2. | Tallando la oscuridad.

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Abajito les dejo las dedicaciones y en serio agradezco tanto en general sus comentarios y votos que dejan en la historia que apenas comienza, y que sin duda va demasiado fuerte.

RsAbigail9 Roserivera12, Zeva100, DannaAlanis1, yar7995, itsgrnicole, AnnetJoanaRomero DioselineTenelema y @noemyaraujo

Muchas gracias por comentar. Les adora tanto Erika.

¡Disfruten la lectura y espero ver sus comentarios acerca de su opinión y emoción del capítulo, me encanta leerles!

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CHAD.

—Te confías tanto que no te das cuenta de que esa pequeña pulga poco a poco se convierte en un demonio mucho más potente que tú, mucho más potente que el mismo satanás.

Dejé de observar con detenimiento el cuchillo que sostenía en mis dedos y me volví contra sus ojos negros que sus facciones gritaban presunción al mismo tiempo en que me sonreía con hipocresía.

—Tú no sabes nada —le expuse fríamente y volví mis ojos al filo en mis manos.

Vicent ladeó una sonrisa.

—Ha pasado mucho tiempo contigo que le has contagiado tu veneno con cada beso, cada lamida, cada mirada; cada sentimiento podrido.

Me volví a su rostro y controlando el impulso de golpearle, transité el filo de la navaja por su mejilla de manera lenta, torturando sus nervios con el borde.

Tragó saliva, pero no dejó de hablar a pesar de saber que lo estaba amenazando con el cuchillo.

—La he visto en acción, Chad —dijo en lo bajo—, y no me refiero precisamente en el sexo, aunque puedo decir que es muy buena y sobre todo...

Sus palabras no terminaron de concluir cuando el filo comenzó a enterrarse en su mejilla y entonces sus dedos trataron de apartarme, pero atrapé su brazo y lo pasé alrededor de su cuello mientras oprimía su espalda a mi pecho y aún con el filo amenazando su carne, le mascullé:

—¿Te he dicho que me caga que hables?

Se removió de mi contacto y trató inútilmente de alejarse, pero sin hacer tanto esfuerzo lo apretujé a mí sin darle oportunidad de escapar.

—Y sobre todo que hables de ella —proyecté con callosidad, y solté su cuerpo que casi cayó al suelo por la debilidad de su nervio.

Vicent pasó sus dedos a su mejilla y notó que la sangre comenzaba a salir, volvió sus ojos a mi rostro de manera furiosa.

Me has.... jadeó queriendo empezar un ataque, pero notó mi mirada inerte de emociones y tragó saliva mientras asentía, a cambió expresó con una sonrisa sombría sobre su rostro:

—Las he visto a las dos; sonriendo juntas, abrazándose, compartiendo momentos... ¿No te da asco el simple hecho de que...?

—¿No te da miedo a ti que lo descubra ella? —disparé fríamente sin hacer emoción alguna en mi rostro.

Al final de las llamas 2 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora