Capítulo 2

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Capítulo 2

Rose se encaminó con las direcciones que le había dicho Justin. Sonrió al pensar en el..

No sabía que le estaba pasando realmente.. Era extraño. Ni con su ex novio tenía estas mariposillas en la barriga. ¿O será por el bebé? Ni idea.

Llegó a la puerta y la abrió para entrar en ella.

Cuando entró recibió toda la atención de mujeres de cuarenta y pico de años. Era extraño que no hubiera ninguna de su edad. Se sentía muy rara en estas circunstancias.

Y además estaban acompañadas de sus maridos. ¿Se tenía que venir acompañada a estas clases? Frunció el ceño. Pues va a ser, que va a ser la única sin pareja.

Cogió una esterilla de un lado de la habitación y la puso en el medio círculo que estaba formado en medio de la sala. Se sentó con cuidado y dejó su bolso a un lado.

Intentó ponerse en la postura adecuada, no estaba acostumbrada a usar pantalones estando en estas condiciones. Solía usar faldas o vestidos, tenía más libertad.

Además de que tuvo que comprarse unos pantalones especiales para embarazas, porque como se le ocurriera ponerse los suyos cuando tenía la barriga plana, creo que el bebé saldría disparado de una sola vez de la presión que ejercía el pantalón en ella.

El ruido de una puerta la hizo bajar de sus pensamientos. Miró la puerta que tenía a un lado y vio entrar a Justin. ¿Justin? ¿Qué hacía aquí?

-Buenos días… -Dijo fuerte para que escucháramos todas las que nos encontrábamos en la sala. Justin coincidió con la mirada de ella y le sonrió. Ella agachó la cabeza avergonzada.

Osea. Que el profesor, es Justin.

Ahora todo encajaba. Por eso Justin dijo Lo haremos tras decirle ella: Espero que nos volvamos a ver.

Rose apoyó las palmas de sus manos en la esterilla tras ella para mantener el equilibrio. En su estado se tenía que cambiar de postura a cada rato ya que la espalda la mataba del dolor.

Justin colocó su esterilla en el suelo y se sentó en ella, cruzó las piernas por delante de él y miró a todos los de la sala, incluyéndome.

Justin se levantó del suelo -Hoy trabajaremos con la respiración. Colocaos detrás de vuestras mujeres, con las piernas juntas y las rodillas tocando al suelo. Y que la mujer se recargue todo el peso en el hombre que tiene detrás.

Justin caminó y se puso delante de Rose. -Ven conmigo. -Le dijo agachándose a un lado de ella y poniendo una mano a su espalda para ayudarla a levantarse del suelo.

Una vez levantada la llevó al centro de la sala dónde anteriormente Justin se había sentado, la ayudó nuevamente a sentarse en su esterilla y se puso detrás de ella.

La respiración de ella se hizo más acelerada. Sabiendo que lo tenía detrás suya la ponía realmente nerviosa. Y quería saber el por qué.

-Supongo que… siempre habéis oído hablar de la importancia de la respiración para la relajación, y nosotros también vamos a darle la importancia, tanto ahora del embarazo para favorecer la relajación, dedicarnos a este momento para que estéis tranquilas, como para el día del parto lo mismo, que cuando os pongáis con las contracciones podáis favorecer la relajación para controlar un poquito mejor el dolor. Vale? -Explicó, a lo que todas asintieron con las cabezas.

-Entonces…. Lo más importante de la respiración, es que sea lenta y profunda, una manera de ayudaros es sacar el aire despacio.. Cerrar un poquito los labios y sacar el aire como si estuviéramos soplando una vela que está un poco lejos. -Hizo el gesto de la respiración detrás de ella, para enseñarles como era.

-Vale, vamos a coger aire …… y lo dejamos ir, volvemos a coger aire y lo volvemos a dejar ir de nuevo… -Todas hicimos lo que nos dijo, repitiéndolo a cada rato.

Justin pasó sus manos por mi vientre. -Lento… muy bien. -Me susurró en el oído. Me estremecí por su cercanía.

-Chicos rodeamos la cintura de la chica con los brazos así, y la ayudamos a controlar el aire. El día del parto puede ser muy estresante, porque viene todo de golpe y seguramente mucha de vosotras os olvidaréis de la respiración, que es lo más importante, porque os ayudará un poquito a controlar el dolor de las contracciones como dije antes. Volvemos a coger aire, y lo volvemos a soltar lentamente… -Dijo apoyando su cabeza en el hombro de la chica.

-Cerramos los ojos y volvemos a coger aire… lentamente… sin prisas…

Justin acarició su barriga con las yemas de sus dedos y entrelazó sus dedos con los de ella. Una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo de Rose.

Se sentía tan bien en sus brazos.

× × ×

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