Sabios consejos de un duende latino

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Jeremy Turner, mortal.

—¿Cómo es posible que sea tan perfecta?—pensé.
Tiene novio.—dijo la voz traicionera de mi cabeza.
Él no la merece.
Tú no puedes decidir nada, ella está con la persona que quiera estar.
Lo sé, pero es que...

—¡Jeremy! —gritó alguien en mi oído: Piper.

Su potente voz siempre me devuelve a la tierra. Tengo que estar agradecido por eso, sino viviría soñando con la chica que me roba el aliento.

Tengo suerte de contar con mi mejor amiga para sacarme de esas situaciones.

—¿Escuchaste algo de lo que dijimos?

¡Cierto! Estábamos en una reunión del programa.

Antes no las teníamos, pero antes tampoco teníamos a Piper ni a ella. Digamos que las cosas habían cambiado desde que sacaron a Roxanne. Por ejemplo: nos habían extendido veinte minutos y eso se debía a que el número de televidentes había aumentado, digamos que tener a la hija de un famoso actor como presentadora ayuda un poco.

—¿Qué? No. Lo siento—me disculpé.

—Presta atención, ¿sí? —me reprimió.

—Como les estaba diciendo, creo que tenemos que tener un pequeño segmento en el que hablemos de los bajos rendimientos de francés que tiene Goode. ¡Algunos ni siquiera saben lo que significa oui!

—Pipes tranquilízate—dijo ella de una forma divertida. —No todos tenemos al francés como segunda lengua.

—Tú estás celosa porque aquí no existen las clases de griego antiguo, listilla. —dijo mi mejor amiga sacándole la lengua a mi crush, la cual solo se limitó a rodar los ojos. —Bueno, el punto es que creo que tendríamos que armar una especie de protesta. ¡Los profesores no pueden denigrar este hermoso idioma! Por suerte, tengo una amiga que tal vez nos pueda ayudar.

—Dudo que Rachel vuelva a Goode solo por una protesta de francés.

—¡Annabeth! Deberías apoyarme. Se supone que somos amigas. Además, me la debes, ¿sabes lo difícil que fue mantener, cada día, a miles de chicas alejadas de tu novio, mientras tú estabas en San Francisco? —dijo Piper mientras apuntaba con el dedo índice a Annabeth.

—Te recuerdo que no eres la única que protege novios ajenos, después de todo, antes de venir a Goode yo iba al mismo instituto al que va Jason.

—¿Por qué siempre ganas? —dijo Piper rondando los ojos, aunque después se dio cuenta de algo. — Hablando de eso, ¿ahora quién lo protege?

—Tranquila. Aún tiene a Hazel, Frank y Reyna. Además, Thalia lo visita cada tanto.

—¡Gracias a los dioses! No me puedo imaginar a mi...

—Lamento interrumpir. —dijo Chad: el camarógrafo—Pero hay otras cosas que tenemos que discutir, ¿la cámara rota tal vez? Podríamos armar algún evento para recaudar fondos y comprar una nueva.

—No te preocupes. —dijo Piper. —Ya llamé a alguien para que la arregle.

—Pero el técnico dijo que no tenía arreglo.

—Confía en mí. Es el mejor de la cabaña 9. —dijo Pipes segura de sí misma, aunque al parecer solo Annabeth logró entenderla. —Bueno creo que es todo por hoy, adiós.

Tras esas palabras junté mis cosas y me fui de la sala del club de audiovisual.

Supongo que tengo que presentarme...

Percabeth entre mortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora