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Jimin se encontraba semi acostado en la cama gracias a la pequeña montaña que había tras su espalda. Una gran manta azul cubría la mitad de su cuerpo por el tremendo frío que hacía en aquella habitación. Yoongi tenía la teoría de que se había enfermado con algún virus en Hawaii. No comía casi y se veía pálido por tanto vomitar.
Se veía terrible.

Suga entró y se sentó a su lado luego de apagar la enorme TV para que el menor sólo le prestara atención a él. Pero este evitaba a como de lugar su mirada. Mantenía la vista clavada en sus dedos juguetones por los nervios. Pero Yoongi lo tomó del mentón obligándole a verlo y no le quedó opción. Suspiró y apartó su rostro.

-Suga, yo de verdad no sé cómo decirte esto. No sé cómo.-sus ojos se cristalizaron vencidos por el miedo.

-¿Jimin?-el mayor se preocupó y de inmediato lo abrazó con amor, acariciando su espalda para calmarlo un poco. El menor apretó entre sus dedos la oscura camisa de su Hyung en respuesta.

-Suga,... prometeme que después que te lo diga no me dejarás.-le pidió en un sollozo- Prometeme que seguirás a mi lado. Por favor, Hyung.-Suga sólo asintió desesperado.

-Lo prometo, amor. Pero por favor dime, me estás asustando.- le rogó.

-Yoongi, estoy esperando un bebé.-tragó evitando llorar más de lo que ya hacía pero fue inútil, estaba muy nervioso- Vamos a tener un hijo.-

Yoongi se paralizó. Todo tenía sentido ahora. ¿Cómo había sido tan estúpido? Los síntomas, su comportamiento, todo era tan obvio y no se había dado cuenta. Cuando se percató se rió como un loco y se llevó las manos a la cabeza. Se paró de la cama y comenzó a correr y brincar por la habitación. Jimin estaba completamente confundido. No sabía si llamar al psiquiatra o si sentirse de alguna forma felíz. Ni siquiera sabía si su esposo estaba molesto o extremadamente contento.

Su confusión se fue cuando de un momento a otro, brincó a la cama y besó cada centímetro de su rostro haciéndolo sonrojar. ¿Estaba felíz? ¿Realmente la notícia lo había hecho felíz? Entonces, ¿estuvo torturandose todo ese tiempo por nada? Sí, la verdad es que sí. Suga no podía quitar aquélla gran sonrisa de su rostro. No sabía qué decir. Era fantástico. Tendría su propia família. Tendría un hijo con Jimin, el chico al que amaba. Acaso, ¿había algo que pudiera ser mejor que ello?

-¡Dios! ¡Jimin, te amo! ¡Te amo! Esto es... esto es...-buscaba palabras para describir lo bien que se sentía pero no podía- Simplemente, gracias. Gracias por esto, Jimin. No sabes lo felíz que estoy. Es decir, ¡tendremos un hijo, Jimin! ¡Voy a ser papá!- Park sólo rió por su comportamiento.

-Lo lamento. Estaba muy nervioso y asustado... Me preocupé tanto por cómo ibas a reaccionar que supongo que me comporte como un tonto.-confesó.

-¿Creiste que un bebé me iba hacer infeliz?-rió como si fuera la mejor de las bromas- Jimin, esto es un sueño.-el menor sonrió y descubrió su abdomen quitando la manta y subiéndose cuidadosamente la camiseta.

-Mira.-mencionó señalando su abdomen.

Y ahí estaba, diminuto. Muy pequeño pero visible. Un bulto en su barriga que no hacía mucho había comenzado a crecer. Era su hijo. Dejó que las lágrimas salieran descaradamente de sus párpados. Realmente no le importaba. Se inclinó y besó la piel que acunaba a su bebé.

-Hola, cariño. Es papá. No sabes lo felíz que me has hecho.-alzó la vista para toparse con su esposo- Bueno, tú y papá Jimin.-sonrió y luego besó a Park sin despegar las manos de su vientre.

-Te amo.-dijo Jimin acariciando sus mejillas.

-Y yo a ti, amor. Y yo a ti.-

YOONMIN | WhatsAppWhere stories live. Discover now