Capitulo 10

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Capitulo 10

Estaba desplomada en el medio del pasillo donde perfectamente tenia las dos imagines de mis padres y la de mi hermano muertos. Eh estado como veinte minutos así y no pienso estar de otra forma, en parte quiero seguir así, pero tampoco puedo estar de otra forma, mi cuerpo no reacciona y mi mente menos.

De la nada escucho como unos autos estacionan cerca de mi casa, bajo las escaleras como puedo y me dirijo lentamente hacia la ventana, corro discretamente la cortina y veo que dos autos se estacionaron en frente de mi casa, de estos dos bajan cuatro hombres de cada uno. Lo único que pude distinguir era que estaban vestidos con trajes elegantes, seguramente de las marcas más caras, Salí corriendo, tratando de no hacer ningún ruido, al cuarto donde me había escondido anteriormente.

Al segundo en que entre y cerré la puerta sigilosamente, pude oír como la puerta principal era tirada abajo, sin ninguna discreción, ni vacilación.

Yo solo me mantuve lo mas lejos de la puerta que pude, sentada en el piso enrollando con los brazos mis piernas, repitiéndome una y otra vez lo mismo.

No va a pasar nada, todo esto es un sueño.

No va a pasar nada, todo esto es un sueño.

No va a pasar nada, todo esto es un sueño.

Pero yo en realidad sabia que esto no era un sueño, era más bien una pesadilla o aun pero… la vida real. No quería morir al igual que mi familia, debo sonar egoísta, ya que por mi culpa ellos están muertos, pero no quería terminar de la misma forma.

Escuche pasos más y mas cerca de la puerta del armario, hasta que sentí que la abrieron, mis ojos se cerraron al instante y empecé a fritar.

A: NO ME HAGAN NADAA, POR FAVOR- seguía con los ojos.

Sentí como me agarraron de los hombros y me levantaron y sacaron del armario, yo hacía fuerza para tratar de zafarme y poder salir corriendo, pero eso era imposible.

X: Escucha Allison, no te voy a hacer nada, solo abre los ojos.

Reconocería esa voz en cualquier parte, esa voz que me transmitía de alguna forma tranquilidad… esa voz le pertenecía a Stefano.

Lentamente abrí los ojos y lo vi, estaba igual de elegante que siempre, lo único distinto en el era su cara, no mostraba la tranquilidad, ni la seguridad que mostro los días anteriores, este vez su semblante tenía el seño fruncido y mostraba enojo en sus ojos. Pero todo eso no me importo, porque lo único que hice fue abrasarlo, el tarde solo unos escasos segundos en responder a mi abrazo, lo necesitaba, necesitaba sentirme protegida.

Empecé a llorar y él me apretó más a su cuerpo, intensificando el abrazo.

S: Ya esta, ya paso todo, vas a estar bien- trataba de consolarme, como a una niña pequeña, la cual se cayó aprendiendo a andar en bici, pero esto, esto era más fuerte que yo, esto era más que un simple raspón, mis padres estaban muertos y yo había tenía la culpa.

S: Escucha, Allison mírame- levante la cabeza para verlo a los ojos- yo se que estas pasando por un momento difícil, pero es hora- lo mire si entender- tenemos que fingir tu muerte, tenemos que usar esta situación, para que parezca un robo, y que no solo tu familia murió si no vos también.

Rápidamente me aparte de él, no sabía cómo podía decirme aquello, mi familia estaba muerta y pretendía que esto se lleve a cabo, no podía ser tan hipócrita.

A: No puedo creer que me estés diciendo esto, mi familia acaba de morir y vos solo te importa que finja mi muerte a si pueda unirme a tu estúpido grupo de mafia. Salí corriendo de donde estaba necesitaba estar sola, pero antes de que pueda cruzar la puerta unos brazos me agarraron de la cintura evitándome seguir avanzando, cuando giro para tratar de soltarme me encuentro con Andrew.

Morir para estar en la mafia (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora