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Jimin y Suga caminaban agarrados de la mano por la playa que comenzaba a cubrirse con colores rosados y amarillentos por el pronto atardecer. La brisa era cálida pero agradable. Hacía que sus cabellos bailaran animadamente como hilos. No se habían molestado siquiera en ponerse zapatos para disfrutar de la arena. Era relajante sentir como amolfaba sus pies con cada paso que daban. En fin, el lugar perfectos para vacacionar con la persona perfecta.

Cuando el sol se ocultó entre las movidas aguas de la playa, el menor ofreció volver al hotel pero Suga descartó la idea de inmediato. En lugar de eso, lo abrazó desde atrás y dirigió una mano traviesa hasta el cierre de su pantalón. Ahí comenzó a trazar círculos con sus dedos haciendo estremecer al chico.

-¡Suga! ¡Comportate! ¡Estamos en la playa! ¡Nos pueden ver!-le ragañó mientras trataba de evitar que siguiera con aquel tortuoso movimiento.

-Nadie vendrá, ya es tarde. Relájate, enano.-dijo sin importancia mientras mordia su oreja-Solo...disfrutalo.-sonrió lujurioso.

Agilmente hizo que se acostara sobre la arena boca abajo para él quedar arrodillado entre sus piernas. Se inclinó para quedar más cerca y sus manos comenzaron a trabajar sin perder el tiempo. Desabrochaba su camisa lentamente mientras seguía estimulando a su pequeño amigo. Podía escuchar pequeños jadeos salir de la boca de Jimin y no pudo evitar expandir su sonrisa satisfecho.

-Hyung... -jadeo tomandolo por sorpresa- Quiero ir arriba.-Suga agradecía grandemente no haber estado tomando agua en aquél momento porque probablemente la hubiera escupido.

-¿Qué dices, Jimin?-preguntó perverso apretando su miembro.

-¡Mnn!... digo... digo que me dejes arriba. Sobre ti.-pidió sumiso haciendo, por supuesto, felíz a su mayor.

Éste se acostó en la arena y sentó a Jimin en su regazo. Se miraron unos segundos y luego se besaron intensamente. Sus labios eran salvajes bestias sin control. Park comenzó a moverse hacia delante y hacía atrás rozando sus miembros cubiertos por la molesta tela de sus pantalones. Suga gimio en el beso. Rayos, su esposo sí sabía moverse.

Colocó sus manos en las caderas de Jimin haciéndoles presión y así poder disfrutar más de esa faena. ¿Por qué Jimin no solo se quitaba la ropa? Lo quería, ya. Necesitaba estar con el pelinegro. Su cuerpo lo necesitaba. El mayor echó su cabeza hacía atrás por las placenteras corrientes que le provocaba el menor quien aprovechó para retirarle su camisa de diseño floral. Con sus manos acarició delicadamente su abdomen como si se tratara de alguna especie de obra maestra.

-Jimin, date prisa...-logró decir entre jadeos.

-¿Por qué?- sonrió malicioso mientras comenzaba a dar algunos saltos para molestar a su Hyung.

-¡Jimin!-Suga apretó su agarré en las caderas de su esposo- Apurate o juro que te haré gritar de verdad.-amenazó con su voz grave.

-Como digas, amor.-Jimin se apoyó con las rodillas en la arena a ambos lados de la cintura de su mayor.

Bajó su pantalón junto con su ropa interior e hizo lo mismo con él. Dio un fugaz beso a los labios de Suga y se sentó sobre su miembro introduciendolo lentamente.
Suspiró pesadamente y bajó la vista hacía Min quien sonrió. Esperaba gozoso. Entonces, comenzó a moverse. Daba leves saltos que lo hacían sentir en el paraíso. Él tenía el control.

Ver como hacía estremecer a su marido lo enloquecia. Era fantástico. Tomó las manos del mayor y las dejó sobre su cabeza estampadas contra la arena mientras eran entrelazadas con las suyas. Suga jadeo por lo alto cuando Jimin dio un movimiento brusco. Había tenido que colectar toda la fuerza de voluntad que le quedaba para no gritar. Se había sentido estupendo.

Claro, el chico se había dado cuenta de ello y sin perder el tiempo lo repitió varias veces hasta comenzar a sentir algunos espasmos a lo largo de su cuerpo. Pronto acabarían así que decidió explotar a tope las energías que le quedaban. Ya no importaba si gritaban. Que más da si algún otro turista los escuchaba, si es que había alguno por ahí. Dejaron salir un desgarrador gemido cuando terminaron.

Estuvieron unos minutos en aquella posición mientras se recuperaban. Se vistieron rápidamente y corrieron hasta el hotel entre risas.

-Te amo, Park.-dijo rozando sus labios.

-Y yo a ti.-rió.

YOONMIN | WhatsAppWhere stories live. Discover now