-¿¡CÓMO QUÉ NO NOS VAS A DECIR SU NOMBRE!?- gritamos Nicky y yo al unísono.
-Lo siento pero es que sino empezáis a fantasear con shippeos y estupideces.
-¡Riley!- exclamamos en forma de reclamo. Ella se enconge de hombros.
-Ya sabéis muchas cosas, es suficiente.
-¿¡Suficiente!? ¡Solo nos has dicho que es de nuestra edad y que hablas con él diariamente por videollamada!- exclama Nicky.
-Es lo que hay. Venga chicas, me voy a mi casa. Te cuelgo Em, te queremos, adiooooos.- se despide Riley.
-¡Ni se te ocurra colg...!- y me colgó.
Todos en el coches explotaron en carcajadas.
-No es gracioso, la muy maldita se ha enamorado y no ha dicho ni como se llama su enamorado.- se ríen aún más fuerte y yo bufo. -¿Vas a arrancar ya o nos vamos a tirar aquí todo el puto día?- pregunto molesta.
-Lo siento, Emy, pero mi preciado coche no puede ser expuesto a granizos.- Edward niega con la cabeza.
-¿Y cuándo va a acabar esta tortura? Me matan las rodillas.- se queja James.
-Y a mí el trasero. Para tu información, tus rodillas son MUY incómodas.- Ellie lo fulmina con la mirada.
-Es lo que hay, Elizabeth, no te quejes.
-¡No me llames Elizabeth, y has empezado tú!- le grita ofendida.
-Eso da lo mismo.- suelto una risita junto a Edward y Dylan.
Ellie frunce su ceño confundida y mira a Sophie.
-¿¡Pero qué diablos parloteáis tanto!?- mi mellizo y Soph se sobresaltan.
-Ay Elizabeth, me has asustado.- pone una mano en su pecho. -No hablamos de nada en concreto, solo le preguntaba qué le había parecido su primer día en el Harvard Westlake.- ella se encoge de hombros.
-Exacto.- asiente mi hermano.
-Como digáis...
-Oye Em, apenas conozco a tus amigas pero ya me caen bien. Parecen tan divertidas y alocadas.- Sophie cambia de tema.
-Lo son.- sonrío ampliamente.
-¿Es la primera vez que Riley tiene novio? Es decir, no sé, me ha dado curiosidad vuestra reacción.- explica Ellie rascando su nuca.
-Te diría que si pero es que ella no ha dicho que ese chico sea su novio así que... No lo sé.- hago una mueca pensativa.
-¿Necesitas qué te lo diga para saberlo? ¿No has visto como hablaba? ¡Es obvio que no lo conoce hace dos días y que no es un simple amigo de Internet!
-Sophie, ya te lo he dicho, ¡ves y lees demasiadas cosas empalagosas! Y luego mira, ¡no te convienen!- bromea su hermano.
-¡Y yo te he dicho mil veces que no pienso dejar de leer y ver cosas románticas!- refunfuña ella.
-Edward déjala, le gusta la cursilería y no tiene nada de malo.- interviene Ellie.
-¡Que también hay momentos de sufrimiento y de mucha risa, no es solo cursilería!- remarca la ojiazul.
-Callaros de una vez y mirad por la maldita ventanilla.- habla Dylan después de un largo rato sin escucharlo.
-¡Genial, ya solo llueve! ¡Arranca Edward! Primera parada mi...- es interrumpida por el moreno sentado y espachurrado en medio.
-No, no, no, no, no, ¡NO! Mi casa está antes, Jones.
-¿¡Qué!? ¡No!
-En realidad él lleva la razón.- interviene Edward arrancando el coche.
YOU ARE READING
Gracias a una mudanza
Teen FictionEmily Miller, una chica generalmente loca, además de, atrevida, impusiva, dulce, sarcástica, melodramática, divertida y tierna, claro, solo con la buena gente, con las que no, se llegará a convertir en su peor pesadilla. Pero, ¿y si apareciera algu...