con la sordera, pues Drake se daría cuenta de que no era asi.

Sin decir palabra alguna Drake se acerco a mí y me hizo las revisaciones que eran habituales, confirmando que mi audición había vuelto, lo que provoco una sonrisa por parte de los tres hermanos.

S: Esas son muy buenas noticias, sobre todo por las cosas que se acercan-esas frases bastaron para que Drake sepa que se tenía que retirar y para que yo me dé cuenta que me iban a encomendar una misión- Allison ¿Cómo te sientes?

A: Nunca he estado mejor-dije formando una sonrisa sínica, que claramente solo yo podía entender su verdadero significado, los tres hermanos tomaron aquella señal, como si yo buscara vengarme de los Herzig y en parte tenían razón.

S: Me alegra escuchar esas palabras, porque no sé si sabias pero hoy es 31 de Diciembre ¿sabes lo que significa eso?- basto solo que asienta con la cabeza para que el continuara hablando- hoy más que nunca te tienes que acercar a ellos, no le saques los ojos a Peter, no te separes de su lado, porque algo deben estar planeando y necesitamos saber que es, necesitamos que ellos crean que eres de confianza- como ustedes hicieron conmigo, fue lo primero que pensé, para luego volver a asentir- me alegra que hayas entendido, la fiesta será dentro de cinco horas, dentro de unos minutos Rachel y Lía te pasaran a buscar para que compres tu vestido y te arregles.

Cuando termino de hablar, no pude evitar analizarlo, su semblante se había vuelto más serio de lo normal, sin embargo en su mirada había algo que no había visto nunca en él, miedo. Stefano tenía miedo, pero la pregunta era de que. Había miles de respuestas a esa pregunta, pero ¿cuál sería la correcta?

Sin que pudiera conseguir aquella respuesta, aparto la vista de mi y se fue de la habitación acompañado de sus hermanos, quienes no se habían atrevido a decir palabra alguna.

Tal como dijo Stefano a los minutos tocaron mi puerta aquellas dos mujeres a las que cuando las vi no las podía reconocer, no podía creer que ellas también habían formado parte de aquel plan, ni siquiera las podía mirar a los ojos, sin que el odio se refleje en los míos, no quería ni imaginar que pasaría cuando vea a los chicos. Ambas me obsequiaron una sonrisa que antes pensaría que eran sinceras, pero ahora ya no sabía que pensar.