Poisoning the World 2: Envenenando al mundo 2

CAPITULO 368: Un beso forzado (5)

Se sentía terriblemente débil cuando las venas azules le latían detrás de las orejas, aparentemente a punto de estallar en cualquier momento ... Después de atragantarse con agua por primera vez, ya no tenía ningún control sobre su cuerpo y continuamente se atragantaba con algunos bocados más de agua.

Todo se estaba volviendo oscuro ante sus ojos. Un rastro de tristeza brilló en su corazón. ¡Había sufrido tantas calamidades y catástrofes, pero nunca había esperado que perdiera la vida en un lago abandonado por los dioses!

¡¡¡SHANYUE!!! ¡El reencor entre nosotros ciertamente ha sido tallado en una piedra! ¡Si ella escapó de esta calamidad, ella debe tomar revancha y devolverlo al bastardo 800 veces!

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Mientras tanto, en la orilla, Han Shanyue permaneció inmóvil en el mismo lugar.

Shi Tianlong estaba sentado a su lado con los ojos cerrados, parecía estar en meditación.

Pero sus párpados se movían constantemente. Era obvio que no estaba muy dispuesto a sentarse en meditación. Sin embargo, no podía abrir los ojos, parecía estar inmerso en una pesadilla.

Desde el lugar donde se hundió Ning Xuemo, las ondas gradualmente rompieron la superficie. Dentro de las ondas, se mezclaron rastros de sangre...

Claramente, la persona que se estaba ahogando se había atragantado con el agua hasta el punto de escupir sangre.

Han Shanyue observó el lugar. Su dedo se movió levemente, pero luego pensó en algo y se abstuvo de actuar.

Después de un breve momento, la superficie del lago regresó gradualmente a su calma anterior. Parecía que la persona bajo el agua había muerto o se había desmayado. En cualquier caso, ya no había ningún movimiento.

En este momento, actuó y agitó suavemente su manga. Una luz blanca fue enviada y perforada en el agua. Después de un momento, se escuchó el sonido de salpicaduras de agua cuando Ning Xuemo fue sacada del agua por la luz blanca. Se quedó a medio camino en el aire.

Han Shanyue movió su dedo otra vez y la luz blanca la llevó al aire hasta que llegó a la orilla.

Levantó su brazo y la llevó a su abrazo.

Ning Xuemo estaba empapada con su pelo negro azabache esparcido por los hombros y la cara. Su temperatura corporal estaba helada sin un rastro de calor. Su rostro encantador era mortalmente blanco con un ligero matiz azul. Sus labios rojos originalmente tentadores ahora eran como pétalos marchitos y carentes de sangre. No podía tener una apariencia más triste que su situación actual.

El brazo de Han Shanyue se endureció en el instante en que la abrazó.

'¡No respira!'

Fue un poco pesado con sus acciones y causó que alguien se ahogara...

Su brazo se tensó cuando la apretó más fuerte. Justo cuando estaba a punto de hacer algo, se escuchó el sonido repentino de pisadas en el caos que venía de cerca, seguido de una voz que gritaba: "Maestro Han Shanyue, ¿qué estás haciendo?"

La persona que vino fue Ji Yunhuang, junto con varios nobles detrás de él.

Los pasos de Ji Yunhuang se detuvieron abruptamente en el momento en que su vista vio claramente la escena frente a él. ¡Casi no podía creer lo que vio!

En este momento, el Gran Maestro frío, distante e inabordable Han Shanyue estaba medio agachado mientras abrazaba a una chica empapada.

Debajo de Han Shanyue y la niña, ya se había formado un pequeño charco de agua.

Desde donde estaba Ji Yunhuang, le dio una visión clara de la mitad del rostro pálida y pequeña cara de la niña.

"XUEMO!"

Ji Yunhuang corrió hacia la pareja. "¿Se cayó al agua? ¿Cómo está ella ahora mismo?"

Han Shanyue no se dio vuelta. Simplemente se dio vuelta la manga. Inmediatamente, Ji Yunhuang no pudo dar otro paso como si estuviera atado por algo.

Ji Yunhuang quedó atónito. Él sabía que su cuerpo perdiendo la libertad se debió al misterioso ataque del Maestro Han Shanyue.

A pesar de estar un tanto aprensivo con las habilidades insondables de Han Shanyue, él todavía ansiosamente habló, "Maestro, ¿qué le pasó a ella al final? Este príncipe convocará a un médico imperial para que la examine..."

La situación de Ning Xuemo realmente no parecía buena, por lo que estaba bastante preocupado.

"¡Cállate!" Han Shanyue finalmente escupió las palabras. ¡Una presión invisible se estrelló contra todos en la cercanía de varios pasos, haciendo que sus corazones palpitaran y convirtiéndolos en silentes como las cigarras en invierno!

Ji Yunhuang tampoco se atrevió a pronunciar otra palabra, pero se sorprendió por el pánico cuando vio a Han Shanyue y Ning Xuemo.