15. La batalla de los ilusionistas II: Hirako vs Mu - Mundo Invertido

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Mu se cubrió con el escudo de Libra. No sabía qué estaba pasando, quizás no fuera nada, pero su instinto identificaba el peligro cada vez más cerca.

—¿Qué pasa, hombre cabra? ¿Acaso ya lo notaste? —preguntó Hirako, guiñando un ojo.

Mu no respondió. Algo andaba mal y lo sabía, era como entrar en tu habitación a la misma hora de siempre, encontrarte con las mismas cosas y hacer exactamente lo mismo de cada día pero sentir que por alguna razón ilógica esa no era tu casa. ¿Qué estaba pasando?

Un escalofrío pasó por su espalda mientras recordaba súbitamente la sonrisa de su compañero Afrodita. El veneno de la casa de Piscis...

—¡Khan! —exclamó y apuntó con la palma de su mano hacia arriba. Su cosmos causó una suave estallido y la neblina color rosa fue repelida al instante. Ese truco lo había aprendido de Shaka.

—No eres nada idiota, hombre cabra, excepto porque esa neblina no es veneno como piensas. Si me lo preguntas diría que usar veneno en un combate entre guerreros es un poco vulgar. No se lo digas al capitán Kurotsuchi —Mu no dijo nada, Hirako prosiguió—. Pero es una realidad que ya perdiste, hombre cabra.

Su voz se distorsionó. Mu ahogó un grito: algo andaba realmente mal.

Hirako salió disparado hacia él, grácil, como nadando entre el viento, como un pulso submarino que se dirigiera directamente al caballero de Aries que levantó su escudo para defenderse de la espada que se dirigía justo al tendón superior de su bíceps izquierdo.

—¡Es el fin, caballero! —exclamó Hirako mientras su espada atravesaba fácilmente la piel del brazo derecho de Mu. Hubo un ruido eléctrico. Mu se teletransportó en el último momento y apareció tres metros atrás.

Miró a su alrededor. Él no se había transportado allí.

Hirako soltó una risita y dio una patada al espacio vacío para salir disparado de nuevo hacia Mu.

—¿Viniste al lugar equivocado? ¿Querías aparecer delante de mí para atacar mi espalda?

Rápido como una ráfaga de viento, Hirako alcanzó a Mu y blandió su espada. Mu contraatacó con un puñetazo cubierto de cosmos pero levantó el brazo equivocado. La espada de Hirako se detuvo en medio del aire y se dirigió a la parte desnuda del brazo de Mu. El caballero intentó evadirlo pero incluso sus reflejos estaban completamente trastornados: en su lugar movió el brazo izquierdo. Sakanade atravesó su bíceps y grueso un chorro de sangre voló por los aires.

Mu gritó de dolor.

—Te tengo, hombre cabra —sentenció el Shinigami con una tétrica sonrisa mientras hundía más y más su espada en el brazo de Mu—. No eres tonto... en el último momento moviste el brazo correcto y mi espada solo atravesó tu músculo, no tu tendón como yo quería. Tu brazo no quedará perdido del todo, pero dudo que con esta herida sobrevivas.

Mu apretó los dientes.

—Mis reflejos están... ya veo... estamos en una ilusión.

Hirako asintió.

—Bienvenido al Mundo Invertido, Sakasama no Sekai.

De un momento a otro, todo había cambiado de lugar. El cielo estaba abajo y la ciudad estaba arriba. La derecha estaba a la izquierda y la izquierda estaba a la derecha. Mu estaba de cabeza y Hirako estaba de pie en el espacio vacío. Su escudo estaba en el brazo equivocado: cubierto de la sangre que brotaba como agua de su brazo atravesado hasta empapar el escudo, su pierna y hasta la túnica de su rival.

—Ese es tu poder, invertir los sentidos, cambiar la percepción de otros a tu antojo.

—Me descubriste, pero ya es tarde para eso.

Reiatsu + Cosmos (Saint Seiya / Bleach)Where stories live. Discover now