Capítulo 41: Finales

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•Maxwell POV•

Oh, Lacey ¿qué haré contigo?, fue lo primero que pensé cuando cerró la puerta de la habitación de Anabeth.

Bueno, como sabrán, esta es la primera vez que les hablo desde mi punto de vista porque, como también deben estar enteradas, todo lo que vieron fue solamente un sueño. Sí, sé que deben estar molestas, frustradas, desanimadas... Pero ¿qué creen?

¡YO TAMBIÉN LO ESTOY!

Y no precisamente porque no conocí a ese pelele de Dylan O'Brien que quiere quitarme el amor de Lacey Adams.

En realidad estoy muy mal porque ese sueño fue tan y tan hermoso... Ya ustedes lo saben. Yo amo a Lay. ¡La adoro! Pero ella es tan, no sé, tan cerrada a veces que ni si quiera se ha dado cuenta de que ando loquito por ella. Y aunque tengo la sensación de que ella conectó conmigo en el sueño, nunca podré saberlo. Simplemente porque ella jamás lo admitirá a menos que ella...

–Aquí está tu limonada.–La puerta se abre de pronto haciéndome brincar del susto. Era Anabeth y mi limonada fresca.–¿Y qué? ¿Vas a decirme qué es lo que te tramas con Lacey? Y no me digas que nada porque te conozco, Max. Así que habla.

Anabeth, Anabeth... A ella no puedo mentirle. ¿Ven lo que implica tener amigas chicas? Siempre hay que contarles el chisme. Y más si las dos son tan uña y mugre como esas dos.

–En realidad, nada raro, Ana. Es que me quedé muy preocupado por ustedes, pero más por Lay. Ya sabes, anoche en el baile bebió demás y...

–Dime algo, Max.

–Sí, Ana, lo que quieras.

–¿Soñaste algo con Lay?

Al escuchar aquella pregunta, mi corazón dio un brinquito efusivo. ¡Lo soñé todo con ella! Exactamente todo lo que quisiera...

–Emm...

–No le diré nada a Lacey. Solo quiero aclarar mis teorías.

–Entonces sí.–Dije.–Soñé todo con Lay, Ana.

–¡Lo sabía!

–¿Ella también? ¿Te dijo algo de mí?

–Bueno... No me dijo nada en realidad. Pero la conozco. Sé que algo me ocultó.–Qué cosas, pensé. Lacey Adams sin contarle a Anabeth Nathans esa parte del sueño...– Pero ¿me dirás qué fue lo que soñaste, verdad?

En realidad no sabía si convenía contarle. ¿Para qué le contaría si después ella se lo diría a Lay? El que saldría perdiendo sería yo.

Anabeth se dio cuenta de mi vacilación y cruzó los brazos.

–¿Estás considerando no decirme?

–¿Juras no decirle a Lay?

–No.

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Sueño con O'Brien [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora