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Suga llegó a la fiesta echando humo por las orejas. Vestía una mascarilla y gafas para ocultar su identidad entre la multitud. Afortunadamente dado al gran estado de ebriedad en el que estaban, nadie se percató de la presencia del músico. Buscaba ¿molesto? no, sumamente molesto a Jimin. Al no verlo por ninguna parte decidió buscarlo por los pasillos de aquella casa ruidosa y bingo, lo vio a lo lejos saliendo de un baño. Corrió hacía él y lo tomó fuertemente del brazo para luego entrar en uno de los cuartos.

Empujó al chico adentro y tras él, se cerró la puerta con seguro para evitar interrupciones. Su mascara y accesorios los tiró a un lado dejándole saber quién era. Al subir la vista recibió una cachetada de parte del menor.

-¿No te quedó claro que no quiero ser más tu "muñequito"?-estaba enfadado pero a Suga no le importó y lo estampó contra la pared acorralandolo. Subió sus manos dejándolas bien sujetas sobre su cabeza con las suyas y lo encaró. Su mirada era penetrante.

-Maldita sea, ¿por qué tienes que complicar todo? ¿Por qué no crees que hago todo ésto por tu bien? ¿Qué debo hacer para que lo entiendas?-una vena en su cuello comenzó a resaltar de seguro por lo alta que debía estar su presión sanguínea.

-Explícame. Explícame qué sucede. Por qué por mi bien. Porque no entiendo. Actuas como un mismo psicópata, Yoongi. No sé qué pensar. Si me amas o si debo esperar a que me metas en una jaula para cumplir tus caprichos de macho alfa posesivo.-

-No puedo decírtelo...-respondió impotente.

-Entonces vete. No tenemos NADA de qué hablar tú y yo. Y si me disculpas estaré con el cumpleañero así que sueltame.-dijo forcejeando.

-No te atrevas a mencionar a ése imbécil.-Jimin le miró retante.

-¡Pues sí! ¡Sí lo menciono porque al menos él no...!-fue interrumpido por los salvajes labios del más alto.

Lo estaba besando de una manera que Jimin jamás había experimentado antes. Suga desquitaba ahí todo su enojo, todos sus celos y todas sus angustias. Pero el pelinaranja se negaba a responder. Sólo se limitaba a voltear su rostro ocasionalmente para evitar el contacto de labios pero vamos, ¿quién en su sano juicio se resistiria a Min Yoongi? Exacto. Al cabo de unos minutos el chico se había dejado llevar por su Hyung.

Suga había comenzado a descender por su cuello. Lo devoró con apuro, sin gentileza, quería dejarle saber que era suyo. Jimin soltó un fuerte jadeo tras ello mientras le dejaba más acceso al peliverde echando la cabeza hacia atrás. Se sentía bien, demasiado bien. Todas aquellas sensaciones nuevas le encantaban. Y como cada vez que estaban juntos, todo parecía poco a poco desaparecer. El ruido, las personas, nada importaba. Sólo se necesitaban a ellos; nada ni nadie más.

Jimin fue levantado agilmente por sus piernas y llevado a la cama que de seguro era del mocoso pero la verdad es que en ese momento no importaba. Nada lo hacía. Min comenzaba a ser desvestido por esas novatas e inexpertas manos con prisa. Quedó expuesto su pálido y bien formado abdomen haciendo sonrojar al chico bajo suyo quien también era despojado de sus ropas. Pero a diferencia, éste quedó sin ninguna.

Lo contempló y quedó maravillado por tan espléndido ser. Dejó que sus manos acariciaran sus muslos con lentitud grabando su suavidad a su paso. Sus labios se dirigieron nuevamente al cuello ageno pero ésta vez para lamerle con lentitud y no sólo ahí. También sus hombros y pecho fueron víctimas. Quería más. Quería experimentarlo todo. Que Suga le enseñara sobre ese mundo del que se perdía y ahora empezaba a descubrir.

Jimin gimio cuando Yoongi, desperado por la acción, comenzó a simular embestidas rozando ambas caderas en un va y ven espléndido. Una descarga eléctrica recorrió con gracia ambas columnas dejando a su paso un leve escalofrío. Los dedos del mayor se aventuraron en la entrada de Park. La acarició dando algunos círculos con sus dedos haciéndolo estremecer instantáneamente.

-Esto puede que duela así que relajate todo lo que puedas, amor.-susurró con su voz más ronca de lo usual chocando en su oido a la vez que un dedo se adentró en el lugar.

Al principio, sí, fue raro y como bien Suga dijo, doloroso. Pero al rato su cuerpo ya se había acostumbrado. Recibía tres con facilidad increíble. Fue ahí cuando no se pudo esperar más. Estaba al límite y si no lo hacía sentía que iba a morirse. Bajó un poco su pantalón junto con su ropa interior liberando su miembro palpitante. Se acomodó entré aquellas hermosas piernas y sin más, se adentró. Todo paró en aquel instante. Suga jadeo y se apoyó con sus codos a ambos lados de la cabeza de Jimin. Lo miró dejando salir una sonrisa y lo besó.

El va y ven se hizo presente otra vez. Pero causando incluso más placer que la vez anterior. Jimin guió sus manos hasta la espalda del contrario y la rasguñó dejando totalmente visibles marcas rojas que de seguro estarían allí por días. Pero al diablo. ¿A quién le importaría? Porque a él no. El beso era intenso como todo lo que había ocurrido en esa habitación antes. Sus cuerpos se habían cubierto por una leve capa de sudor facilitando el movimiento delirante para ambos. Ya no era gentil, era rudo; fuerte.

-¡Suga!-gimio al fin por lo alto.

Había dado en su punto y si de alguna forma, el cielo fuera algo que un mortal pudiera sentir, Jimin lo estaría haciendo. Gemia sin escrúpulos, de todas formas la música de la fiesta era su cómplice.

-¿No querías que me fuera?-se burló dando una fuerte embestida.

-¡Mnn!-tuvo que respirar algunas veces antes de poder contestar-Cierra la boca, Min.-sonrió antes de besarlo.

No pasó mucho para que ambos eyacularan al llegar al clímax. Se miraron y rieron levemente. Como pudieron, se levantaron y vistieron rápidamente para salir corriendo del lugar dejando atrás una muy desordenada habitación. Eran como dos adolescentes enamorados. Rieron por el camino por la fechoría que acababan de hacer. Al llegar a la mansión los besos y caricias volvieron dejando un mar de desastres por todos lados. La cocina cuando trataron de cenar algo, en el baño cuando decidieron tomar "sólo una ducha" y por último la habitación cuando se habían regañado mutuamente porque debían dormir pero ambos terminaron haciendo de las suyas.

YOONMIN | WhatsAppWhere stories live. Discover now