Todo por mi hijo #FictionalWorldAwards2019

Parte 15

LOLLY

No puedo creer todo lo que ha pasado.

El día que vino Giovanni a mi apartamento estaba como un demonio. La maldita mujer que había robado a mi sobrino, puso pruebas falsas contra Geraldinne.

Había mostrado documentos donde ella estuvo interna en el psiquiátrico. En los documentos afirmaban alguna verdad de lo que paso con ella, que si había perdido un hijo y que había intentado suicidar que por esa razón fue internada. Pero también aparecía que ella era una persona esquizofrénica, que había enloquecido por la pérdida de su hijo, y que tenía historial de robos hacia otros niños y muchas cosas más.

Lo peor es que cuando entraron a la habitación de ella encontraron una maleta llena con la información de la familia Montero. También encontraron muchas imágenes de su hijo, y un diario donde ella hablaba del niño y su rutina.

La familia había quedado desbastada, ella solo decía que era su hijo y que se lo habían robado. Nadie le creyó y la metieron a la cárcel. Cuando Giovanni se entero vino acabar también conmigo porque yo también era cómplice de mi amiga, que lo peor que pudimos hacer es meternos con esa familia y fue cumpliendo con su amenaza.

No solo perdí mi empleo, hace más de un mes me había mudado a un departamento más grande ya que con lo que ganaba en Donatella, podía pagarlo sin problemas pero por cosas del destino o a esa familia me quitaron todo.

La noticia llego a mi hermano y Lucia. Cuando ella se entero tuvo una recaída y por poco pierde el bebe, le mandaron reposo absoluto si no quería que la vida de su hijo o de ella corrieran peligro. Así que ella no podía declarar nada a favor de Geraldinne por su estado de salud.

Mi hermano estaba nervioso por un lado estaba su mujer e hijo, no podía ponerlos en riesgos y por otro lado Geraldinne. Pero le prometí que todo iba salir bien.

Siempre he sido una persona que piensa en el futuro y tanto Geraldinne y yo somos ahorrativas, solo gastamos lo necesarios y como yo misma confecciono nuestra ropa nos ahorramos mucho dinero. Cuando Salí de mi trabajo, Donatella me informo que lo lamentaba pero ella no podía perder contrato con la familia Montero, además ellos tenían mucha influencia y que lamentaba mi pérdida. Lo bueno es que ella nunca me pregunto qué estaba pasando para que ellos hayan pedido mi despido, cosa que agradecí.

No tenía trabajo, no tenia vivienda, fui vendiendo lo que tenia y pagando una habitación, pero allá mismo me encontraron y me sacaron. Ya en las calles me encontré con una chica que trabajaba conmigo en el restaurante una mesera que el poco tiempo que estuve en ese trabajo nos hicimos amigas. Medio le explique mi asunto y ella me ofreció irme con ella, aunque no era lujo podíamos sobrevivir. Le agradecí a ella su hospitalidad, y me puse en la tarea de ayudar a Geraldinne. Sé que estaba pasándola peor que yo, en una cárcel extranjera donde la acusaban de loca, roba niños y psicópata.

Ningún abogado quería defenderla, estaba devastada y cada día que pasaba el dinero se iba acabando. No podía pedirle ayuda a mi hermano porque se enteraría que las cosas iban de mal en peor y ya tiene suficiente con los problemas con el embarazo de su mujer.

Comencé a bajar de peso, no me alimentaba, desde que me levantaba hasta horas tarde de la noche no llegaba a la habitación donde vivía, necesitaba encontrar quien me ayudara con el caso. Aunque nos ponían abogados de oficio estos no estaban dispuestos a buscar pruebas para ayudar a Geral, así que era yo la que tenía que buscarlos.

Un día donde pensé que ya no podía mas, un joven se presento como el nuevo abogado de oficio para Geral. Ya que los demás terminaban renunciando porque no estaban dispuestos a enfrentarse con los Monteros. Un chico muy simpático, creyó en nuestra verdad y eso me ayudo en tener más esperanza para seguir luchando ya que las estaba perdiendo.

Le comente todo por lo que habíamos pasado hasta ese momento y que la policía me andaba buscando por ser cómplice de Geraldinne. Ahora tenía que estar escondida. El me informaba todo lo que estaba pasando con el caso pero lamentablemente todo iba de mal en peor. Algo que me dijo me hizo tener una idea, solo había una persona en esa familia que nos podía ayudar y mi única esperanza era la señora Rosa. Su cariño hacia nosotras era especial sobre todo con Geraldinne, y ese sentimiento puede que ayude en algo.

Me instale a escondidas fuera en la mansión, llovía a cantaros y empezaba a sentirme mal físicamente, pero no me iba a detener hasta hablar con la señora Rosa.

No sé cuánto tiempo paso, hasta que vi su automóvil en la entrada de la casa listo para entrar, me interpuse en el. Extendiendo mis manos para que no pasaran. Si querían hacerlo tendría que pasar por encima de mí.

El chofer se bajo asustado y cuando vio que era yo saco su arma y me apunto. Empecé a pedirle ayuda que por favor dejara que la señora Rosa me escuchara, el negaba porque yo era peligrosa al igual que Geraldinne.

No me importo que le me apuntara con su arma. Me fui a la parte de atrás de automóvil y empecé a golpear el vidrio gritándole ayuda a la señora Rosa. Ella bajo el vidrio y me miro seria. Sé que no confiaba en nosotras.

Me arrodille y empecé a suplicarle que me escuchara, mis lagrimas se confundían con la lluvia, no me importaba yo seguía suplicando hasta quedar casi sin voz.

-¡¡¡Se lo suplico por favor, solo escúcheme después usted tomara su decisión pero escúcheme!!!.- Ella solo me miraba, yo aun de rodillas con mi manos pidiéndole ayuda no me di cuenta cuando todo se torno oscuro y caí al suelo.

Me dolía el cuerpo, cuando trate de abrir los ojos me costó mucho. Trate de calmarme porque no sabía que había pasado, lo último que recuerdo es la lluvia, el chofer y la señora Rosa.

¡La señora Rosa!, me levante y cuando lo hice, solté un grito de dolor. Pude ver bien que estaba en una habitación completamente blanca y me di cuenta que era de un hospital. La puerta se abrió y entro una enfermera y detrás de ella la señora Rosa, ella me miraba seria.

La enfermera empezó a revisarme, yo me mantenía en silencio. Me dijo que tenían baja las defensas y la lluvia no había ayudado para nada haciendo que cogiera un virus. La enfermera me informo que el doctor vendría en un momento y salió de la habitación dejándome con la señora Rosa a solas. Ella ya se encontraba a mis espaldas con los brazos cruzados, se veía molesta y nunca la había visto así, siempre ha sido dulce y cariñosa.

-Señora Rosa.- Mi garganta dolía y me costaba hablar pero no me importaba tenía que hablar con ella.

-Es mejor que descanses y cuando te recuperes hablamos.- Ella tomo su bolso y salió sin ni siquiera mirarme. Empecé a llorar de nuevo, le pedía a Dios una ayuda para que ella pudiera hacer algo.

Recuerden sus votos y comentarios son importantes para mí, este capítulo como los demás no están corregidos y encontraran varios errores.

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No se pierdan ningún capitulo, ahora viene la lucha de estas mujeres por demostrar su inocencia.

-¿Qué piensa de la novela hasta ahora?.-

xoxo

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