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-¿Podrías comportarte? Estamos en el centro comercial.-le regañaba Jimin a un Suga tras un sexto intento fallido de tocar su trasero.

-Es tu culpa. ¿Por qué te pones esos pantalones tan ajustados? Se te aprieta todo.-pauso para cruzar sus brazos y suspirar pesadamente-Los demás van a mirar y me voy a molestar, enano. En serio, tu trasero es demasiado grande para ese pantalón. Voy a comprar otro para que te cambies ya.-protestó.

-¡Suga! ¡Baja la voz!-éste rió y lo atrajo a él tomandolo de las manos y lo besó.

-Sabes bien que no me importa eso.-sonrió sobre sus labios-Eres hermoso, ¿te lo he dicho?-el menor asintió sonriendo también pero desvió la mirada cuando un chico paso por su lado. De inmediato soltó las manos de Yoongi y lo examinó con la vista.

-¿Jungkook?-éste paró en seco y volteó para verlo.

-Oh, Jimin.-sonrió deslumbrante- ¿Qué tal todo? Te ves...genial.-lo abrazó ignorando al rapero quién carraspeo su garganta para dejar en claro su incomodidad.

-Y..Yoongi. Él es...-el mayor no lo dejó terminar, lo tomó de la mano y comenzó a arrastrarlo por los pasillos del centro comercial.

-Lo sé. Es ese estúpido.-ambos pararon al Jungkook repentinamente ponerse frente a ellos impidiendo su paso.

-Él próximo sábado es mi cumpleaños, deberías ir Jimin. Creo que las cosas entre nosotros terminaron mal. Podríamos charlar y pasar un buen rato en la fiesta.-le extendió una invitación que guardaba en su chaqueta mientras le sonreía coqueto-Te estaré esperando.-

-No irá, pero gracias por tu gentileza, mocoso.-dijo tomando la invitación y partiendola a la mitad.

-¿Quién te crees que eres?-encaró el menor.

-La pregunta es, ¿quién te crees TÚ? Niño, no molestes ¿sí? Y otra cosa, ve olvidandote de él. Por tu bien. ¿Quieres?-dijo amenazante.

-Yoongi, vámonos.-pidió gentil Jimin tomando la mano del más alto tratando de que el asunto no llegara a mayores. Éste asintió y besó la frente del chico.

Se fueron caminando hacia la salida con sus enormes bolsas de ropa, zapatos y cosas --para Jimin-- innecesarias. Juraba que el peliverde había comprado la mitad de las tiendas. ¿Para qué tantas cosas? De seguro ni en un mes le daría para utilizar todo aquello. Suspiró luego de ayudar a Yoongi a guardar todo en la cajuela del auto y se sentó en el asiento de copiloto. El mayor aún parecía molesto por su facción dura. Su boca era una fina línea y su mandíbula resaltaba por como la apretaba.

-No pienses en eso, Suga. No iré a esa fiesta.-sonrió y colocó una mano sobre la rodilla contraria para acariciarla suavemente logrando calmarlo.

-Lo sé, perdona.-le miró y posteriormente emprendió camino a la casa de Park.

Pero cuando llegaron a está estaba rodeada por un mar de gente vestida de aburridos sacos grises y negros. En sus manos portaban múltiples cosas, libretas de apuntes, grabadoras de bolsillo, micrófonos y cámaras. ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Qué hacían esas personas en su hogar? ¿Qué querían? Volteó a ver a un Suga bastante pálido. De inmediato piso a fondo el acelerador para entrar nuevamente en la carretera.

-¿Qué está pasando? ¿Por qué esas personas estaban ahí?...¿Suga?-miró como el camino se hacía más visible por la disminución de velocidad del vehículo- ¿Yoongi? ¿Estás bien?-preguntó ya preocupado.

-Vivirás en mi casa hasta que todo ésto se calme. No saldrás. No podrás ver a nadie ni contactarte con nadie. Con quien único hablaras será mi asistente Taehyung o conmigo. ¿Quedó claro?-preguntó con suficientemente seriedad para asustar al menor.

-Suga, no entiendo..por qué..-

-¿Quedó claro?-el menor tragó el espeso nudo que comenzaba a formarse en su garganta y asintió intimidado.

-Bien.-

YOONMIN | WhatsAppWhere stories live. Discover now