Morir para estar en la mafia (en edición)

Capitulo 53

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Para cuando abrí los ojos me encontraba en mi habitación, el dolor de cabeza seguía allí, sin embargo era más leve, pero para mi suerte aquel pitido insoportable había desaparecido.

Al concentrarme mejor en mi alrededor me di cuenta que Stefano, Andrew, Ivan y Drake se encontraban en la habitación, los cuales al verme despertar relajaron un poco su semblante, sin embargo no movían ni un musculo, es como si me estuviesen analizando; el único que atino a acercarse fue Drake quien reviso mis oídos y mi presión; luego de eso les dio el veredicto a los presentes, claro que yo no participaba en esa charla, luego de un asentimiento por parte de los oyentes, estos se marcharon de la habitación, dejándome con Drake.

Este no tardo ni un segundo en sacar su celular y escribir en el lo que me estaba pasando.

Texto: lo que te paso fue el esfuerzo que están haciendo tus oídos y tu cerebro para que puedas volver a escuchar, se que debe ser doloroso, pero en realidad son buenas noticias, significa que estas más cerca de recuperar tu audición.

A: Gracias Drake- dije a lo que él solo se limito a asentir, para retirarse de la habitación y despedirse con un casto saludo con la mano- espera, Drake- intente llamarlo pero era en vano el ya se había ido, así que como última esperanza me levanta de la cama y salí corriendo hacia la puerta para ver si todavía se podía encontrar en el pasillo del hotel, y para mi suerte cuando abrí la puerta allí estaba- Drake- lo llame nuevamente, haciendo que él se de vuelta- ¿sabes si el hotel tiene un gimnasio?-pregunte esperanzada de que así sea, el se acerco mientras escribía en su teléfono lo que me quería comunicar.

Texto: El hotel cuenta con tres gimnasios, de los cuales uno se aparto exclusivamente para nosotros, durante el tiempo que nos hospedemos aquí, se encuentra en el piso 10, pero para poder entrar allí necesitas una pulsera, la cual demuestra que perteneces a nuestro clan, ahora mismo voy a conseguirte una y te la voy a llevar a tu habitación.

A: Gracias de nuevo Drake.

Sin más que decir el siguió su rumbo por el pasillo y yo me volví a adentrar en la habitación. Habrán pasado diez minutos cuando Drake volvió y me entrego la pulsera la cual sería mi pase libre para el gimnasio, para después irse y dejarme nuevamente sola.

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Uno, dos, tres, patada....uno, dos, tres, patada...esta era la secuencia que venía repitiendo desde las dos de la mañana, no sabía cuánto tiempo había pasado y tampoco era como si me importase; esto era volver a mi rutina, no podía dormir iba al gimnasio a descargarme hasta que el sol salía y los demás chicos venían entrenar, esa era mi señal para retirarme, ahí es cuando salía del hotel y comenzaba a correr, en el colegio nos encontrábamos en vacaciones por la festividades, así que lo único que hacía en todo el día era entrenar. A varios kilómetros del hotel Drake me dio la información que había un lugar en donde podíamos practicar tiro y demás, así que ahí es donde pasaba mi día, cuando caía la noche y "Jaws" cerraba, ese era el nombre del lugar que Drake me había recomendado, que hasta donde había entendido se llamaba así porque al dueño le gustaba la película con el mismo nombre, original lo sé. Para cuando llegaba al hotel era la hora de cenar, allí apenas comía lo necesario y luego me dirigía a mi cama, en donde esperaba a que todos fueran a dormir para volver a empezar el entrenamiento.

Hacía cuatro días que venía repitiendo la misma rutina, mañana seria año nuevo y tendríamos a asistir a una maldita fiesta que celebraban los Herzig, sinceramente no entendía porque teníamos que ir pero Stefano insistía en que no nos teníamos que demostrar débiles, que era una forma de desafiarlos, de demostrarles que nadie iba a poder con nosotros, pero que tan cierto era ello, porque siendo sincera en este mismo instante no me sentía invencible, aun así quien era yo para desobedecer al jefe, si él decía que teníamos que ir, iba a ir, lo que significaba tener que buscar otro vestido de gala y eso significaba ir de compras y pasar por el salón de belleza nuevamente.