Venganza.

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En la mañana siguiente Irene quedó aterrorizada ante la imagen que tenía en mano.

Un sobre negro sin nada escrito apareció en la puerta de su casa.

Entro a su casa con sus ojos empapados de lágrimas, no creía que su hija estaba de esa forma.

Siwoon le arrebató el sobre. El solo fruncion el ceño ante la foto y leyó la nota que estaba al reverso de la foto. Era una nota impresa.

" no todo se puede en la vida, tu arruinaste muchas vidas, yo sólo me libero de basuras como ustedes. Ella pagará lo que tu no pudiste. Rendirse no está en mi diccionario, perder tampoco esta en el tuyo. No hagas nada estúpido, ella pagará cada paso en falso que dez.
Por cierto es hermosa. "

El arrugo la nota en sus manos. La sangre le hervia, nadie podía usar a su hija como un arma contra él, Nadie.

Irene seguí a llorando.

-- hicimos mal!! Todo hicimos mal!! la estamos pagando... -- decía entre medio de sollozos -- por nuestras acciones nuestra hija esta así!!

-- CIERRA TU MALDITA BOCA!! -- sus ojos estaban inyectados en sangre, sus mejillas rojas de furia, su vos algo seca. -- ella ahora, ella... tendremos que esperar.

-- mi hija tiene que volver sana y salva.

[...]

La mañana había sido algo pesada para Jimin.
(___) no dejaba de gritar, cantar, patalear en la cama, y de nuevo volver a gritar.

Cansado de no poder dormir se levantó y fue hacia el cuarto de la joven....

-- UN GRANJERO TENÍA UN PERRO IE!! IEO!!... YO TENGO UN SAPO QUE SE LLAMA PEPE... SEÑORA VACA, SEÑORA VACA... LUNA LUNERA CASCABELERA LO 5 PATITOS UNA TERNERA... TE QUIERO YO y TU A MI...

Jimin abrió de un portazo la puerta asustando un poco a la joven quien guardo silencio por unos segundos...

-- LE DIGO PEPE VENI Y EL SALTA, SALTA, LE DIGO PEPE PARA Y EL SALTA SALTA...

-- cállate!!!

-- obligarme... TE VAS MAREAR, ME VAS A MAREAR... -- su voz se vio silenciado por un pedazo de trapo viejo en su boca... -- mmm...mhhthh !!

-- mucho mejor.

(___) lo observaba con cierto odio, ella era consiente de que corría peligro al lado de ese sujeto, pero algo en su mirada decía todo lo contrario. Era un chico que tenía unos ojos tristes. Una vida no tan fácil.

Ella lo escaneo de arriba hacia abajo y bajo rápidamente su mirada y la escondió. Jimin estaba en boxers...

Ella miraba por el rabillo del ojo, sus músculos se encontraban muy bien tonificados, sus piernas eran todo un poema, la parte de su abdomen, esa barra de chocolate que tenía.
No debía verlo de esa manera pero el chico era lindo, ante los ojos de cualquiera era lindo... lo malo Era que estaba loco...

-- es mejor que guardes silencio... -- salió por la puerta dejandola abierta.

Maldición, es un crimen que alguien tenga un cuerpo así!! - pensó.

La mañana paso, la tarde paso y la noche había llegado.

Ella no había probado bocado desde que había partido de Londres...

Sus tripas comenzaban a hacer una manifestación en su interior. Tenía sed!! Tenía ganas de ir al baño!!
Sin dudas ese dia no fue su día...

Las esposas la mantenían bien sujeta a la cama... su boca estaba seca, La mordaza la había secado, sus piernas estaban adormecidas por estar en el mismo lugar.

-- Mierda!!

[...]

Jimin por otra parte estaba hablando con su secretario que le informaba que Siwoon quería que volviera a poner sus acciones...

-- hazlo -- estaba sentado detrás de su escritorio, tenía sus codos apoyados en la gran mesa de cristal y sus dedos chocaban en movimientos suaves pensativos.

-- señor??

-- pon las acciones pero, sólo pon un tercio de ellas, esa empresa pronto ira en picada...

-- si, señor.

Así estuvo todo el día, tenía mucho por hacer, era él quien dirigía todo.
Todo esto se lo debía a ellos, sus padres, quienes de la noche a la mañana desaparecieron y los encontraron muertos en la ruta.

La herencia era poca, pero su astucia era mayor.

Era un Park Jimin contra la vida.

Era él y nadie más.

[...]

Siwoon sonreía todo lo que podía...

-- volvera a ingresar sus acciones ?? -- pregunto feliz al oír al secretario del tal Joven park.

-- si... -- Siwoon sonrío más y dio pequeños saltos -- pero -- su sonrisa se borró automáticamente.

-- pero??

-- solo pondrá un tercio de lo que retiró... -- era poco, pero podría salvar a su empresa de la quiebra con eso.

-- oh! Si no hay problema. -- la llamada terminó.

Siwoon arrojó con furia El teléfono contra la pared. El artefacto salió echo añicos.

-- hijo de ...!! -- sujeto y tiro su cabello con ambas manos, estaba enojado, muy enojado -- maldito infeliz!!

[...]

Eran las 22:56, (___) seguía esposada en la cama.

Todo su cuerpo exigía comida y un baño.
Las ganas de romper esa cama no le faltaban, pero la fuerza que tenía en esos momentos era nula, sus estilizadas piernas se habían adormecido, las cadenas habían impedido una buena circulación de la sangre.

Sólo el sonido del metal de las esposas con el metal de la cama era lo único que se oía. Ella movía sus manos perezosamente.

Sus ojos estaban algo inchados, quería salir de ese lugar.

El sonido de un auto llegando la alarmo, pero no hizo nada, que podía hacer en esa situación?... nada.

Fuertes pasos resonaban en las escaleras.

Ese era Jimin, ese hombre que la había secuestrado, ese hombre de rasgos marcados, ese hombre que ella odiaba, ese hombre que sin pedir permiso puso su existencia de cabeza.

Él entro por la puerta, y la vio a ella.
Todo su pelo enredado, sus ojos de un rojo, sus brazos que aún forcejeaban con las esposas.

El destello de una mujer en su casa, no podia hacerle daño, parte de él se odiaba por eso.

La mirada de la chica lo quemó, su mirada era un hierro caliente que lo atravesó.

Avanzó hacia ella le sacó la mordaza, mágicamente no grito, no hablo, no hizo nada.

Sus labios estaban inchados y secos, se respiración era lenta y pausada.

Ella lo seguía mirando, pero sus párpados se fueron cerrando, hasta caer inconciente en la cama.

-- que carajos!!!

Ella no podía morir, no hasta que todo haya terminado.

Se inclinó hacia ella y tocó su frente, no había fiebre, aunque sus mejillas estaban algo rojas.

Después el ruido de su estómago se escucho. Que estúpido había sido, la chica tenía hambre.

Sonrío con melancolía y se fue a la cocina.

Al rato volvió con una bandeja de comida y la maleta de la chica en mano.

Los finos y largos dedos de Jimin se mojaron por el agua del vaso. Este los humedecio y luego lo paso por los labios secos de la chica.
Recorrió delicadamente esos carnosos labios, fue diferente sentir la textura de sus labios, eran suaves.