No peleaban por mí

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Al final del día Jason nos pidió a mí, a Emma, a Raquel y a Ben que nos reunamos con él en el estacionamiento ya que nos quería presentar a un primo suyo. Y cuando fuimos solo pude pensar una cosa:

¡El primo estaba buenísimo!

Era alto, pelinegro, con unos bellos ojos verde mar, musculoso pero no en exceso y su piel era clara y suave, sin ningún rastro de un asqueroso vello adolescente o de algún acné juvenil. Tenía una sexy sonrisa ladina en la cual pude ver asomar un diente levemente torcido; sin embargo, esa simple imperfección lo hacía aún más perfecto.

—Chicos, él es Percy. Percy ellos son Raquel, Emma, Ben y Piper—nos presentó Jason.

—Hola, mucho gusto— fui la primera en hablar.

—Espera, ¿dijiste que te llamabas Piper?—exclamó Percy.

—Sí—afirmé.

— ¿Algo para decir, Grace?—le preguntó el pelinegro a su primo con una sonrisa burlesca.

—No es lo que piensas—aseguró el ahora sonrojado rubio.

—Sí, claro—comentó Percy con un leve toque de sarcasmo.

Esperen, ¿eso significaba que le había hablado de mí a su primo? ¿Y si Percy estaba aquí para ayudar a Jason conmigo? ¿Eso significaría que para Percy sería algo así como un fruto prohibido? ¡Muchas gracias, Jason! Tal vez me alejaste del que podría ser el amor de mi vida. No, no me voy a rendir, si Percy se termina fijando en mí, entonces ambos vamos a pelear por nuestro amor ¡Seríamos como Romeo y Julieta! Excepto por el final, soy muy joven para morir.

—Y dime Percy, ¿dónde te estás quedando?—indagué.

—Pues, en la casa de Jason—respondió algo obvio.

Idiota, ¿dónde más se podría estar quedando?

— ¿Y qué te pareció la ciudad?

—No sé. No recorrí mucho—reconoció.

—Bueno, si quieres te puedo dar un tour—ofrecí.

—No creo que sea una buena idea—dijo nervioso.

—Yo creo que es una fantástica idea. No tienes de que preocuparte no muerdo y no tengo ningún novio celoso que vaya a golpearte—comenté inocente.

Ante mis palabras Jason frunció el ceño, creo que se dio cuenta de lo que pretendía; sin embargo, no tiene motivos para ponerse celoso, él y yo no somos nada. Tengo el derecho de coquetear con cualquiera, incluyendo su primo.

—Gracias por tu ofrecimiento Piper, pero yo como buen primo voy a ser el que le muestre el lugar a Percy—dijo Jason celoso—Adiós, chicos. Nos vemos mañana—se despidió el rubio.

¿Jason Grace acaba de arruinarme una posible cita? Ni siquiera le dio tiempo a su primo de hablar, tenía que contestar por él y luego largarse. Pues te voy informando Grace que tu primo tiene una muy sensual y carnosa boca con la que me podría haber respondido, así que tus servicios de portador de voz no eran requeridos. Si continua así no me va a permitir avanzar con su primo, voy a tener que hablar con Jason sobre sus celos uno de estos días.

— ¿Qué fue eso?—preguntó Emma.

— ¿De qué hablas?

—Habla de tu pobre coqueteo con el primo de Jason—contestó Raquel.

—Sí, esto huele a charla de chicas. Así que mejor me voy, adiós—se despidió Ben.

—Habla— ordenó Emma una vez que nos encontramos las tres solas.

Percabeth entre mortalesWhere stories live. Discover now