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Jimin corrió hasta el armario de su habitación para sí, esconderse. A pesar de que aquel sujeto no le pareciera un riesgo, tenía miedo. ¿Y si quería hacerle cochinadas? Escuchó el motor de un auto detenerse frente a su casa y su corazón latio fuerte. ¿En verdad estaba ahí? Pero no podría entrar. Jimin rio como un tonto recordando que aquel chico no tenía llaves para entrar. Confiado, salió de su habitación y se dirigió a la sala de estar que precisamente quedaba frente a la puerta principal para burlarse de Suga.

-¡Suerte entrando! ¡No tienes llaves!-rió con cierto nivel de satisfacción por el supuesto fracaso ajeno pero todo eso se fue cuando aquella manija dio una vuelta permitiendo entrar al chico de cabello verdoso- No puede ser...-Suga sonrió victorioso.

-¿Qué parte de "acosador" no entiendes?-preguntó imitando la pregunta de Jimin.

-¡Alejate! ¡Estás loco!-gritó mientras corría a su habitación pero fue inútil porque el "molesto muchacho" era alto y fuerte, sin problema alguno, lo acorralo entre la pared y su cuerpo con una gran sonrisa en su rostro.

-Eres incluso más bello de cerca.-soltó con su voz ronca y áspera provocando escalofríos en el menor.

-Y tú más detestable.-

-Bueno, ya sabes lo que dicen. Del odio al amor.. hay un sólo paso.-dijo acercándose a sus labios.

-¡¡AYUDA!! ¡¡ME QUIEREN SECUESTRAR!! ¡¡ESTE SUJETO ESTÁ LOCO!!-gritaba en un intento de hacer que el mayor se retirara.

-Cierra la boca, Jimin. Estás haciendo un escándalo.-ordenó Suga.

-Obligame, idiota. ¡¡AYUDA!!-

-Bueno, que conste que tu lo pediste.-sonrió malicioso.

Colocó sus grandes y esbeltas manos en las caderas de Jimin para jalarlas hacia él en un rápido movimiento que redujo la distancia que quedaba entre ambos. Jimin estaba apunto de insultarle pero fue ahí cuando Suga descaradamente lo besó. Y no uno simple, lo besaba con lujuria y pasión. Posesivamente. El más bajo estaba atónito pero no podía separarse. Su cuerpo le fallaba a pesar de que le ordenara a gritos que se apartara. Sus ojos se cerraron sin darse cuenta y comenzó a disfrutar de aquella nueva sensación que le brindaba el rapero. La cual debía de admitir era bastante placentera.

Dejó que sus manos de posaran en el cuello ajeno. Sintiendo la suavidad de su cabello. Al fin logrando corresponder al beso con la misma intensidad que si acompañante. Las caricias no se hicieron esperar por supuesto. Un poco por aquí y por allá provocando escalofríos agradables en la piel.

-Que asco, Jimin. Vete a tu habitación a hacer esas cosas o en otro lugar que no sea la sala de estar, por favor.-protestó su hermano Namjoon aún con su uniforme policiaco puesto.

Ambos chicos de separaron pero no sintiéndose de la misma manera. Min estaba molesto claramente por la interrupción y Park más que avergonzado, molesto consigo mismo por permitir que pasara.

-¡No! ¡El es el acosador que te dije! ¡Está aquí! ¡Arrestalo!-

-Jimin, se estaban comiendo por la boca. No creo que si fuera alguien a quien odiaras tanto como me describias a aquel sujeto, le dejarías hacer semejante cosa. Si me disculpas, me voy a dormir. Estoy muy cansado.-respondió retirándose a su habitación.

-Nos veremos luego, princesa-se despidió dándole un fuerte apretón al trasero de Jimin para luego irse.

-¡Maldito cerdo!...¿Cómo caí tan bajo?...-se preguntó a si mismo humillado.

YOONMIN | WhatsAppDove le storie prendono vita. Scoprilo ora