Sueño con O'Brien [Completada]

Capítulo 6.3

•Lacey POV•

Entro a la pista de baile donde todos mueven sus cuerpo al son de una música extremadamente movida. Al parecer el DJ se ha vuelto loco pues las pistas que suenan no tienen relación una con la otra.

Como es de su conocimiento, Anabeth bailaría con su admirador secreto y yo tendría que buscar a Well para hacer lo mismo. Ni modo, lo único que me espera esta noche será la incesante charla que me hará Maxwell cuando comience a danzar con él. La idea no es del todo agradable, pero quería ayudar a Robert. El chico me ha caído bien desde que me confesó su interés por mi amiga.

La inconfundible silueta de mi amigo baila muy pegado a Rose. Wow al parecer, por fin alguien se ha fijado en Maxwell Dalton. El pobre nunca ha sido bueno con las chicas y siempre que cree gustarle alguna, ésta lo pone en el famoso friendzone. Aunque bueno, al parecer a Rose Mathews no le ha importado tener novio para tener semejante comportamiento con Well.

Llego hasta la amplia barra donde se encuentra Robert James. Tomo un vaso de licor y volteo hacia el público. A lo lejos, puedo observar una Anabeth danzante, pero totalmente confundida, y es que me hizo prometer que hasta que yo no bailara con Maxwell, ella no lo haría con James. Y por lo que veo, las cosas serían algo distintas.

–¿Le dijiste a tu amiga?–La sensual voz de mi acompañante, me hace girar drásticamente hacia él.

–Lo hice.–Contesto seca tragando el amargo jugo alcoholizado.

–¿Y? ¿Bailará conmigo? Dime que aceptó, por favor.

–Shhh, shh. Ella bailará contigo, pero antes tú bailarás conmigo.–Dejo el absurdo vaso en la barra, no sin antes terminarlo por completo y fruncir mi ceño por tan áspero sabor.

Cuando mencioné lo de la bipolaridad del DJ, hablaba en serio. Justo ahora la música se había tornado relajante, algo así como de funeraria. Pero mejor. Así podría realizar lo que mi mente tenía fríamente calculado.

Sostengo la mano del chico más popular del instituto y comienzo a mover mi cuerpo al ritmo de la suave canción. Como lo tenía planeado, luego de varias maromas y disimulados pasos, habíamos llegado justo al lado de Ana.

Hice cierto gesto a Robert para que hiciéramos cambio de pareja. El chico no pareció entenderme, por lo que tuve que forzosamente, halar a Anabeth para que quedara justo en los brazos de Robert.

Sonreí exageradamente y comencé a dar repetitivos aplausos que dieron como resultado varias miradas sobre mí.

Ana estaba sorprendida. De hecho, solo miraba los lindos ojos de aquel muchacho atractivo que la había sacado a bailar.