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Era tarde en la noche y Jimin dormía tranquilamente entre los brazos de Suga o al menos hasta que sintió una fría corriente recorrer sus piernas. Y al parecer, su esposo había sentido lo mismo pues ambos despertaron a la par. Reflejaban confusión en sus rostros pero no fue hasta que vieron las sábanas empapadas en un líquido transparente que se exaltaron. El líquido provenía de Jimin.

-Hyung... -logró pronunciar con evidente miedo.

-Iré por las cosas.-Suga saltó de la cama enseguida.

En cuestión de minutos, estaban de camino al hospital. Taemin, conducía el auto lo más rápido que podía en la autopista mientras que Suga trataba de hacer sentir mejor a su esposo en agonía por el inmenso dolor en su vientre. El pobre se retorcia en el asiento haciendo sentir al mayor impotente. No podía aliviar su dolor. Todo lo que podía hacer era acariciarlo o decirle que fuera fuerte, que todo saldría bien.

Cuando finalmente llegaron al hospital Taemin se hizo cargo de los detalles en recepción. Mientras que la pareja era dirigida a la sala de partos con rapidez entre aquellos fríos y blancos pasillos. Aburridos a la vista de cualquiera. Los enfermeros hacían preguntas rutinarias a medida que llegaban a la sala y Jimin trataba de de responder a ellas, sin embargo, lo único que lograba salir de sus labios eran balbuceos gracias a las contracciones.

En un abrir y cerrar de ojos estaban en una gran habitación privada con gente de blanco corriendo de un lado para otro con distintos artefactos en mano. Jimin se encontraba en una camilla listo para el parto. Su frente sudorosa se arrugaba de vez en cuando por las muecas cortesía del dolor. Yoongi estuvo tan nervioso que no se percató cuando la habitación era invadida por chillidos muy sonoros. ¿Eran sus bebés? ¿Sus hijos?

Sonrió ampliamente al verlos del otro lado de la habitación siendo limpiados y acurrucados en mantas de colores pasteles. Eran padres al fin. Era padre gracias a Jimin. Tenía una família. ¿Qué más podía pedir? ¿Qué más podría necesitar? Ante sus ojos lo tenía todo. Una familia, amigos y un hogar. No, no necesitaba más que eso porque eso es lo que lo hacía sentir felíz. Bajó su mirada al menor y éste permanecía con ojos cerrados. Como si durmiera plácidamente luego del arduo trabajo.

-¿Jimin..?-le llamó preocupado pero no pudo esperar alguna respuesta, los médicos lo habían guiado a la sala de espera.

YOONMIN | WhatsAppDonde viven las historias. Descúbrelo ahora