Gracias a una mudanza

23. ¿¡VOSOTROS!?

-¿¡VOSOTROS!?- exclamamos todos al unísono incrédulos.

-Si, nosotros.- asienten ambos solo que uno de ellos con una sonrisa de egocentrismo y el otro... O más bien la otra, con una mueca de arrepentimiento y preocupación.

-¿¡Pero qué rayos hacéis vosotros aquí!?- exclama Dylan.

-Calma hermanito, todo tiene una explicación muy razonable.- mantenemos la mirada en Liam quien parece no entender que queremos.

-Que les des tu explicación razonable, idiota.- explica la pelirroja.

-Ahh claro.- asiente el moreno. -¿Te acuerdas que te deje una nota en el frigorífico que decía "No me esperes, voy a una fiesta e iré directamente de allí al instituto, que te lleve otro"?

-Claro que lo recuerdo, me dejaste tirado.- Dylan lo fulmina con la mirada mientras que Liam sonríe inocente.

<<Su maldita sonrisa es demasiado sexy>>

Cupida por una vez en nuestra miserable vida céntrate que esto es algo importante.

<<Tranquila cariño, estoy muy centrada. ¿Qué pasta de dientes crees que use?>>

No tienes remedio.

-Bueno pues en aquella fiesta para mi sorpresa me encontré a la Chica Fuego qu...

-Espera, ¿Chica Fuego?- interrumpe Dylan incrédulo.

-Si, la única neurona que tiene tu hermano es estúpida y ahora me ha puesto ese maldito apodo.- responde Emma claramente molesta.

-Te viene perfecto, tu cabello parece fuego y todo tú es ardiente.- explica el Clifford mayor llevándose una bofetada de parte de la "Chica Fuego". -¡Ey! Dañas mi sensible piel.- dice frotando su mejilla.

-Deja de hacer el idiota por una vez en tu vida y explica que diablos ha pasado para que mi mejor amiga se estrellara.- habla Sophie entre dientes.

-Vale, vale, calma tigresa. En fin, la Chica Fue... Emma, -se corrige al recibir miradas asesinas por todas partes -estaba para mi sorpresa en aquella fiesta, y la guinda del pastel es que... ¡estaba borracha!- admito que estoy sorprendida. -Bueno sabéis que, mejor para hacer la espera más corta os lo cuento tal y como pasó...

*Flashback*

POV Liam

Alrededor de las cinco de la mañana milagrosamente aún logro cumplir mi objetivo de estar sobrio, pero no puedo decir lo mismo de todos...

Mire donde mire me encuentro a la gente bebiendo, fumando, a punto de tener sexo delante de todo el mundo... Pero únicamente hay una persona que capta mi atención.

Emma Collins, una de las pocas chicas que no muere por mí, la más inteligente del curso, y, la única que no puedo sacar de mi cabeza desde hace demasiado tiempo. Se encuentra en la barra bebiendo como si la vida le fuera en ello y a mí parecer bastante borracha.

Rápidamente me acerco a la barra y tomo asiento a su lado.

Ella no parece darse cuenta pero cuando va a beberse un vaso que deduzco contiene vodka, mi mano es más ágil y se lo quita llevándomelo yo a la boca.

Emma sobresaltada se gira para ver quien es el culpable de que el vodka haya desaparecido de su vista. Al encontrarme suelta un bufido mirándome cansada.

-¿No me puedes dejar en paz ni en una fiesta, Clifford?- pregunta frustrada.

-No porque tú no deberías estar aquí, pelirroja.- ella suelta una amarga carcajada.